21 Fotos que prueban que los padres del mundo animal también pierden la paciencia
Tener hijos puede ser toda una aventura con buenos y malos momentos, pero esta experiencia no es exclusiva de los humanos, ya que los animales, aunque sea de manera un poco distinta, también viven la travesía que es traer criaturas al mundo y aunque no lo digan con palabras, con sus caras y acciones nos pueden decir: “¡¿Dónde devuelvo a este cachorro?!”
1. “Primer día como mamá... está agotada”
2. “Ser madre puede ser realmente agotador”
3. “La gata de mi amiga lamentando tal vez su maternidad”
4. “Las alegrías de la maternidad”
En el mundo animal, la maternidad presenta una gran variedad de métodos, desde las madres que ponen huevos en las copas de los árboles o en el fondo del mar, hasta aquellas que dan a luz a crías vivas después de embarazos prolongados. Muchas madres están solas, pero algunas tienen la ayuda de nodrizas o padres dedicados, mientras que otras tienen que enfrentarse a infanticidas. Los lazos entre madres e hijos son diversos: las leonas pueden vivir con sus hijas durante toda su vida, mientras que las focas de Groenlandia deben proporcionar todos los cuidados maternales en menos de dos semanas. Algunas madres, como los pulpos, se sacrifican para asegurar la supervivencia de su progenie. Mantener a las crías con vida hasta que alcancen la adultez es un gran desafío, y las madres también deben enseñarles cómo comportarse como su especie. La mayoría de las madres animales sacrifican mucho para criar a sus hijos, y esta galería de fotos rinde homenaje a algunas de estas heroínas de la maternidad animal.
5. “Todos en fila”
6. “Este gatito siente lo mismo. ¡Nunca se cansa de estar con mamá, la llena de caricias y de besos!”
7. “¿Qué estará pensando esta mamá?”
8. “Pequeño pícaro”
En el reino animal, las madres son muy abnegadas, siendo raras las perras que rechazan a sus cachorros debido a predisposiciones genéticas de ciertas razas. Las razas creadas por el ser humano con fines estéticos, a menudo no tienen desarrollado el instinto maternal. Además, puede haber complicaciones durante el parto en crías que nacen con malformaciones genéticas debido a cruces consanguíneos, especialmente en razas finas.
Los dueños deben evaluar la salud de los machos y hembras antes de decidir reproducirlos, aunque lo mejor es la castración. Las perras pueden tener hasta 15 cachorros en una camada y su gestación dura entre 45 y 55 días, mientras que la de las gatas dura de 58 a 67 días. Después del parto, tanto las crías como la madre deben estar en un espacio tranquilo y adecuado, sin la presencia del macho ni de otras personas, especialmente niños, al menos durante los primeros 15 días. Se recomienda que un veterinario supervise el desarrollo de los cachorros y se asegure de que sean adoptados por hogares responsables que estén dispuestos a cuidarlos durante toda su vida.
9. “La gata callejera del barrio tuvo gatitos”
10. “Ni siquiera tuvo perritos...”
11. “Ser madre puede ser motivo de sufrimiento...”
12. “Minnie se ocupa no solo de sus hijos, sino también de los gatitos de su mejor amiga que falleció, y de dos gatitos de bengala”
La crianza de los cachorros de perros y gatos es responsabilidad exclusiva de la madre, ya que los machos no participan en esta tarea, incluso en la búsqueda de alimento. En la naturaleza, son las hembras las que se encargan de cazar para sus crías, mientras que los machos lo hacen solo para sí mismos. Aunque estén enfermas o desnutridas, las hembras emplean sus últimas fuerzas para garantizar la supervivencia de sus hijos, demostrando una gran abnegación.
En el caso de los gatos machos que viven en la calle, solo participan en el apareamiento y luego descuidan a sus crías. Continúan buscando otras hembras en celo para perpetuar la especie. Si el macho vive en una casa, podría desarrollar un vínculo más cercano con la hembra y demostrar afecto hacia los cachorros, asumiendo su cuidado.
Además de proveerles alimento, higiene y protección, la madre les enseña a sus crías las primeras lecciones de vida para desarrollar sus instintos naturales, como buscar comida y protegerse de los depredadores. Por ejemplo, muchos gatos no pueden bajar de los árboles si fueron separados tempranamente de su madre, quien les enseñó a hacerlo, perdiendo así esta habilidad con el tiempo.
Tanto las perras como las gatas enseñan a sus cachorros a socializar con otros animales y humanos, así como hábitos positivos y la base del lenguaje durante los tres primeros meses de vida. Por lo tanto, no se recomienda separar a la madre de sus hijos antes de este período, ya que esto puede llevar a problemas de conducta como la agresividad y afectar su temperamento estable durante toda su vida.
13. “Una mamá muy paciente con su cachorrito salvaje”
14. “Una mamá cansada”
15. “El Animal Pad (San Diego) ha salvado a muchas madres encintas estos últimos meses. Tomo las fotos de su adopción cuando los cachorros han crecido lo suficiente. Esta es mamá Lucy con sus bebés”
16. “Gloria, la zarigüeya”
17. “Chicos, tan solo déjenme dormir un rato...”
Las perras pueden tener cachorros a lo largo de su vida, ya que siempre están en celo. Esta característica se debe a su herencia de las lobas, las cuales desarrollaron esta capacidad para garantizar la supervivencia de la especie. Algunas hembras caninas pueden presentar embarazos psicológicos después de cada celo, lo cual asegura su producción de leche en caso de que sea necesario amamantar a cachorros de otra hembra, un comportamiento similar al de las manadas de lobos.
Tanto las perras como las gatas tienen un fuerte instinto maternal que les permite criar y amamantar a cachorros ajenos e incluso de otras especies, si no han sido castradas y han tenido camadas previas. Cuando se separan a los cachorros de sus madres, estas suelen sentir tristeza y pasar varios días buscándolos.
