10 Compras “inocentes” que nos hacen gastar dinero silenciosamente
Muchas veces creemos que por gastar dinero de a poquito en ciertas cosas, no estamos dejando un montón de nuestro presupuesto en el camino. La verdad es que comprar ciertos productos, en lugar de sustituirlos por otros más duraderos, termina siendo más peligroso que mezclar leche con frijoles. A final de mes, nos damos cuenta de que habría sido mejor ahorrar un poco más para no andar ahora juntando moneditas. Siendo así, ¿qué mejor que conocer la información correcta desde el inicio?
1. Jabón líquido
El jabón líquido prácticamente ha expulsado a su homólogo sólido de nuestros hogares. Sin embargo, casi no hay razones objetivas por las que valga la pena pagar de más. Los fabricantes hace mucho que tuvieron en cuenta la propiedad secante de la barra de jabón, por lo que actualmente puedes encontrar opciones más amigables con la piel. Y la opinión de que el jabón en barra es un caldo de cultivo y portador de bacterias ha sido desacreditada por los científicos. Por lo tanto, el jabón sólido gana por un margen significativo en todos los frentes.
2. Productos para uso futuro
Los descuentos y las diversas promociones a menudo nos empujan a comprar más productos de los que realmente necesitamos. Sin embargo, esto a menudo conduce a que tiremos parte de la comida a la basura, lo que hace que los beneficios se esfumen. Afortunadamente, hay muchas formas de prevenir esta situación. Hacer una lista de compras (para evitar gastos impulsivos), comprar parte de las verduras congeladas, planificar el menú y hacer preparaciones previas te permitirá lograr un consumo más consciente.
3. Almohadillas de algodón
Para quitar el maquillaje, por regla general, se requiere más de una almohadilla de algodón, por lo que los paquetes se consumen con bastante rapidez y tenemos que comprar nuevos al menos una vez cada dos semanas. Pero las almohadillas de algodón estándar han sido reemplazadas hace mucho tiempo por opciones mejoradas que no solo nos permiten ahorrar dinero, debido al hecho de que son reutilizables, sino que también son más adecuadas para las pieles sensibles. Ya existen discos de bambú, franela y algodón, así como discos de microfibra, que solo necesitan lavarse después de su uso.
4. Ropa para ocasiones especiales
En el fondo de los armarios y de los cajones, todo el mundo encontrará atuendos que ya no le quedan o que están pasados de moda, y suele haber prendas completamente nuevas que nunca nos hemos puesto. De acuerdo con ciertas investigaciones, la gente compra ropa un 60 % más que hace 15 años. Al mismo tiempo, se sabe que alrededor del 12 % de las prendas que hay en los guardarropas de las mujeres no se usan en absoluto. Todo esto indica que la ropa es claramente una gran pérdida de dinero, lo que significa que vale la pena ser más crítico con las compras. Por ejemplo, considera la idea de emplear un armario cápsula, que reducirá la cantidad de ropa que usas.
5. Toallas de papel
La idea de usar toallas y paños desechables para limpiar las superficies, especialmente en la cocina, es tentadora; pero cuando se trata de ahorrar, se hace evidente que esta no es la mejor opción. Quizás, como en el caso de las almohadillas de algodón, un pequeño pago excesivo por ellas en un principio nos parezca una nimiedad, pero a largo plazo esas toallas pierden ante los trapos de microfibra.
6. Bistecs y mezclas para ensaladas listas para usar
Los filetes de carne y pescado, las verduras picadas y las mezclas para ensaladas son algunos de los ejemplos más sorprendentes de cómo los fabricantes y los comercializadores se benefician de la pereza crónica de sus consumidores. A pesar de los ahorros de tiempo y esfuerzo, no es rentable en absoluto comprar estos productos de forma continua. Además, las verduras lavadas tienen una vida útil significativamente reducida, y en algunas frutas peladas y picadas, debido al contacto con el oxígeno, la cantidad de nutrientes se reduce por completo.
7. Agua embotellada
En un principio, la diferencia de precio entre una botella grande de agua y un filtro para agua corriente impresiona, y no a favor de este último. Sin embargo, a largo plazo la instalación de un filtro es, sin duda, más rentable. Por supuesto, la frecuencia del cambio de filtro depende de la calidad del agua en la región. Pero, en promedio, los cartuchos se reemplazan cada seis meses o un año, lo que significa que dicho sistema, en cualquier caso, gana esta disputa económica.
8. Suscripción al gimnasio
Comprar una membresía anual y luego ignorar las clases de gimnasia es en realidad un problema bastante común. Según las encuestas, al final de cada año, alrededor del 37 % de las personas se comprometen a practicar deportes con más frecuencia. Sin embargo, también se sabe a través de las investigaciones que más de la mitad de los inscritos en los gimnasios casi no concurren allí, aunque renuevan la membresía año tras año. Entonces, ¿vale la pena seguir tirando dinero por el desagüe si puedes invertirlo en otras actividades?
9. Chucherías cosméticas
Crema anticelulitis, rímel para pestañas inferiores, sombras de un solo color: la industria de la belleza está constantemente creando trucos para sorprendernos y obligarnos a comprar más productos. Por lo tanto, es importante mantener el pensamiento crítico para ahorrar dinero y consumir de manera inteligente. Hace mucho que se ha demostrado que la eficacia de las cremas anticelulíticas es un mito, que las paletas de sombras de ojos son más rentables y más convenientes, y que la existencia de un rímel específico para las pestañas inferiores desafía cualquier explicación. Es recomendable estudiar la información que traen los productos cosméticos y evaluar críticamente su importancia.
10. Champús y geles de ducha en botellas de plástico
Los geles de ducha y los champús generalmente se venden en frascos resistentes que pueden durar mucho más tiempo que su contenido. Por lo tanto, no es necesario comprar botellas nuevas cada vez que se termina el producto, puedes adquirir repuestos en su lugar. Gracias a su envase blando, suelen ser más económicos que el producto estándar. Si además usas juegos especiales de dispensadores para el baño, no hay necesidad de que compres una botella de plástico con dispensador.