La historia de la modelo de 30 años que se casó con millonario de 73 por amor
En la sociedad actual, las relaciones amorosas entre personas con gran diferencia de edad y poder económico suelen generar controversia y críticas. Sin embargo, la historia de la modelo Elina Fernández y el millonario Eduardo Costantini ha conmovido a muchos. A pesar de los comentarios negativos, la pareja ha decidido casarse por amor y compartir su historia para inspirar a otros a seguir su corazón.
Afirman que el amor no tiene límites de edad y que dos individuos pueden enamorarse y encontrar la felicidad, sin importar cuánta disparidad haya entre ellos. Este hecho ha sido evidenciado incluso en el mundo del entretenimiento, con notables parejas como la conformada por Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas, o la de Nick Jonas y Priyanka Chopra, por mencionar algunos ejemplos.
No obstante, la sociedad muchas veces tiende a juzgar negativamente las relaciones con una gran diferencia de edad, especialmente cuando la persona más joven es una mujer que se enamora de un hombre mayor y adinerado.
De esta forma sucedió con Elina Fernández, una modelo originaria de Argentina que conquistó el corazón de Eduardo Constantini, un acaudalado empresario argentino cuya riqueza se estima en más de mil millones de dólares, lo que le convierte en el hombre más acaudalado de Argentina.
La historia de amor entre Elina y Eduardo surgió de un flechazo, una atracción instantánea que nació durante una tarde lluviosa en mayo de 2019. En aquel momento, Elina, una modelo procedente de Mendoza que recién había cumplido 31 años, desconocía que aquel hombre que la observaba desde lejos en el café del Malba era en realidad el magnate propietario del lugar y que acabaría conquistándola.
Elina Fernández, en una entrevista con una revista argentina, contó cómo conoció a Eduardo Constantini en mayo de 2019 después de que una tormenta retrasara su vuelta a casa. Decidió pasar el tiempo en Ninina, el café ubicado en el Malba, y casualmente se sentó en una mesa diagonal a la de Eduardo, quien es el fundador y presidente del lugar.
Inicialmente, Elina no reconoció a Eduardo, ya que es un poco despistada, pero notó que se miraban mutuamente con frecuencia. Cuando finalmente paró la lluvia, decidió pedir la cuenta y fue en ese momento que Eduardo se le acercó. A pesar de sentirse muy nerviosa, Elina confesó que sintió un flechazo al conocer al magnate argentino. Además, en ese momento estaba soltera y sin intenciones de conocer a nadie.
Pese a que algunos usuarios en redes sociales han censurado la relación entre Elina y Eduardo, lo cierto es que la modelo ha afirmado haber sentido una conexión inmediata con el magnate: “Yo estaba soltera y sin deseos de conocer a nadie, pero sentí un flechazo cuando lo conocí”, declaró Elina en una entrevista en la cual le tocaron el tema. En otra dijo: “Siempre que estoy muy interesada por alguien, trato de escapar de la situación. Atravesaba un momento muy feliz de mi vida y estaba por irme a trabajar a Europa. Tenía miedo al amor. Estaba muy feliz conmigo y no quería equivocarme”.
En múltiples ocasiones, Elina desmintió haberse angustiado por los comentarios que surgieron en torno a su relación con Eduardo. A pesar de la exposición mediática que generó la pareja, la modelo se mantuvo relajada y tomó los comentarios como una oportunidad para descubrir quiénes la rodeaban. Elina afirmó que el amor duele a aquellos que no lo tienen y que, por lo tanto, los comentarios negativos no le dolieron, sino que le enseñaron. Respecto a la posibilidad de tomar medidas legales por los comentarios, Elina explicó que no lo hizo y que, en realidad, encontró divertidos a los personajes mediáticos que inventaron una novela sobre su relación. La única persona contra la que inició una causa por daños y perjuicios fue la hija de su ex pareja, Oscar García, debido a las cosas gravísimas que dijo sobre ella en una entrevista. Elina prefiere no hablar de esa situación y darle importancia a su presente junto a Eduardo, el hombre espectacular que tiene a su lado y que es una buena persona.
Un encuentro fortuito desencadenó una relación sentimental que evolucionó hasta llegar al altar en febrero de 2020. Durante un periodo de nueve meses, mantuvieron una relación amorosa que culminó en febrero del 2020, cuando ambos contrajeron matrimonio en una ceremonia cargada de alegría, como se puede observar en las fotografías en las que aparecen sonriendo sin cesar.
Para anunciar su compromiso matrimonial, Eduardo Costantini creó un grupo de WhatsApp con sus siete hijos. La modelo Elina Fernández estaba presente en el mensaje y se encargó de tranquilizar a los hijos del magnate, quienes se quedaron atónitos por la rapidez de la decisión. La modelo descartó la existencia de conflictos familiares debido a la noticia y calificó los rumores de “inventos de la prensa”.
En cuanto a los rumores de embarazo que circularon recientemente, la esposa de Costantini aclaró que no está planeando tener hijos por el momento, aunque sueña con que su familia con Eduardo siga creciendo. “Me hace muy feliz”, afirmó.
Por otro lado, Elina comenzó su carrera en el modelaje a los 12 años, cuando participó en un concurso de desfile en el Hotel Hyatt en Mendoza. A los 19 años, se trasladó a Buenos Aires para comenzar su carrera profesional y trabajó en castings y como recepcionista universitaria para mantenerse a sí misma. Posteriormente, trabajó en Chile, China y Tailandia, y se centró en el mundo de la moda, un trabajo que ama y al que no piensa renunciar.
Aunque Eduardo cuenta con una gran riqueza, la cual se refleja en su ostentoso complejo residencial en Miami y en sus generosos ingresos diarios, Elina ha dejado en claro que su amor no se basa en intereses materiales.
¿Por qué las diferencias de edad en parejas causan tanto revuelo?
La figura del “sugar daddy” ha generado controversia en la sociedad actual debido a la diferencia de edad y poder económico que existe en estas relaciones amorosas. Mientras algunos argumentan que estas relaciones son una forma legítima de establecer acuerdos mutuos, otros las consideran explotadoras y desequilibradas. Sin embargo, el papel de los “sugar daddies” en la sociedad actual es más complejo que la simple descripción de un hombre mayor que provee apoyo financiero a su pareja más joven.
En muchos casos, los “sugar daddies” pueden proporcionar una oportunidad para que las personas jóvenes y ambiciosas tengan acceso a recursos y conexiones que de otra manera les serían inaccesibles. En lugar de ver a estos hombres como peligrosos, algunos argumentan que deberían ser considerados como mentores y patrocinadores que están ayudando a una nueva generación a alcanzar sus objetivos y lograr el éxito. Sin embargo, aquellos que critican a los “sugar daddies” argumentan que estas relaciones son inherentemente desiguales, ya que la persona más joven puede sentirse obligada a mantener la relación a cambio del apoyo financiero que reciben.
Además de la diferencia de edad y poder económico, otro problema que se plantea con los “sugar daddies” es la falta de igualdad de género. Muchas de estas relaciones involucran a hombres mayores y mujeres más jóvenes, lo que ha llevado a críticas por parte de aquellos que ven a estas relaciones como una forma de perpetuar estereotipos de género tradicionales. Algunos han argumentado que las mujeres jóvenes pueden sentirse presionadas para mantener una relación con un “sugar daddy” a cambio de apoyo financiero, lo que perpetúa la idea de que su valor está determinado por su capacidad para atraer a un hombre mayor y rico.
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