Una chica se negó a cambiar de asiento en el avión y ahora muere de remordimiento
Por lo general, tratamos de ser buenas personas. Abrimos una puerta y damos paso a otros primero, detenemos el ascensor si alguien se aproxima, damos las gracias al salir de la tienda; sin embargo, existen momentos donde queremos darnos prioridad — y a veces no sabemos cómo sentirnos por ello. Este es un caso que recibimos de parte de alguien que se sentía consumida por la culpa, y pensamos que era el momento ideal para que discutamos la situación entre todos (y dejarles algunos consejos en el camino).
Gracias por compartir tu historia. Aquí tienes algunas ideas que pueden ayudarte a gestionarla mejor.
- Puede ser difícil saber qué hacer ante una situación como la que describes, en la que has ahorrado para los asientos de primera clase y luego te encuentras con una mujer con un bebé llorando que quiera intercambiarlos.
- Es comprensible que tu amiga y tú quisieran proteger su inversión y tener un viaje cómodo y tranquilo. Además, el hecho de que sigas pensando en la situación mucho después de que ocurriera demuestra lo madura y reflexiva que eres.
- Nos gustaría recordarte que los pequeños actos de amabilidad pueden marcar una gran diferencia en el día de alguien. Aunque tú y tu amiga tenían todo el derecho a conservar sus asientos, merece la pena considerar si habría habido alguna forma de ofrecer algún tipo de acomodo a la mujer con el bebé.
- Podría haber sido útil ofrecerle cambiar de asiento con ella durante parte del vuelo o pasarle algunas de tus comodidades de a bordo. Estos pequeños gestos no habrían solucionado el problema del todo, pero habrían demostrado que estabas dispuesta a ser comprensiva y compasiva. Esto habría ayudado a aliviar parte del estrés de la mujer.
- Lo más importante en circunstancias como esta es esforzarse por ser comprensivo. Ser amable puede ayudar mucho, porque todos estamos juntos en esto.
- Pero no olvides que no pasa nada por ponerte a ti misma en primer lugar y tomar decisiones que prioricen tus propias necesidades y tu bienestar, aunque no sean muy populares o ampliamente aceptadas. Cuidar de nosotros mismos, lo que incluye establecer límites y tomar decisiones que favorezcan nuestra propia felicidad y bienestar, es sumamente importante.
- Estamos orgullosos de ti y de tu amiga por mantenerse fieles a ustedes mismas y a sus creencias. Pero en el futuro, les animamos a abordar estas situaciones con empatía y comprensión hacia las necesidades, sentimientos y perspectivas de los demás.
¿Crees que Sara debería sentirse culpable? ¿Cómo reaccionarías tú a esta situación?
Imagen de portada ChameleonsEye / Shutterstock.com
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