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6 Errores que agradecerás evitar al momento de elegir un brasier

Si usas sostén, es probable que coincidamos en una cosa: usarlo no es lo mejor ni lo más cómodo que hay. ¿Pero por qué es así? No se trata de un aparato de tortura ni mucho menos, por lo que, las molestias y los problemas suelen ser producto de una mala elección de talla o de modelo. ¡El brasier es tu amigo, solo necesitas comprenderlo bien! Por ello, te compartimos algunos de los tips que vale la pena tomar en cuenta, si quieres que tus senos estén contentos.

1. No dejar un espacio de al menos dos dedos entre tu piel y la banda media

Algo que no es conocido por muchas personas es que un sostén que se ajuste adecuadamente debe permitir colocar dos dedos entre la banda del medio y la piel. Si no se cumple esta condición, el sujetador quedará demasiado ceñido y generará una gran incomodidad. Si por el contrario, el espacio disponible es mayor, esto es indicio de que el sujetador es demasiado grande y puede producir una irritación intensa por la fricción entre la tela y la piel.

2. Cerrar el brasier abrochándolo en el último gancho

Es frecuente que al comprar un sostén, algunas mujeres cometan el error de utilizar el gancho más ajustado durante la prueba. Lo recomendable es usar el broche en el primer gancho, que es el más holgado. Los ganchos medios y finales deben reservarse para cuando la tela se afloje por el uso diario y el lavado, de manera que puedas seguir ajustando cómodamente el sostén.

3. Elegir un modelo que no te dé libertad de movimientos

Si sientes que estás atrapada y no puedes mover tus hombros o agacharte cómodamente mientras usas un sostén, significa que es demasiado pequeño para ti. Como ya hemos mencionado, un sostén inadecuado restringe el movimiento, aprieta en lugares inapropiados, obstruye la circulación sanguínea y puede incluso dificultar la respiración. En el caso de personas de menor estatura, las correas y las copas pueden moverse y necesitar ajustes frecuentes.

4. Seguir comprando un número o modelo que te cause dolor en las costillas o en la espalda

Sentir dolor en la espalda o en las costillas, aunque no haya marcas visibles en la piel, es una señal de que es posible que estés usando la talla de sostén equivocada. Esto se debe a dos factores: en primer lugar, si el sostén es demasiado pequeño y aprieta, puede forzar los hombros y comprimir las costillas; y en segundo lugar, si el sostén es demasiado grande, no proporcionará el apoyo adecuado para el peso de los senos.

5. No verificar la posición correcta de la varilla de la copa

Los sujetadores con varillas son una buena opción para brindar mayor soporte y forma a los senos. Sin embargo, para que resulten cómodos, es importante asegurarse de que las varillas no se apoyen en los senos, sino que rodeen y se apoyen directamente en el tórax. De lo contrario, las varillas pueden causar molestias y dolor a lo largo del día.

6. Elegir un modelo que apriete y te haga sudar mucho

Es común sudar durante todo el día en clima cálido. No obstante, si la zona de los senos presenta una sudoración excesiva incluso en temperaturas moderadas, podría ser una señal de que el sostén que usas no es del tamaño correcto. Si el sostén es demasiado pequeño, puede ejercer presión y rozar la piel, lo que interfiere con el intercambio de calor con el medio ambiente y resulta en sudoración excesiva. Esto puede causar incomodidad e irritación en la piel.

Bono: los senos de las mujeres embarazadas necesitan más soporte

Durante el embarazo, el cuerpo femenino experimenta cambios significativos, especialmente en los senos, debido a la producción de leche materna. Por esta razón, es importante cambiar la talla del sostén con frecuencia y, a veces, elegir un modelo diferente al habitual. Los tirantes deben ser más anchos para adaptarse mejor al peso de los senos y brindar mayor comodidad. Además, el relleno puede ayudar a evitar molestias.

Aunque suele recomendarse lo contrario, las mujeres embarazadas pueden optar por dormir con sostén, ya que esto puede aliviar el dolor. Lo ideal es elegir modelos cómodos, confeccionados con tejidos transpirables, sin copas ni varillas.

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Muchas veces no es la ropa la que luce mal, sino cómo lo usamos. Esto aplica desde la ropa interior. Usar sostén puede ser beneficioso si se hace de la manera correcta, por lo que vale la pena conocer algunas reglas generales para que se convierta en tu mejor amigo.

Sepamos lo que funciona mejor para cada quien y así, ¡la ropa interior jamás será un problema!

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