Isabel Allende: su valiente decisión de divorciarse a los 74 años y buscar la felicidad
La decisión de desvincularse de una pareja con la que se ha compartido gran parte de la vida puede ser extremadamente complicada y dolorosa, y requiere una gran cantidad de valentía y autoconfianza. Este es el caso de la reconocida escritora latinoamericana Isabel Allende, quien a la edad de 74 años, decidió tomar la difícil decisión de separarse de su segundo esposo, demostrando una gran fortaleza emocional y una actitud de apertura hacia nuevos caminos y experiencias.
Compartimos la historia de Isabel Allende, quien tuvo la audacia de escuchar sus sentimientos y decidió separarse de su segundo esposo.
Isabel Allende es una escritora latinoamericana reconocida a nivel mundial por su obra literaria. A los 40 años, publicó su primer libro para adultos, La casa de los espíritus, que fue un éxito de ventas y luego fue llevada a Hollywood, protagonizada por Meryl Streep en 1993 (próximamente será convertida en serie, con Eva Longoria como protagonista).
Allende ha publicado más de 25 libros que se han traducido a 42 idiomas y vendido más de 70 millones de copias en todo el mundo. Isabel nació en Chile, vivió en Caracas y Madrid, y actualmente reside en San Francisco.
En sus libros, Allende comparte su vida privada y la de su familia, utilizando a sus padres, abuelos, hijos y primos como inspiración. Su hijo Nicolás le pidió que dejara de escribir sobre él para proteger a su familia y sentirse menos expuesto.
Isabel Allende contrajo matrimonio con Miguel Frías en 1962, cuando ella tenía 20 años. Juntos tuvieron dos hijos: Paula y Nicolás. Según Allende, Frías era una buena persona y un hombre respetable. Sin embargo, Isabel tuvo un breve romance con un músico argentino, por el cual dejó a su familia y lo siguió hasta España en 1978. Lamentablemente, el músico, cuya identidad se desconoce, la decepcionó rápidamente, y Allende regresó a Venezuela para reunirse con su esposo e hijos.
En una entrevista reciente, Isabel declaró: “Cuando siento que se ha acabado el cariño, el respeto y la admiración, ya está. ¡Basta! ¡Chao!”. En 1987, Allende se divorció de su primer esposo.
Isabel Allende contrajo matrimonio con Willie Gordon en 1988. Ella lo describe como un hombre interesante y aventurero, cuya apariencia distinguida y tatuajes la sedujeron. Además, le fascinó su historia de vida: “Cuando conocí a Willie, me gustó su olor, su voz, la mezcla de apariencia distinguida y de buena ropa con sus tatuajes. Me gustó la historia de su vida. No hay nada más seductor que una buena historia”.
La autora se inspiró en su experiencia de vida para escribir su novela El plan infinito, publicada en 1991. Gordon estuvo a punto de fallecer en 2012 debido a una fibrosis pulmonar. Tenía tres hijos de un matrimonio anterior, cada uno con una historia conmovedora.
En 1992, Isabel Allende experimentó una tragedia que marcó su vida para siempre: la muerte de su hija Paula a los 29 años. Isabel escribió un libro titulado Paula, el cual publicó en 1994 y que le permitió procesar y aceptar lo sucedido. Utilizando notas, cartas que su hija le había escrito y su propia memoria, pudo comprender la pérdida de su hija. Los ingresos que recibe por la venta de este libro son donados a una fundación que lucha por los derechos de las mujeres y los niños, algo que su hija habría querido.
Isabel Allende anunció su divorcio de Willie Gordon en 2015, a la edad de 74 años, coincidiendo con la publicación de su libro El amante japonés. Según sus propias palabras: “Se acabó cuando noté que por su parte el cariño había terminado. Yo habría podido seguir, pero apenas me di cuenta, también dije ¡chao! Me divorcié con 74 años y la gente me decía: ‘Pero ¿cómo? Te vas a quedar sola’. Pues yo creo que se necesita más coraje para mantenerse en una relación que no funciona que para irse”. Isabel cuenta que siguieron siendo amigos y hablaron hasta que él murió en 2019.
Isabel Allende, a los 76 años, se mudó con su tercer marido, Roger Cukras en 2019. “Roger me da lo que necesito: mucho cariño. Lo demás lo puedo obtener sola. Pero eso no me lo puedo permitir a menos que me lo regalen. ¡Y él me lo regala!”.
Isabel se considera una mujer apasionada y cree que esa pasión debe ser cultivada a través de la curiosidad por el mundo y las personas sin acomodarse. Piensa que el sufrimiento es parte de la vida y cuestiona qué se puede hacer sin él. En su trabajo literario, explora temas como el amor, la muerte, la justicia, la lealtad y el coraje.
Actualmente, Isabel Allende sigue escribiendo y sus días se ven así: “Me gusta levantarme temprano. A las 5:30 ya estoy despierta porque no aguanto quieta en la cama. Desayuno, me baño, me pinto como si fuera a salir a cenar y saco a pasear a los perros. Después dedico al día a la escritura, que para mí es lo más divertido. Contar una historia, investigar, encontrar un detalle... Esa labor me fascina. También me llegan muchos mails de lectores cada día y trato de responderlos a todos. Tengo tendencia a la soledad. Me molesta el ruido y la acumulación de gente. No voy a fiesta ni a cócteles. Cuando hacía firmas de libros especificaba en el contrato que nada de cenas de compromiso o cócteles después de la promoción del libro. Prefiero mil veces leer que conversar. La habladuría me aburre y me cansa”.
Después de un divorcio, muchas personas se preguntan si podrán volver a encontrar el amor y establecer una relación saludable y feliz. Es cierto que puede resultar difícil superar el dolor y las emociones que surgen tras una ruptura, pero esto no significa que no se pueda encontrar amor de nuevo.
De hecho, muchas personas después de un divorcio descubren que, aunque haya sido doloroso, les ha brindado una oportunidad para crecer personalmente y tener una mayor claridad acerca de lo que buscan en una relación. Este proceso de autoconocimiento y reflexión puede ayudar a desarrollar una perspectiva más madura y realista sobre el amor y las relaciones.
¿Cuál crees que es la receta para que una pareja perdure a lo largo de los años? ¿Cuál es tu historia de amor favorita? Si aún no te decides, te dejamos con otros grandes ejemplos de cariño y cuidado: