Ahora lo vi todo
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15+ Mujeres cuentan qué las motivó a renunciar a las rutinas de belleza convencionales

Es cierto que el mundo cambia, así como las concepciones que se tienen sobre la hermosura. Sin embargo, la presión sobre las mujeres y los altísimos estándares de belleza siguen existiendo. Frente a ellos, muchas mujeres se cansaron y decidieron dejar de acatarlos, mostrándose tal y como son, y siendo felices por ello. Encontramos testimonios de chicas osadas que encontraron su propia forma de ser felices siendo ellas mismas. Por eso, quisimos compartir sus voces, y que sus historias sean la inspiración de otras.

Estas mujeres renunciaron a distintos tipos de depilación

  • Dora: Una vez decidí depilarme el área del bikini con cera. Sabía que dolería, pero no estaba preparada para el hecho de que las manos cariñosas de la profesional arrancaran la piel con el vello. No sé si el problema soy yo o es la depiladora, pero nunca más volveré a hacerme eso.

  • Luz: Durante seis meses fui a dos profesionales diferentes para hacerme depilación con azúcar en la zona del bikini. Las primeras veces me gustó: el vello crecía más lentamente, aunque la piel idealmente depilada solo se mantenía durante un par de días. Y luego los pelos comenzaron a crecer y a aparecer de a varios por cada raíz, ¡en manojos! Se volvieron más duros y oscuros. Debido a la irritación, usaba incluso la ropa interior con lágrimas. Ni hablar del afeitado entre las sesiones. Durante varios meses tuve que usar un recortador en lugar de una navaja, y curar e hidratar mi piel. Por supuesto que abandoné el experimento tan pronto como comenzaron los problemas. Por cierto, con el tiempo el vello comenzó a crecer menos, aunque igual más que antes de los procedimientos.

Estas damas ya no se hacen manicura de salón

  • Lara: Me cubrí las uñas con esmalte en gel durante 8 años seguidos, con un breve descanso mientras alimentaba a mi hija: no se agarraba a las uñas debido a las hormonas. Sobre todo me molestaba el hecho de tener que sentarme en el salón durante 2 horas, languidecía de aburrimiento. Pero no lograba decidirme a abandonar el procedimiento. Y luego los salones se fueron de vacaciones. Tuve que quitar yo misma el esmalte de las uñas que habían vuelto a crecer, y ya no me aplico más esmalte en gel y vivo en paz.

  • Ornella: Han pasado más de dos años desde que dejé el esmalte en gel. Nunca en mi vida he tenido problemas con mis uñas: siempre estaban brillantes, fuertes. Cuando comencé a hacerme la manicura con esmalte en gel, al principio me gustaba todo: se veía hermoso y duraba mucho tiempo. Solo que después de quitarlo, mis uñas, que una vez fueron excelentes, se convertían en una película delgada que no solo se rompía, sino que también dolía. Tenía que aplicar el esmalte en gel constantemente para sellar los delicados restos de uñas, o darles un descanso, superar el dolor, dejarlas recuperarse, pero luego estropearlas nuevamente con esta terrible herramienta. Ahora hago mi manicura sin recubrimiento y, si quiero, aplico el esmalte incoloro común en casa.

  • Anna: Tengo la piel fina y los capilares ubicados cerca de la superficie. Me cortaban durante casi todos los procedimientos de manicura. Algunas profesionales, además, se sorprendían de que me doliera y no reaccionaban a mis solicitudes de trabajar con más cuidado: después de todo, necesitaban quitar/limar/recortar en ese lugar. Era aún más difícil encontrar a mi profesional ideal porque cambiaba de lugar de residencia muy seguido. Una vez fui a atenderme con una chica novata, y convirtió mis hermosas uñas largas en muñones. Además, cortó la placa de la uña con mucha fuerza en algunos lugares, pero no pudo quitar todo el gel. Lloré de dolor y decidí salir de allí. ¡Y encima tuve que pagar el servicio! Desde entonces, me he estado haciendo la manicura yo misma o solo voy a que me limen las uñas, un procedimiento en el que todas las imperfecciones de la piel y de las uñas se liman ligeramente, en lugar de ser cortadas.

