12 Personajes de películas que exhiben más banderas rojas que un torero
La idea general es que un protagonista debe tener una personalidad sobresaliente, que conmueva a la audiencia para que esta se ponga de su lado y celebre su victoria. Y siendo honestos, en la mayoría de los casos, ha salido bien. No obstante, estas simpáticas figuras no se libran de ciertos comportamientos que encontraríamos reprochables si no fuera porque disfrutamos la trama en pantalla.
En Ahora lo vi todo decidimos reexaminar personajes populares del cine y la televisión con los que muchos simpatizan, pero a los que les encontramos uno que otro detalle no tan admirable.
1. Jon Snow, de Game of Thrones
Jon Snow se muestra como un héroe incomprendido y solitario. A lo largo de la serie, defendió el honor y la dignidad y la firmeza de las normas y los principios. Muchos vieron a Jon como un posible líder e incluso un futuro rey. Pero él no lo fue, lo cual puede haber sido para mejor.
Después de todo, a veces Jon seguía ciegamente sus propios principios, mientras que un líder debe ser flexible. Era un mal estratega, demasiado blando para un futuro rey.
Al mismo tiempo, el hombre abandonó fácilmente sus reglas cuando sus emociones se apoderaron de él. Por ejemplo, Jon se unió a los salvajes, en gran medida, por su amor por Ygritte. También rompe su voto de celibato por la misma razón, por lo que el personaje es más un hombre blando y un hipócrita que un caballero noble y justo.
2. Hache, de Tres metros sobre el cielo
Hache se presenta a la audiencia como un héroe valiente, capaz de sentimientos profundos y apasionados. Y aunque al principio de la película se muestra como un rebelde rudo, a medida que avanza la historia, nos encanta con su afecto por Babi.
Pero en la vida real, este tipo de personalidad no es capaz de tener sentimientos profundos, sino que representa el amor y se guía por el frío cálculo. También se ve que Hache solo entiende el lenguaje de la fuerza. Este tipo de personajes suelen verse envueltos en relaciones abusivas, por lo que Hache es más un macho alfa calculador que un egoísta reformado.
3. Jacob Black, de Crepúsculo
Recordamos a Jacob como el enamorado fallido de Bella. El chico se ve obligado a permanecer en la zona de amigos, pero muchos espectadores esperaban que Bella prefiriera al “apasionado” Jacob sobre el “frío” Edward.
Sin embargo, el audaz hombre lobo no era lo que parecía a primera vista. Había un claro narcisismo en su comportamiento. Jacob más bien está enamorado no de Bella, sino de su propio reflejo. Exige un trato especial y a menudo quiere ser admirado.
Recordemos que Jacob se exhibe regularmente sin playera sin razón aparente. Es arrogante en sus interacciones con los vampiros y se permite ser altivo al tratar a los demás personajes.
4. Jack Dawson, deTitanic
Para empezar, el chico no debía subir al barco y en realidad ocupó el lugar de otra persona. Un romance con una chica de la alta sociedad infinitamente lejana a él estalló de repente y solo por las circunstancias.
Al mismo tiempo, Jack no parecía tímido, aunque ese estado suele darse en los jóvenes enamorados. Lo más probable es que fuera simplemente un mujeriego y su pasión por una chica pudiera ser rápidamente reemplazada por la simpatía por otra. Incluso si Jack hubiera sobrevivido, su relación con Rose probablemente no habría durado.
5. Peter Parker — serie de películas de El hombre araña
Si se analiza la personalidad de Peter, es imposible no notar sus profundos traumas. En primer lugar, es demasiado abnegado. Peter es herido a menudo en las peleas, pero aunque sabe que puede morir, hace nuevos sacrificios por el bien de los demás.
Eso estaría bien, pero ocurre en casi todas las peleas. Incluso nos hacemos a la idea de que el héroe disfruta haciéndose daño a sí mismo.
Peter intenta varias veces romper con su segundo yo, el Hombre Araña, porque cree que es culpable de sus propios problemas personales. En otras escenas, el chico se deleita con la fama y claramente disfruta ser el centro de atención. Peter Parker tiene una visión distorsionada de sí mismo, de ahí sus acciones a veces ilógicas.
6. Leonard — La teoría del Big Bang
Leonard es un adorable nerd enamorado de su encantadora vecina. Entre sus amigos, es el más empático y con más éxito en las relaciones. Intenta complacer a todo el mundo y puede renunciar a sus intereses por los demás.
Pero en algunos de sus diálogos con Sheldon, es fácil detectar la agresión pasiva, especialmente los insultos disimulados. Y en estos episodios se puede ver el deseo de Leonard de ser superior a los demás. Se cree mejor que sus amigos.
El chico siente celos de Penny cuando ella consigue un trabajo más prestigioso. Y no duda en mentir a sus amigos cuando no quiere cumplir con sus peticiones.
