Una mamá pidió a Fisher-Price un juguete parecido a su hijo y nunca se imaginó la respuesta de la empresa

No hay nada más emocionante para un niño que encontrar un juguete que se le pareza. El emotivo encuentro entre Fisher-Price y un niño dio inicio a la conmovedora historia de Niki y su hijo Archer, quienes se embarcaron en una búsqueda incansable por encontrar juguetes que reflejaran la diversidad de su familia. Descubre cómo una simple carta y una foto sincera capturaron el corazón del equipo de Fisher-Price, llevándolos a crear una experiencia inolvidable para Archer.

Archer “Archie” Coffman, un niño de cinco años, experimenta la rareza de no encontrar personas que se parezcan a él, ya sea en su hogar, en la escuela o en las jugueterías.

Archer, un animado niño negro pelirrojo, fue adoptado poco después de nacer por Andrew y Niki Coffman.

“Niki y yo éramos conscientes de la enorme y compleja responsabilidad que implica cuando un padre blanco adopta a un niño de otra raza”, relata Niki. “Desde el principio, sabíamos lo importante que sería para nosotros asegurarnos de que pudiera verse a sí mismo”.

Niki, residente de Mississippi, dedicó los siguientes años a buscar juguetes, libros e incluso adornos navideños que se asemejaran a su hijo, sin éxito.

Archer expresó su descontento al no encontrar juguetes que se asemejaran a él como una sensación desfavorable. En sus propias palabras, compartió: “Todos deberían tener eso. Los hace felices”.

Por lo tanto, en el quinto cumpleaños de Archer, Niki solicitó a sus amigos y familiares que donaran juguetes y libros diversos e inclusivos a su centro de preescolar, que en su mayoría estaba conformado por personas blancas.

Muchas personas generosamente donaron los Little People de Fisher-Price, una línea de figuritas que incluye personajes con distintos tonos de piel, texturas de cabello y habilidades físicas. Aunque Niki se conmovió por el compromiso de Fisher-Price con la diversidad, se sintió decepcionada al darse cuenta de que no fabricaban juguetes que se asemejaran a Archer.

“Niki expresó su dificultad para encontrar un juguete con piel morena y cabello rojo”, reveló en una entrevista. “Así que decidí escribir una carta de agradecimiento a Fisher-Price, reconociendo el valioso trabajo que estaban realizando, y agregué una nota al final que decía algo así como: ’Si alguna vez deciden diseñar un Little Person con piel morena y cabello rojo, por favor, hágannoslo saber’”.

Para sorpresa de Niki, recibió una respuesta de Gary Weber, el Vicepresidente de Diseño de Fisher-Price.

“Compartimos tu historia con todo el equipo que trabajó en las figuras Little People que mencionaste, y decir que nos alegró el día sería un eufemismo”, expresó Weber en su carta. “¡Tú y Archer nos han inspirado! Sabemos que cuando los niños juegan con Little People, recrean escenarios que ven en el mundo que los rodea, y es fundamental que se sientan parte de ese mundo”.

Weber finalizó la carta solicitando la dirección de la familia, y el 23 de mayo, un paquete llegó a su puerta. En su interior, encontraron una carta enmarcable firmada por todo el equipo de Little People y... ¡un montón de pequeñas figuras que representaban a Archer!

Niki compartió: “Tienen el conjunto perfecto: el suéter, los pantalones cortos verdes y sus diminutos mocasines”. Emocionada, Niki confesó que inmediatamente se le escaparon las lágrimas.

“Archer me preguntó por qué lloraba. Le dije: ’Archer, te han representado a ti’. Quedó atónito”, rememoró Niki. “Arrebató la caja de mis manos... se dio la vuelta y exclamó: ’¡Soy yo! ¡Soy yo!’ Se lo mostró a todos. No lo soltó en todo el día”.

Un representante de Fisher-Price declaró que el correo electrónico de Niki fue compartido “con todo el personal de la empresa y nos conmovió a todos”.

“Estamos extremadamente orgullosos de saber cómo hemos impactado en esta familia”, expresó el portavoz. “¿Cómo no sentirse inspirado por la carta de Niki y esa hermosa foto de Archer? Significa todo para nosotros. Esa sensación de alegría y emoción que vemos en el rostro de cada niño cuando interactúa o juega con uno de nuestros juguetes es la razón por la que hacemos lo que hacemos”.

A Archer también le emocionó la experiencia.

“Tengo un ejército de Archies”, compartió entusiasmado.

Como dicen por allí: para gustos, colores. Toda buena compañía debe estar abierta a escuchar la opinión de sus seguidores y continuar evolucionando para prosperar. Cosa distinta sucedió en el caso de unas emprendedoras a las que las tiendas les rechazaron su controversial producto, pero con su persistencia, lograron convertirlo en una compañía multimillonaria