Ahora lo vi todo
Ahora lo vi todo

Niño guardó parte del almuerzo que le dieron en su escuela y se lo llevó a su mamá para que también comiera

No existe amor más grande que el de una madre: se sacrifica por sus hijos, entrega lo mejor de su vida para verlos crecer y que se conviertan en su orgullo más grande. Conocemos, seguramente, más de una historia así, en la que madre se saca el pan de la boca para dárselo a sus hijos. Luego está Mateo, un niño que enterneció las redes sociales al sacarse, no el pan, pero sí el pollo de la boca y todo por amor.

Todo comienza por un video que se hizo viral en un jardín de niños en Panamá. En el video vemos a un pequeño de dos o tres años, Mateo, que está consumiendo su comida en el establecimiento escolar. La profesora se acerca al niño, y descubre que le hace falta la pieza de pollo que hacía parte de su ración, así que decide preguntarle a Mateo por el pollo.

“Mateo, ¿dónde está la pieza? Enséñamela”, dice la profesora del niño. En ese momento, Mateo, con toda confianza y seguridad, toma una bolsa plástica que tiene sobre su silla, justo a su lado, y se la muestra a la profesora. “¿Por qué esa pieza está en la bolsa?”, le pregunta la docente, y entonces Mateo, a media lengua, le contesta: “Es para mi mamá”

Sí, es un niño, apenas sabe hablar, pero su corta edad es suficiente para entender, mejor que muchos, el amor. Claro, tal vez no de la manera confusa y enredada en que los adultos la conciben, más bien, de una manera clara, pura y sincera, sin esperar nada a cambio, solo ver a su mamá feliz y sin hambre.

“¿No te la vas a comer, papi?”, pregunta de nuevo la profesora, refiriéndose a la pieza de pollo. De nuevo, con completa seguridad y sin titubear un solo segundo, Mateo responde que no se la va a comer, que es para su mamá. “¿Se la quieres llevar a tu mamá?”, continúa la cuidadora del niño. Mateo, responde sin palabras, prefiere subir y bajar la cabeza varias veces, para afirmar la pregunta de su maestra. Mientras tanto, como si se llenara de orgullo y felicidad, una hermosa sonrisa se dibuja el rostro del niño y un Mateo se nos mete en el ojo y en el corazón.

Inmediatamente, los comentarios, halagando el gesto de ternura del niño, comenzaron a llenar las redes, pero una preocupación más nacía en aquellos que tenían la oportunidad de ver, en un video de treinta segundos, a Mateo. ¿Lo habrá hecho como un acto normal de compartir, o simplemente, el niño lo hacía porque sabía que en su casa la situación económica no le permitía a su mamá disfrutar de una pieza de pollo?

Por la razón que lo haya hecho, no cabe duda de que ese pequeño niño, que responde al nombre de Mateo, a su corta edad, ya es el orgullo de su madre y ejemplo para muchos. Sabemos que no está solo, que en el mundo hay muchos Mateos, dispuestos a compartir un poco de su sabrosa comida con las personas que aman, y si a esa persona le llaman mamá, seguro que nos va a conmover.

Imagen de portada 7N Noticias / Facebook
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