Ahora lo vi todo
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Una hembra de cocodrilo da a luz a pesar de que llevaba 16 años viviendo sola

La naturaleza ha demostrado una vez más que la vida siempre encuentra un camino. Una hembra de cocodrilo ha dado a luz huevos fecundados, a pesar de haber vivido sola durante los últimos 16 años.
Es la primera vez que se comprueba que un cocodrilo puede tener descendencia sin aparearse, y ahora afirman que los dinosaurios podrían haber sido capaces de hacer lo mismo.

Los cuidadores de un zoológico de Costa Rica descubrieron que una hembra de cocodrilo americano de 18 años, un depredador de hasta 6 metros, estaba cuidando una nidada de 14 huevos en su recinto, a pesar de no haber visto un macho en más de una década. No es infrecuente que los cocodrilos solitarios hembras pongan huevos no fecundados que suelen desecharse; sin embargo, los investigadores se sorprendieron al descubrir que siete de ellos estaban fecundados.

Aunque los huevos no eclosionaron luego de tres meses de incubación, se descubrió que uno de ellos contenía un feto hembra completamente formado que era casi genéticamente idéntico a su madre.

Según Warren Booth, profesor asociado de la Universidad Tecnológica de Virginia, quien dirigió el estudio, este descubrimiento podría ofrecer “tentadoras perspectivas sobre las posibles capacidades reproductivas de los parientes arcosaurios extintos de los cocodrilianos”, incluidos los dinosaurios.

Los cocodrilos se separaron de la línea evolutiva que lleva hacia los dinosaurios hace unos 240 millones de años; y, a su vez, dentro del inmenso grupo de los dinosaurios, están incluidas todas las aves modernas.

Tal vez valga la pena aclarar que el “nacimiento virginal” no es producto de la intervención divina ni de las visitas furtivas de los cocodrilos machos del zoo, sino de un proceso natural llamado partenogénesis facultativa. Se trata de la capacidad que tienen algunos animales de producir descendencia sin necesidad de reproducción sexual.

La partenogénesis facultativa no debe confundirse con lo que se conoce como “almacenamiento de esperma a largo plazo”, en el que un animal puede producir descendencia mucho tiempo después del apareamiento. Para este caso en especial, los investigadores utilizaron análisis genéticos para demostrar que no hubo participación masculina alguna. Es decir, el embrión hembra era genéticamente idéntico a su madre en un 99,9 %, lo que demuestra que no tenía padre.

Los cocodrilos carecen de cromosomas sexuales —los componentes X e Y de nuestro ADN—; lo que determina cuál será el sexo de las crías es la temperatura a la que se incube el huevo. Por encima de los 33 ºC o por debajo de los 30 ºC, el 100 % de los huevos de cocodrilo se convertirán en hembras, mientras que alrededor de los 31,5 ºC las crías son mayoritariamente machos.

Las formas que tienen los animales de reproducirse son de lo más diversas. En el caso de los mamíferos, por ejemplo, los embarazos pueden durar desde semanas hasta varios años.

Imagen de portada Pixabay / Pexels
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