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8 Trucos psicológicos para lograr que nuestros hijos nos tomen en serio

Llegas a tu casa de trabajar, un poco cansado, y te encuentras con los restos de una guerra de almohadas, un concurso de cocina y un tsunami en la bañera... todo en el mismo lugar. ¿Qué es lo primero que les dices a tus hijos? Si tu respuesta se relaciona con los gritos o el caos, este artículo podría ser útil para ti.

En Ahora lo vi todo nos esmeramos en encontrar 8 trucos psicológicos para aplicar mientras les hablas a tus hijos con la intención de que, de una vez por todas, se convenzan de hacerte caso... o al menos un poco más.

1. Centra la atención de tu hijo en ti

Puede que los niños que se han aficionado con el juego o la pelea no te noten mientras les hablas e ignoren tus palabras e incluso tus gritos. Para que tu hijo te haga caso y lograr que se centre en lo que estás diciendo, tienes que agacharte o inclinarte hacia él y poner tu mano suavemente sobre su hombro. De este modo, habrá más posibilidades de que seas escuchado.

2. Habla susurrando

Nos parece que gritar es más eficaz, pero los niños se acostumbran rápidamente a los gritos de sus padres y dejan de reaccionar a ellos. Por lo tanto, si están haciendo ruido y jugando en la recámara, entonces intenta decirles algo susurrando. Este método funciona muy bien con los niños pequeños, pero también puede servir con adolescentes y adultos.

Resulta que para comprender una frase pronunciada en un susurro, se requiere más esfuerzo mental, y esto hace que una persona se distraiga de otros asuntos y escuche con más atención las palabras del interlocutor. Además, pensamos instintivamente que susurrando se pronuncian frases importantes. A menudo, para los niños, la voz tranquila puede tener un efecto calmante, así que puedes susurrarles para simplemente reducir su ansiedad.

3. Permite que tu hijo controle la situación

Tienes que usar con más frecuencia las frases “cuándo-entonces” a la hora de hablar con tus hijos. De esta manera, comprenderán que pueden controlar la situación y que solo depende de ellos con qué rapidez lograrán lo que quieren. Aplica tales construcciones si quieres que tu niño haga algo: “Cuando termines de ver las caricaturas, lava tus trastes”.

4. Limita la información

El cerebro de los niños menores de 7 años no puede almacenar más de 1 a 2 fragmentos de información, y los más grandes y adultos pueden percibir hasta 3 o 5 fragmentos. Por lo tanto, no tiene sentido decirle a tu hijo varias frases a la vez. Es mejor componer todo lo importante que deseas decir en una o dos y transmitir las reglas de seguridad poco a poco, evitando sobrecargar el cerebro de los niños con un montón de consejos e instrucciones.

5. Presta atención a ti mismo: si tiendes a quejarte o no

Si tus hijos te ignoran, entonces es posible que les estés gritando con demasiada frecuencia o simplemente te quejes. Pero no tienes que quejarte, ya que:

  • Esto hace que el niño se sienta incapaz de hacer nada.
  • Los niños comprenden que los están manipulando y se alejan de sus padres.
  • Te hacen aún menos caso.
  • Tus quejas simplemente los molestan más.
  • Los niños pronto aprenden que solo necesitan esperar a que te tranquilices y el problema se resolverá por sí solo.
  • Tanto tu hijo como tú se centrarán únicamente en el lado negativo del problema y no en su solución.

En lugar de quejarte tantas veces por los calcetines sucios tirados en el piso o platos dejados en la mesa, intenta elogiar a tu hijo o hija por cualquier acción realizada correctamente. Y si necesitas algo de él o ella, entonces piensa en instrucciones claras y advierte sobre las consecuencias solo una vez.

6. Hazles caso a tus hijos

Aprende a hacerle caso a tu hijo o hija sin interrumpirlo ni distraerte con asuntos ajenos, películas o mensajes de texto. Esto creará la base para la confianza entre ustedes. De esta forma, tu hijo se sentirá comprendido y estará más dispuesto a escucharte. Aunque lo descubras haciendo malas acciones, deja que te explique todo. Pregúntale qué siente y qué fue lo que le impulsó a hacerlo. Y solo después de todo puedes darle un consejo.

7. Haz que piensen por sí mismos

En lugar de repetirles muchas veces a tus hijos las reglas de seguridad, que de todos modos no recordarán por completo, trata de forzar su memoria. Pregúntales cómo actuar en una situación particular o cómo deben reaccionar ante un problema en específico. De esta forma, aprenderán mejor la regla y tú, al haberles recordado un consejo útil durante su conversación, no te verás obligado a repetir todo.

8. Debes querer a tu hijo tal y como es

Es muy posible que un padre que se enoja con su hijo solo por hurgar su nariz o hacer un berrinche en la tienda tenga problemas con la autoaceptación y no con el niño. Le da vergüenza que alguien pueda pensar que él (o ella) es un mal padre (o madre). Para aprender a aceptar a tu hijo con todas las desventajas (y esta es la base de la confianza), primero debes aceptarte a ti mismo.

A pesar de que el comportamiento de tu hijo esté lejos de ser perfecto ahora, no debes dudar de que en un futuro se convertirá en una buena persona. Quiérelo con todas sus imperfecciones. Si siente constantemente tu apoyo, escuchará tu opinión.

¿Te habría gustado saber estos trucos antes? ¿Tienes otro para compartir?

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