Ahora lo vi todo
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Una vaca ciega es rescatada y su expresión de agradecimiento te calentará el corazón

Helen, una vaca ciega de 19 años, encontró un refugio seguro y amoroso en Uncle Neil’s Home después de que sus antiguos dueños no pudieran cuidarla adecuadamente. Aunque al principio estaba desorientada y ansiosa, su nueva familia se dedicó en cuerpo y alma a hacerle sentir amada y protegida. Con el paso del tiempo, Helen ha respondido a ese amor con muestras constantes de gratitud, demostrando la profunda conexión que ha establecido con sus salvadores.

Helen nació ciega en una granja lechera hace 19 años, y cuando sus antiguos dueños ya no pudieron proporcionarle los cuidados que necesitaba, empezaron a buscar un santuario para ella. Fue entonces cuando intervino Uncle Neil’s Home.

El día que Helen llegó a su nuevo hogar, estaba muy confusa. No tenía ni idea de dónde estaba y, aunque sus salvadores hicieron todo lo posible para que se sintiera tranquila y bienvenida, se les rompió el corazón por ella.

“Cuando Helen llegó, estaba muy alterada”, explica a Rian Feldman, fundador y presidente de Uncle Neil’s Home. “Es ciega y la acababan de sacar del único entorno que había conocido durante 19 años. No comía y no se movía mucho. Todo era nuevo para ella: nuevas voces, nueva comida, nuevo entorno, nuevos sonidos y olores. Se sentía muy incómoda y preocupada. No sabía si estaba a salvo o no”.

La nueva familia de Helen quería que supiera que estaba a salvo y que la querían, así que dedicaron todo su tiempo y energía a transmitirle ese mensaje.

“Pasábamos horas al día intentando demostrarle que la queríamos y que estaba a salvo”, cuenta Feldman. “Le hablábamos con mucha delicadeza, usábamos su nombre constantemente, le decíamos que la queríamos muchas veces al día y le poníamos música. Pasamos mucho tiempo con ella para que no se sintiera sola, sobre todo los primeros días. También transformamos su zona y le facilitamos los desplazamientos, ya que no puede ver”.

Todo su esfuerzo y dedicación dieron sus frutos cuando Helen empezó a devolver todo ese amor. Ahora, Helen abraza, besa y abraza a sus salvadores siempre que puede. Nunca pierde la oportunidad de demostrarles lo mucho que les quiere y lo agradecida que está por esta segunda oportunidad.

Las adorables conexiones entre los humanos y sus animales no dejan de sorprendernos, incluso en ambientes más tristes, como cuando una chica dijo que el alma de su perrito se despidió de ella tras morir (y compartió pruebas fotográficas).

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