  • No me pinto las uñas porque suelo comer con las manos, sin cuchara ni tenedor. Si hago una manicura con esmalte en gel, la arruinaré enseguida. Además, no siento mis uñas y ni siquiera el aire si están tapadas. En mi opinión, las uñas sin esmalte se ven más elegantes. Pero me gusta ver videos instructivos en Internet sobre cómo hacer una manicura con esmalte en gel. Es todo un arte. © Anice Hassan / Quora

Una mujer que ignora los tratamientos de belleza populares

  • Diana: No me hago las uñas, las cejas, los labios, las pestañas y otras cosas por el estilo por varias razones. En primer lugar, creo que en el corazón de la industria de la belleza, está el deseo de ganar dinero con los complejos de las mujeres, y eso no me gusta. Alguien que se beneficiaba de esto inculcó en las mujeres la creencia de que sus pestañas y uñas naturales no eran lo suficientemente buenas por sí mismas y que todo eso debía ser modificado. De lo contrario, eres una mujer descuidada y guácala en general. En realidad, no creo que a nadie realmente le importe cómo son tus pestañas. Y puedes cuidar de tus cejas y uñas en casa. Pero esta es mi opinión exclusivamente, todos hacen lo que es importante para ellos. En segundo lugar, soy demasiado perezosa para pasar tiempo visitando salones, y esto también se aplica al dinero. Prefiero gastarlo en otras cosas más útiles e interesantes para mí.
  • La belleza envejece. Una bella mujer seguirá siendo bella por más de que sea vieja; simplemente se verá más grande. Pero no, la sociedad decidió que una sólo podrá ser bella a los 20 años y ya, y que eso debemos aceptarlo. © SallyHeap / Reddit
  • Uñas falsas, pestañas falsas, bronceado falso... Todo es falso. En donde vivo, las chicas comenzaron a andar sin maquillaje, y algunas incluso dejaron de depilarse. Esto quita parte de la presión que sienten las adolescentes. © justnotmything94 / Reddit

