9 Realidades de la cultura de Catar que a los latinos nos cuesta entender
El mundial de fútbol hizo que los ojos de casi todo el mundo se centren en Catar. Su cultura y costumbres son muy distintas a las que solemos tener en Latinoamérica y es por eso que decidimos investigar cómo son sus hábitos y aprender sobre su forma de vivir.
1. Los hombres se saludan de manera diferente
En Latinoamérica, los hombres se saludan solo con un apretón de manos, pero los cataríes van más allá. Por allí, como en otros países de Oriente Medio, es común ver a los hombres tocándose la punta de la nariz una con otra al saludarse, en señal de mutuo respeto. Esto muestra que ambos están al mismo nivel y ninguno es superior al otro. Entonces, si conoces a un catarí, ante la duda, espera a que la persona te ofrezca la mano primero. O la nariz.
2. “¿Cómo se siente hoy?”
Esta puede ser una buena forma de empezar una conversación con un catarí. Mientras que los latinos vamos directo al punto, por allí, antes de iniciar cualquier tipo de charla, ya sea en una entrevista de trabajo o una reunión de negocios, lo más educado es preguntar sobre la salud del interlocutor. No es necesario pedir detalles, pero es importante mostrar interés. Quien preguntó recibirá de vuelta la misma pregunta. Esa conversación inicial puede demorar un tiempo mayor de lo esperado.
3. Cuidado a la hora de tomar fotografías
En Latinoamérica es muy común ver a la gente fotografiando y filmando todo en público. En Catar, siempre que alguien quiere fotografiar algo, primero debe solicitar permiso. Estamos hablando de lugares religiosos, centros comerciales, áreas extensas en el aeropuerto, instalaciones militares, obras de construcción, zonas industriales y predios gubernamentales. Tomar fotos en un lugar público es considerado una ofensa y, si no respetas la ley, tendrás que pagar las consecuencias. ¿Te imaginas algo así en tu país?
4. Evita mostrar las suelas de los zapatos
Los mínimos detalles marcan la diferencia en los países árabes. Otra particularidad cultural es que desaprueban mostrarle las suelas de los zapatos a otra persona. Para ellos, los zapatos son una extensión de los pies, una de las partes más sucias del cuerpo. Para los cataríes, exponerlas descuidadamente es una falta de respeto. Por aquí, ese acto pasaría inadvertido, ya que mucha gente tiene la costumbre de levantar los pies.
5. Las parejas duermen en habitaciones separadas
En la mayoría de los países, no hay problema en compartir el cuarto de hotel con un compañero, pero quienes viajan a Catar como pareja, deben respetar algunas costumbres sociales. Hasta hace poco, las parejas no casadas tenían prohibido compartir una habitación de hotel. En los últimos años, esa regla se volvió más flexible para los extranjeros, pero continúa valiendo para los cataríes. Por lo menos, algunas parejas no tienen problemas con esto.
6. Ellos siguen a rajatabla el código de vestimenta
En Latinoamérica, salimos a la calle con la ropa que más nos identifica. Pensamos en combinar nuestro atuendo, pero generalmente, no necesitamos preocuparnos por ninguna regla específica de vestimenta. Los cataríes, en cambio, no poseen esa misma libertad, pues su país tiene reglamentos sobre lo que los residentes y los visitantes pueden o no pueden usar, aun con las altas temperaturas, que perduran a lo largo de todo el año.
Usar un short o una minifalda, por ejemplo, es muy natural para nosotros. En Catar, lo normal son las prendas más conservadoras. Los hombres, además del traje tradicional, también pueden utilizar pantalones de vestir o una camisa en público. Cuando salen a la calle, las mujeres deben usar trajes que les cubran los hombros, los brazos y las rodillas, algo que no es necesario en hoteles y clubes privados.
7. Hay reglas a la hora de comer
Por allá, las buenas costumbres dictan que una manera de relacionarse es comer con los demás del mismo plato. Otro gesto de bienvenida es que alguien ponga comida en tu plato con las manos. Además de eso, los alimentos se suelen tomar con las manos (esto puede variar de casa en casa). Pero atención: solo la mano derecha debe ser utilizada para comer, pues la izquierda es considerada antihigiénica. Curioso, ¿verdad?
8. Un té con especias es la bebida favorita de los cataríes
Catar es una nación a la que le gusta beber té. Del mismo modo que nosotros, a lo largo del día, tomamos un cafecito en casa, ellos adoran disfrutar de una (¡o más!) tazas de té en un bar o una casa de té. Allá, ellos tienen el karak, introducido en Catar por expatriados indios y paquistaníes en la década de 1950. Se trata de una bebida que, en la versión tradicional catarí, mezcla té, leche, agua, azúcar y cardamomo, pero también puede incluir canela, clavo o jengibre. Suena delicioso.
El karak es una prueba de que las culturas de los países pueden sufrir cambios a lo largo del tiempo. Aunque la bebida no es original de Catar, sus moradores se enamoraron de ella cuando los extranjeros la llevaron, tanto que se volvió una fiebre. Además de ser sabrosa, aromática y muy fácil y barata de preparar, las especias pueden ser beneficiosas para la salud. Es por eso que el karak se encuentra en muchos establecimientos del país y también en los hogares.
9. No obstante, el café todavía tiene su lugar tradicional
Siendo Arabia un gran productor, el café está presente en la cultura de Catar y forma parte del folclore nacional. Para empezar, es un símbolo de hospitalidad, es servido como señal de bienvenida a los huéspedes y también en las fiestas y reuniones más tradicionales. Se acostumbra servir el café en una pequeña taza metálica sin asa y se considera un insulto llenarla hasta el borde. Por eso, sirven un máximo de tres cuartos de taza. Al visitante se le permite pedir más, pero no es común beber más de tres tazas.
Bono: Algunas películas pueden saciar la curiosidad sobre Catar
Para los que tienen curiosidad y quieren saber más sobre Catar, un buen consejo es mirar películas que se filmaron allí. El primer filme de la franquicia Transformers, por ejemplo, tiene escenas que muestran un poco del país. También Operación Fortune: El gran engaño, una película de espionaje y comedia protagonizada por Jason Statham. Parte de ella fue filmada en la capital, Doha, y muestra, por ejemplo, el Museo de Arte Islámico.
¿Qué costumbre tienes en tu país distinta a las que viviste en otros lugares?