7. Sam Winchester — Supernatural
A diferencia de su hermano Dean, demasiado emocional, Sam parece un buen chico al principio. Es inteligente, sensato y no se mete en problemas. Pero ¿has notado la frecuencia con la que Sam menciona que no quiere ser un luchador contra el mal, sino que preferiría una vida ordinaria?
Habla tanto de ello y sufre tanto por su papel de superhéroe que, sin darse cuenta, hace que su hermano (y el público) se sientan culpables ante el hecho de que tenga que salvar al mundo. Tal vez manipulación a través de la culpa es lo que Sam está tratando de lograr.
En un episodio, cuando Dean acaba en el purgatorio, Sam ni siquiera intenta resucitarlo, aunque los Winchester han hecho trucos similares más de una vez. El hermano lo explica de esta manera: “Dean no querría eso”.
8. Christian Grey — Cincuenta sombras de Grey
A lo largo de la novela, Grey persigue a Ana e infringe gravemente sus límites. No le gusta el contacto visual directo, no entiende por qué a ella le cuesta aceptar regalos caros y no sabe leer el lenguaje corporal. Además, no inicia una relación hasta que la chica haya firmado un acuerdo, una regla que él ha establecido para todos, para sentirse cómodo con él mismo.
Christian tenía algunas peculiaridades, pero no como todo el mundo piensa. Las personas con experiencia de primera mano en autismo creen que Grey tiene un trastorno del espectro autista, es decir, problemas para establecer contactos sociales.
9. Sam Tarly — Game of Thrones
Sam está agobiado por su alta posición y sufre por el hecho de que su padre espera que realice hazañas. La apariencia del personaje sugiere la suavidad de su carácter. Pero el bondadoso Sam no es tan simple como parece a primera vista.
El personaje divide injustamente a las personas en grupos según su origen. Así, impone a los hermanos de la Guardia de la Noche su opinión de que el comandante en jefe debe ser un hombre de sangre azul, no un plebeyo. Al final, Jon Snow fue elegido como comandante en jefe porque tenía una posición más privilegiada en comparación con los otros candidatos.
Sam es cobarde y no encuentra la fuerza para explicarle a su padre lo mal que puede terminar todo. No muestra su sabiduría, aunque es realmente inteligente: por algo pudo convertirse en Gran Maestre.
10. Peter Pevensie — la trilogía de Las crónicas de Narnia
Peter se nos muestra como un joven responsable y valiente. A veces parece que lleva el arte de la lucha en la sangre. Pero el encanto se disminuye cuando vemos que el chico es demasiado testarudo y a menudo pierde los estribos.
En una parte de la historia es grosero con Edmund cuando lo acusa de mentir. En el mundo real, fuera de Narnia, Peter frecuentemente se mete en peleas por su terquedad.
El personaje demuestra periódicamente su propia superioridad. Por ejemplo, no cree la historia de Lucy sobre la tierra mágica y cree que la niña, por su edad, se lo ha inventado todo.
11. Sirius Black — serie de películas de Harry Potter
Al principio, Sirius evoca compasión, ya que ha pasado por Azkaban y ha perdido a sus seres queridos. Más adelante, esperamos que sustituya al menos parcialmente a los padres muertos de Harry. Pero si se mira de cerca, se puede ver que muchas de las acciones de Sirius no están dictadas por el deseo de ser amigo de su ahijado.
Sirius escapa de Azkaban solo porque está cegado por el odio a Peter Pettigrew y quiere vengarse. En Harry, más bien, ve a su amigo muerto, James. Esto queda elocuentemente demostrado en la escena en la que, en la batalla con los mortífagos, Sirius le grita a Harry: “¡Bravo, James!”.
A una edad más temprana, cuando Sirius estaba en Hogwarts, él y sus amigos intimidaban a Severus Snape. Sirius nunca se disculpó con él después, y probablemente no creyera que ese comportamiento fuera malo en absoluto.
12. Edward Cullen — la saga de Crepúsculo
Vamos a pasar de largo el hecho de que Edward es un tipo de 117 años enamorado de una chica un siglo menor, vamos a darle el don vampírico de la duda y todo eso. Sin embargo, para ser una criatura tan crecidita, seguro pasa mucho tiempo culpando a su novia de todo lo malo que le pasa.
Es un vampiro con problemas de control, que busca manejar todos los aspectos de la vida en su pareja. ¿Terminar? Sale y se va. ¿Amigos? Solo si los aprueba (y puede quedarse en un radio de 5 metros vigilando). Tampoco vamos a olvidar nunca su allanamiento de morada solo para ver a Bella dormir. Relájate un poco, ¿puedes?
¿Cuál ha sido ese personaje que adorabas hace unos años, pero que con el paso del tiempo comenzaste a ver con otros ojos?