Estas mujeres cambiaron su actitud hacia los cosméticos de una manera u otra

  • Tati: Hace 3 o 4 años, salir a la calle sin base era algo inimaginable para mí. Incluso si iba a hacer ejercicio, a una tienda o al mercado, me maquillaba al menos mínimamente y llevaba miniaturas de maquillaje a todas partes para renovarlo si era necesario. Pero en verano hace calor y es una tontería ir maquillada al gimnasio. Poco a poco, comencé a probar salir sin taparme los granitos (a los que, como resultó, era la única que prestaba atención). Y ¡oh, milagro!, me di cuenta de que la diferencia no era tan notable. Ahora no entiendo de qué se trataban todos esos bailes con pandereta alrededor de una piel más o menos normal. Todavía uso maquillaje para algunos eventos, pero los días cotidianos me las arreglo con una crema hidratante con efecto matificante.
  • Anastasia: El uso de cosméticos nunca me ha proporcionado demasiado placer. La base dejaba la sensación de que el rostro estaba cubierto de celofán. La máscara de pestañas se desmoronaba constantemente y entraba en los ojos: no te los podías frotar, y si de repente llorabas, tus pestañas se convertían en palitos. Siempre sentí las sombras en los párpados, y por su “pesadez” me empezaba a doler la cabeza. Pensé: “¿Para quién hago todos estos sacrificios?”, y simplemente tiré todo mi maquillaje. No me he maquillado en absoluto durante más de cuatro años, ¡y me siento genial! Sí, estar bellamente pintada es divertido, pero para mí la belleza natural es igualmente atractiva.
  • Margarita: Empecé a usar la base en octavo grado. Después de todo, la gente a tu alrededor argumenta que una chica debe verse bien arreglada y atractiva. En el primer año de la universidad, despertarme más temprano para maquillarme se hizo cada vez más difícil, así que comencé a usar cada vez menos maquillaje. En algún momento, mi perspectiva sobre la vida comenzó a cambiar, y cada vez con más frecuencia me hacía las preguntas: “¿Por qué ’arreglarse’ significa cubrir los granitos con una base? ¿Por qué siquiera hace falta cubrir los granitos?”. Todos los tienen y los chicos no se molestan en absoluto. Son unos estándares de belleza unilaterales. En cambio, comencé a tratar mi piel, a limpiarla y a hidratarla adecuadamente y cambié mi dieta. Seguían apareciendo erupciones, pero con mucha menos frecuencia, y no me molestaban en absoluto. Ahora no uso nada para ocultar mi piel, no pierdo el tiempo en las mañanas y no tengo miedo de ensuciarme la ropa.
  • Nunca me gustó el maquillaje. No lo usaba cuando era adolescente, y tampoco lo hago ahora. Ni siquiera uso maquillaje cuando voy a trabajar. Me encanta vestirme para acontecimientos especiales y esta es la única ocasión en que me maquillo con delineador de ojos, rímel y lápiz labial. Tampoco uso joyas. Nunca me gustaron. No tengo idea de por qué me perforé las orejas. Incluso me cansé del piercing del labio. Me tomó un tiempo acostumbrarme a mi anillo de bodas. Empecé a usar aretes con regularidad solo porque son pequeños y son un regalo. No odio el maquillaje, simplemente no soy apta para usarlo. © Ekaterine Iberi / Quora
  • No me maquillo. Pero no porque no quiera, sino porque no sé cómo hacerlo. Hay videos en YouTube que enseñan a maquillarse, pero soy demasiado perezosa para verlos. Mi hermana sabe mucho del tema, pero nunca le pregunto. Me siento incómoda porque ella es 5 años mayor que yo y siempre me mira como a una hermana pequeña. Por último, pero no menos importante, ¡es caro! Quiero decir, me gusta gastar dinero en comida, libros y cositas que me hagan feliz, no en maquillaje. Mucha gente piensa que soy simplemente perezosa, pero de hecho amo mi rostro sin ningún producto cosmético. © Emma Neko / Quora
  • Siempre me maquillé, y mucho. Me aplicaba capas y capas de productos; pasaba horas intentando lograr un rostro perfecto, porque siempre me dijeron que era lo que debía hacer. Esto fue así durante años. Un día dejé de maquillarme. Al principio, mis pestañas -pequeñas y claritas- me daban inseguridad, y sólo por eso me ponía máscara de pestañas. Ahora ni siquiera lo hago. Le doy más importancia a ponerme protector solar y a hacerme tratamientos faciales. Fue tan liberador. Antes no me gustaba cómo me veía; ahora no puedo imaginarme de otra manera. Amo cómo luzco. Amo mi rostro al natural. © gabigale23 / Reddit

Y esta chica dejó de arreglarse las cejas

  • Elena: No quería depilarme las cejas, y la primera vez que lo hice fue recién a los 15 años: me persuadió una amiga. Todas en la clase se venían depilando las cejas desde los 10 años. Yo también me las terminé depilando, pero luego las dejé crecer sin ningún problema y me decidí por la forma que mejor me quedaba. Este año decidí volver por completo a mi contorno de cejas natural que, en mi opinión, era bastante bonito. Así que dejé de usar las pinzas durante unos meses. Mi novio me apoyó y dijo que mis cejas son asunto mío y que a él le gustarán de cualquier forma. Ahora recién voy por la mitad del camino, pero estoy decidida a seguir así.
  • Como mujer con cejas muy tupidas, semana tras semana debía depilarme el entrecejo para impedir que se unieran en el medio. Pasé toda mi adolescencia avergonzada de cómo se veían. Ahora estoy orgullosa de cómo lucen mis cejas. © Only_Director_9115 / Reddit

¿Cómo está compuesta tu rutina de cuidado personal? ¿Qué elemento consideras infalible?

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