Lloró durante varios días para romper un récord Guinness, pero terminó en desastre
En Nigeria, Tembu Ebere buscó entrar en el récord Guinness llorando durante siete días de manera forzada. Mientras cumplía el reto, su cuerpo le mandó algunas señales para que se detuviera. Era una situación difícil, porque cortar la prueba significaba no cumplir el objetivo ni tampoco pasar a la posteridad.
Tembu Embere se entregó al llanto ininterrumpido durante una semana y, al terminar la experiencia, compartió con varios medios locales que había sufrido una pérdida temporal de la visión. A la ceguera, además, se le sumaron intensos dolores de cabeza, de ojos y también se le inflamó notoriamente el rostro.
Al parecer, esta peculiar hazaña está dentro de una serie de actos excéntricos de resistencia que se han vuelto muy populares en las redes sociales nigerianas y que buscan romper varios récords Guinness. Por ejemplo, una persona estuvo cantando 200 horas y una chef cocinó durante varios días seguidos.
Tembu, por su parte, promovió este reto en las redes a través de un video en el cual anunciaba: “Envíenme sus problemas, estaré llorando por ustedes”. Luego se quedó solo en una habitación y, frente a una cámara, comenzó a llorar desconsoladamente junto a un cronómetro que marcaba el paso del tiempo.
A medida que transcurrían las horas, su video fue acumulando millones de reproducciones, así como palabras de aliento y advertencias sobre los problemas que podría acarrear el llorar así, de manera forzada, durante tantas horas. Por supuesto, tampoco faltaron las bromas.
Y la verdad es que las consecuencias de sus lamentos forzados llegaron. El mismo Tembu Embere contó más tarde a los medios que mientras hacía la prueba, comenzó a sentir un fuerte dolor de cabeza y su rostro y sus ojos se le hincharon. Para colmo de males, también sufrió la pérdida de la vista durante unos 45 minutos.
Entonces Tembu decidió cambiar la estrategia, pero no suspender el reto: sus llantos serían más espaciados y menos cargados de emoción, y así pudo terminar el desafío. Todo un éxito.
Algunos hacen tantos esfuerzos para romper un récord Guinness que llegan a exponer su salud cometiendo todo tipo de excesos. Sin embargo, hay otros que ni siquiera son conscientes de que llevan en su cuerpo una marca inalcanzable. Y sin ningún trabajo; todo natural.