10 Cosas que puedes hacer para enseñar a tus niños a ser independientes
Por lo general, cuando tenemos hijos, queremos que tengan la mejor vida posible, en la que no tengan que tomar decisiones difíciles y no sufran ningún daño. Aunque las intenciones son buenas, el sobreproteger a los niños puede tener repercusiones negativas en su desarrollo como adultos, y por esto es importante dejar de lado nuestros deseos, parar inculcarlos con las herramientas adecuadas para que se enfrenten al mundo.
En Ahora lo vi todo reunimos tips y consejos para ir enseñándole a tus pequeñines a ser su propia persona, llena de confianza y determinación.
1. No hacer las cosas por ellos
En algunas situaciones, quizás tengas prisa y sea más simple hacer las cosas tú mismo en vez de esperar a que los niños las hagan. Pero, este tipo de conducta puede traer consecuencias negativas en torno al desarrollo de la independencia de los pequeños en el largo plazo. Los niños aprenden con la práctica y los errores, por lo tanto, es muy importante darles la oportunidad de hacer cosas por ellos mismos y no privarlos de estos momentos de aprendizaje. Además, estarás fomentando el descubrimiento de la autoconfianza y la seguridad en sí mismos.
2. Celebrar sus logros cotidianos
Puede ocurrirnos que estamos tan inmersos en nuestras actividades cotidianas que perdemos de vista los logros de nuestros niños. Es importante tener en cuenta que los más pequeños de la casa necesitan que les prestemos atención y les brindemos un reconocimiento cada vez que alcanzan una meta. Y no se trata de logros enormes, como ganar un torneo de fútbol o convertirse en campeón de alguna competencia de matemáticas, nos referimos a progresos más chicos, como terminar solos una tarea escolar o lavarse correctamente los dientes. Si estamos ahí para festejar estos avances, los ayudaremos a mejorar su autoestima.
3. Permitirles ayudar en las tareas del hogar
Los niños pueden aprender mucho de su experiencia en las tareas del hogar. Involucrarse en ellas les ayuda a comprender qué es lo que tienen que hacer para cuidar de sí mismos, de la casa y de su familia. Además, les da la posibilidad de sentirse responsables y competentes. Por supuesto que no todas las tareas son adecuadas para todas las edades, aquí te dejamos algunas ideas de acuerdo a la etapa en la que estén tus retoños:
2 a 3 años
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Levantar libros y juguetes del suelo
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Colocar manteles individuales en la mesa
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Guardar la ropa
4 a 5 años
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Poner la mesa
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Ayudar en la preparación de la comida (con supervisión)
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Ayudar con las compras y el orden de los productos
6 a 11 años
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Regar las plantas
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Sacar la basura
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Aspirar el piso
4. Dejarlos tomar pequeñas decisiones
La toma de decisiones es una de las habilidades más importantes que los niños deben adquirir para convertirse en adultos maduros y saludables. Lo ideal es ofrecerles una serie de opciones entre las cuales decidir e ir aumentando esas opciones a medida que crecen. Por ejemplo, si vas a la tienda con un pequeño de 3 años que quiere que le compres todas las golosinas, podrías decirle que no puede llevarse todo, pero sí tiene la posibilidad de elegir entre dulces, refrescos y snacks.
Otra buena idea para fomentar la toma de decisiones en nuestros hijos es dejarlos que elijan la ropa que desean usar. Esto les ayudará a fortalecer la autoestima, expresar sus opiniones y te facilitará las cosas a ti.
5. Traer una mascota a la casa
Esponjosas y adorables, las mascotas tienen múltiples beneficios para el desarrollo de los niños. Pero, a la hora de traer un animalito a la casa, es importante que los pequeños entiendan todas las responsabilidades que esto conlleva. Alimentar a la mascota, por ejemplo, podría ser una buena forma de que los niños practiquen el rol de cuidadores. Además, jugar con el animal puede mejorar las habilidades sociales de nuestros retoños y reforzar su estima propia.
6. Al menos una vez al mes, ponerles un nuevo desafío
Afrontar desafíos es muy importante para que los niños se sientan seguros de sí mismos. Por eso, una buena opción es proponerles nuevos retos que sean capaces de superar de acuerdo a su edad, capacidades y desarrollo. A un niño de 3 años, por ejemplo, podrías pedirle que se vista solo, que haga un dibujo o que cante una canción.
7. Ser paciente y no criticar sus intentos
Cuando hacemos algo por primera vez, lo más probable es que nos equivoquemos y debamos hacer varios intentos hasta lograr lo que buscamos. Si eso nos sucede como adultos, imagínate si no puede ocurrirles a los niños. Por eso, es fundamental que tengamos paciencia con ellos y elogiemos sus intentos en vez de criticarlos. La crítica y la corrección constante solo lograrán que los pequeños se formen una mala imagen de sí mismos y se sientan incapaces. Aplicado de manera oportuna y medida, el elogio puede ser una gran herramienta para potenciar la autovaloración de los niños y criar personitas seguras y maduras.
8. Enseñarles cómo hacer una tarea para que la interioricen mejor
Tú eres el primer maestro de tu niño, así que, si quieres que realice alguna tarea en especial, deberías enseñarle primero cómo hacerla. De lo contrario, el pequeño podría frustrarse y no realizarla simplemente porque no sabe cómo llevarla a cabo. En primer lugar, cuéntale qué tiene que hacer; en segundo lugar, muéstrale cómo hacerlo y, en tercer lugar, repasa el paso a paso. En general, los niños aprenden mucho mejor si pueden ver a los adultos hacer las cosas. Si le das el ejemplo, el pequeño se sentirá más seguro y confiado y no sentirá que está encarando un camino completamente a ciegas.
9. Escucharlos y explorar sus miedos
Los miedos en la infancia son completamente normales. Sin embargo, como adultos, debemos estar al tanto de los temores de los niños, escucharlos y transmitirles seguridad. Es clave que los pequeños puedan contarnos con confianza sus sentimientos más profundos y que les hagamos saber que tener miedo es una parte natural de cualquier reto. Una buena idea para aplacar el temor es explicarles cómo logramos superar algún desafío con un ejemplo personal.
10. Fomentar su autonomía mostrando fe en sus capacidades
Este punto se resume en una frase simple: si tú crees que puede hacerlo, el niño también lo creerá. Estamos acostumbrados a marcarles el camino, enseñarles y guiar a los pequeños. Incluso podríamos pensar que son los niños los que tienen que confiar en los adultos y no viceversa. Pero sí, deberíamos confiar más en ellos, en sus fortalezas y deseos y, además, transmitirles nuestra fe en sus capacidades. Esta es la mejor manera de criar personas seguras con la autoestima fortalecida.
¿Cuál de estas técnicas has intentado? ¿Cuáles son tus mejores consejos para formar a niños independientes?