No quiero que mi mamá vuelva a ver a mi hijo porque nunca quiere cuidarlo

El primer hijo es una bendición para la pareja. El tema complicado es cuando hablamos del cuidado del recién nacido, especialmente cuando los abuelos no quieren convertirse en niñeros a pesar de que se les solicite la ayuda. El siguiente caso es una muestra de ello.

En Ahora lo vi todo, estuvimos reflexionando sobre esta situación y queremos compartir un par de tips para que quienes están en una situación similar puedan sobrellevarla de una mejor forma:

• Intenta ser empática con tus padres. Como lo mencionó la chica de nuestra historia, su mamá fue magnífica en la crianza de sus propios hijos, así que es normal que después de dedicarse completamente a su familia por muchos años, ahora busque tener un tiempo para ella misma en el que pueda relajarse.
• Escucha activamente. La comunicación es fundamental para encontrar una solución a cualquier problema, no esperes que alguien más sepa qué es lo que piensas si nunca lo han hablado. Recuerda que ambas tienen el derecho a expresar sus sentimientos y es mejor si lo hacen de una forma tranquila y con empatía.
• Evita las decisiones apresuradas. En un momento de estrés, podemos caer en la trampa de actuar según nuestro impulso; para evitar esto, puedes darte 24 horas en las que dejes de lado el tema y después, con más claridad y sin las emociones a flor de piel, vuelves a ponerlo sobre la mesa.

• Disfrutar de tu tiempo libre no es ser egoísta. Para los adultos mayores, socializar es parte fundamental de tener una vejez de mayor calidad, pues los ayuda a evitar problemas de salud como la depresión. Convivir con sus amigos y asistir a clases de yoga, pilates o incluso baile puede marcar la diferencia.
• Reconoce tu situación y crea un plan de emergencia. Cuando eres el responsable del cuidado de un pequeño, seguro que necesitas ayuda de vez en cuando, pero tus padres o familiares no siempre estarán disponibles para adaptarse a tus horarios. Busca con anterioridad a niñeras que trabajen por tu zona y no te confíes a tener solo una, mantén el contacto de un cuidador extra en caso de una cancelación de último minuto.
• La mayoría de los abuelos están más que felices de cuidar a sus nietos, pero debemos ser considerados con ellos. Algunos tal vez no se sientan físicamente capaces de cuidar a un pequeño durante todo el día, recordemos que a una edad avanzada pueden comenzar a experimentar síndromes geriátricos, entre los que se encuentran la fragilidad.
• Piensa en tu hijo. Para un adulto, el impedir que una abuela y su nieto, como en este caso, tengan una relación podría sonar razonable, pero los pequeños no podrán entender completamente a qué se debe esa distancia. Lo mejor para ellos será permitirles crear vínculos con su familia, a pesar de las diferencias entre adultos.

¿De qué forma se relacionan tus hijos con sus abuelos? ¿Qué harías en el lugar de esta madre?