La ex de mi esposo decidió arruinarme la boda para después hacerse la víctima
Hace 6 meses que me casé con mi esposo, pero ya me estoy arrepintiendo debido a la difícil situación que nos ha creado su expareja. Desde nuestra boda, ha hecho todo lo posible para hacerme quedar mal con mi nueva familia política y creo que es tiempo de que yo también cuente mi versión de los hechos. ¿Qué habrías hecho en mi lugar?
Todo empezó el día de la ceremonia. Mi esposo y su exesposa tienen 3 hijos de los que comparten la custodia y a cada uno le toca estar ciertos días con los niños. Ese día a ella le tocaba estar con ellos, así que por esta razón mi ahora marido decidió invitarla junto a los pequeños. El primer problema fue que él nunca me dijo que ella había recibido invitación y mucho menos que había confirmado su asistencia, así que me llevé una gran sorpresa cuando la vi entrar por la puerta.
En el momento en que la vi fui hacia ella y le pedí de la manera más amable que se retirara. El problema más grande no era que asistiera al evento, aunque eso no fuera de mi total agrado, sino que la mujer había decidido asistir con un vestido de boda totalmente rojo. Ella me dijo que no estaba ahí por mí, sino por mi esposo y que por eso no podía yo pedirle que se fuera. Sentí que esa acción fue una gran falta de respeto y no quería soportarlo.
Para colmo, mi esposo y mi suegra se pusieron de su lado, diciendo que yo estaba exagerando y que ella era como familia, que simplemente estaba feliz por su ex y quería acompañarlo en un día tan especial con sus hijos. Me sentí muy mal y confundida, ya que todas sus acciones gritaban que sus intenciones no eran buenas, pero al parecer yo fui la única que lo notó, y al final quien tuvo que tragarse el enojo y aguantar fui yo.
Pero eso no es todo porque, gracias a un amigo, descubrí que ella había compartido en un blog público de Internet la historia desde su perspectiva. Para sorpresa de nadie, me pintó como la villana, describiendo todos los sucesos de forma que me dejaba como la loca nueva esposa y ni siquiera se molestó en ponerme un nombre falso para evitar que alguien supiera de quién estaba hablando.
En su publicación comentó que ella y mi esposo tuvieron una ruptura pacífica (lo cual es cierto) pero que yo la corrí de manera muy grosera. Dijo que yo le grité enfrente de todos, que se largara de mi boda y que cuando se negó yo intenté agredirla. Además, agregó que más tarde yo la busqué a solas y le dije que ella estaba tratando de eclipsarme con su look a propósito, y que yo sabía que ella solo había venido para robarme a mi esposo. Todo esto mientras la agredía física y verbalmente. Haciéndose la víctima y diciendo que no entendía por qué yo había reaccionado así, si hasta ese momento nos habíamos llevado muy bien y le gustaba cómo trataba a sus hijos.
Su objetivo era hacerme quedar mal y que las personas le dieran la razón a base de mentiras, pero al final terminó siendo al revés. En los comentarios de la publicación, los usuarios comenzaron a pedirle foto de su vestido, ya que consideraban que era un detalle crucial para saber si yo había exagerado o ella se había pasado de la raya.
Como era de esperarse, al ver el vestido, los internautas llegaron a la conclusión de que ella era el problema y que yo estaba en todo el derecho de enojarme y quererla correr de mi fiesta, y con justa razón ¡¿quién en su sano juicio asiste a la boda de su ex con un vestido rojo?!
En lugar de quedarme callada, decidí hacer lo mismo que ella y publiqué mi versión de la historia, pero sin dar nombres, y mencioné que ella ya había publicado lo sucedido en otra página, pero que todo era mentira. Por supuesto que las personas amantes del chisme en Internet no tardaron en conectar los puntos y descubrir de lo que yo hablaba.
Al final, viendo que su plan de víctima no le funcionó y que yo la había descubierto, decidió borrar la publicación.
Pero para mi mala suerte, la actuación de inocente palomita, aunque no le funcionó en Internet, si dio sus frutos con mi familia política, ya que ahora todos piensan que yo soy una envidiosa e insegura por todo lo que ella les ha dicho. Mi suegra la invita a las reuniones familiares con la escusa de que es bueno que sus nietos vean una buena convivencia entre nosotros, pero la trata como si ella fuera su nuera aún, incluso ha comenzado a “confundir” su nombre con el mío. Mis hijastros, con los que antes tenía una gran relación, han empezado a alejarse y su madre hace lo que puede para evitar que me llamen con nombres cariñosos.
Mi esposo, aunque los primeros meses no me creía, ha empezado a notar por sí mismo las actitudes tóxicas de la mamá de sus hijos, pero aun así no hace nada al respecto. Un día hicieron una cena por el cumpleaños de mi suegro y cuando yo me retiré para ir al baño, la familia decidió tomar una foto de recuerdo sin mí. ¿Ustedes creen que mi marido dijo algo? ¡Claro que no! Y cuando se lo reclamé solo dijo que no era para tanto y que yo salgo en muchas otras fotos familiares.
La familia no conoce todo el contexto de la publicación en Internet y no había querido contárselos, ya que quería evitar problemas, peleas y discusiones, sobre todo por los hijos de mi esposo, pero todo esto me llevó a cuestionar mi relación con él y nuestra familia en conjunto. Me pregunto si realmente me quieren ahí o si solo estaban tolerándome.
Después de pensarlo mucho, decidí contarle todo a mi marido y aunque su reacción no fue la que yo esperaba, estuvo abierto al diálogo y a buscar soluciones. Han pasado 2 semanas desde que lo sabe y he notado un cambio en su actitud, pero aún me siento muy conflictuada con la situación.
Este ha sido un periodo difícil de comunicación y confianza, donde discutimos constantemente sobre la situación y nuestras emociones al respecto, pero espero de corazón que esto sea el inicio de un verdadero proceso de crecimiento para ambos y que salgamos de esto con una relación más fuerte.