La historia de cómo Vera Wang dejó su trabajo a los 40 años para apostar por sus sueños y crear su propia marca
Aunque en nuestra vida nunca hayamos lucido un Vera Wang original (¡qué suertuda si has tenido la dicha!), la marca de esta neoyorquina que lleva su nombre es conocida a nivel mundial. Más allá de la alta costura, sus vestidos de novia han dado de qué hablar y la han puesto en la elite de la moda. Sin embargo, no todos conocen la historia detrás de esta exitosa diseñadora.
En Ahora lo vi todo encontramos en Vera Wang un ejemplo de inspiración y lucha, porque ella siguió sus sueños, aunque otros pensaban que era tarde para intentarlo.
Vera Ellen Wang nació el 27 de junio de 1949 en Nueva York, en una familia de inmigrantes de China. Su madre trabajaba como traductora para la ONU y su padre era dueño de una empresa médica. La familia vivía en un barrio elegante del Upper East Side.
Según Wang, el interés por la moda llegó gracias a su madre, cuya ropa siempre dejaba huella. Durante sus vacaciones universitarias de verano, la futura diseñadora incluso trabajó como vendedora en la boutique Yves Saint Laurent.
A la edad de 8 años, Vera comenzó a practicar patinaje artístico. En 1968 participó en el US Open e incluso pudo ir a los Juegos Olímpicos, pero no pasó la clasificación. Aunque este fracaso acabó con su carrera deportiva, también empujó a la chica a cambiar: “Tuve un ataque de nervios y pasé un semestre en París. Allí me di cuenta de que me apasionaba la moda”.
Más tarde, Vera diseñó trajes para varias patinadoras, entre ellas Nancy Kerrigan y Michelle Kwan. Y el patinador artístico Evan Lysacek, quien usó un traje de Wang en los Juegos Olímpicos de Vancouver 2010, recibió una medalla de oro. Ella misma admitió que el deporte le enseñó la disciplina: “Te caes, te levantas y vuelves a intentar”.
La patinadora artística Nancy Kerrigan con un traje de Vera Wang.
La futura diseñadora estudió en la Universidad de París (La Sorbona), en Francia, y se licenció en Historia del Arte en el Sarah Lawrence College. Pero en 1971, Vera Wang comenzó a trabajar como asistente en Vogue y rápidamente hizo una carrera, convirtiéndose en la editora más joven de la revista.
“La película El diablo viste a la moda es una versión suave de lo que es trabajar en Vogue”, dijo Vera. “El primer día fui con un vestido camisero y zapatos de plataforma. El editor me vio y me gritó: ’Vete a casa y cámbiate. ¡No nos vestimos así en Vogue!’. Me puse jeans, tenis y una camiseta”.
Después de trabajar en Vogue durante 17 años, Vera Wang dejó el cargo de editora de moda, dando paso a Anna Wintour, de quien sigue siendo amiga. Vera también fue a buscar trabajo como directora de diseño en Ralph Lauren. Durante la entrevista, Ralph preguntó: “¿Qué no te gusta de mi ropa?”. Wang consiguió el trabajo después de responder: “¿Usted quiere que le diga lo que quiere oír o la verdad?”.
El primer vestido de casamiento que creó Vera Wang fue el suyo. En 1989, la diseñadora se comprometió con el inversor Arthur Becker. Mientras planeaba su boda, la mujer de 39 años se dio cuenta de que no había muchos vestidos de novia para damas de su edad. Entonces decidió cambiar toda la industria.
Con Arthur Becker.
“Yo no sabía nada de diseño de ropa. Cuando dejé a Ralph Lauren, muchas puertas que antes me habían abierto se cerraron de golpe. Ya sea un fabricante de telas o una fiesta a la que quería ir”.
En ese momento, Vera fue apoyada por su padre. Él, como empresario, le sugirió a su hija que su empresa sería rentable, porque la gente siempre se casa, lo que significaba que habría un flujo constante de clientes.
En 1990, la mujer abrió su propio salón en el hotel Carlyle de Nueva York. Un par de años después, su marca comenzó a producir vestidos para eventos sociales. Casi al mismo tiempo, Vera y Arthur Becker adoptaron a 2 niñas: Cecilia y Josephine.
Los vestidos de novia de Vera Wang se han convertido en el sueño no solo de las chicas comunes, sino también de las celebridades. Entre sus clientas se encuentran Victoria Beckham, Gwen Stefani, Mariah Carey, Ariana Grande, Kim Kardashian, Hailey Bieber, Tina Kunakey, Jennifer Lopez y muchas otras famosas.
Victoria Beckham con un vestido de Vera Wang.
Vestido de boda de Gwen Stefani.
El nombre de Vera Wang se menciona a menudo en películas. Por ejemplo, en la serie de televisión Sexo en la ciudad, dos personajes usaron sus vestidos: Charlotte el día de su boda y Carrie Bradshaw durante una sesión de fotos de Vogue.
Blair Waldorf, en la serie de televisión Gossip Girl, se casó con un vestido de novia de Vera. Y en la película Guerra de novias, Kate Hudson pronunció una frase cómica, que luego se hizo famosa: “No es el vestido Vera Wang el que se ajusta al cuerpo, sino que una se ajusta al vestido”.
Los vestidos de Vera Wang también se ven en eventos importantes como los premios Grammy y los de la Academia. “La comodidad es muy importante para mí. Muchas mujeres que yo vestí se me acercaron después y me dijeron: ’Tu vestido era muy cómodo’”, dijo la diseñadora.
Vera tiene su propia cuenta de TikTok. Allí sube videos de baile, muestra sus trabajos de diseño y cosas de su propio guardarropa. En una entrevista reciente, la diseñadora admitió que lamenta mucho no haber hecho carrera como cineasta.
Curiosamente, en 2009, la diseñadora creó un vestido de novia para una Barbie, y en mayo de 2021, la marca lanzó la muñeca a imagen de la propia Vera Wang.
Barbie con un vestido de Vera Wang y Barbie a imagen de Vera Wang.
Según las opiniones de los usuarios de la red, Vera luce muy joven a sus 72 años. La diseñadora dice que su secreto es que ha sido patinadora profesional durante muchos años y tiene la llamada “memoria muscular”, y también hace ejercicio de vez en cuando.
Estamos seguros de que para muchos, el nombre de Vera Wang se ha convertido en sinónimo de perseverancia, trabajo duro y autoconfianza, aspectos que no dependen de la edad ni de las circunstancias de la vida.
¿Qué opinas de su historia? ¿Te animarías a cambiar de carrera por completo a los 39 años? ¿Qué harías?