9 Reglas de etiqueta empresarial que pueden ayudarte a ganar puntos extra en tu trabajo
Al comenzar un nuevo trabajo solemos seguir las reglas fundamentales que la mayoría conoce. Sin embargo, en el camino nos podemos olvidar de pequeños detalles que son capaces de cambiar por completo la impresión que tienen los demás sobre nosotros. Esto, porque a veces no sabemos las diversas variables que pueden afectar nuestro éxito dentro de la compañía.
En Ahora lo vi todo nos pusimos a indagar sobre las acciones que pueden mejorar significativamente nuestra imagen profesional y generar un impacto positivo. ¡Échales un vistazo!
1. Adherirse a los valores corporativos de la empresa
Los gerentes profesionales entienden que un código de valores es el elemento clave dentro de la cultura de una empresa, que refleja la calidad del servicio o el producto brindado. En consecuencia, se espera que los empleados compartan y se adhieran a estos valores, ya que esto es importante no solo para la reputación de la empresa, sino también para su desarrollo financiero.
Si tu objetivo no es solo quedarte un tiempo, sino crecer en la empresa, es muy importante no fingir que entiendes y aceptas las reglas del juego, sino estar realmente comprometido con ellas. De lo contrario, tarde o temprano se pueden dar cuenta de tu falsa sinceridad, o tus modestos resultados hablarán por sí mismos.
2. Encender la cámara en una reunión en línea
Durante las reuniones en línea, especialmente cuando se trabaja de forma remota durante mucho tiempo, siempre es tentador apagar la cámara. Parece que no hay nada de malo en eso, especialmente si no vas a hablar. Sin embargo, la cámara encendida sigue siendo un signo importante de respeto por los compañeros y debe tenerse en cuenta.
Al encender la cámara, uno se concentra más y no se distrae con otras actividades. Al mismo tiempo, este hecho demuestra la intención de participar en la comunicación, lo que ayuda a crear conexiones más cercanas e interacciones productivas con el equipo. Además, la información visual (expresiones faciales y gestos) simplemente minimiza cualquier tipo de malentendidos. Juntos, estos matices juegan a favor de tu imagen a los ojos de los líderes.
3. Criticar a los colegas de forma ética
La capacidad de hacer observaciones a las personas de manera precisa e inofensiva es una habilidad útil para la vida, pero juega un papel particularmente importante en el entorno laboral, por lo que uno no debería ser negligente al respecto. En primer lugar, vale la pena recordar que no es deseable hacer comentarios en público; ningún colega te agradecerá que lo regañes frente a la multitud.
En segundo lugar, es fundamental cumplir con el formato: si el objetivo es ayudar, y no solo culpar, entonces se debe evitar un tono condescendiente, hacer argumentos para hacer entender el fundamento, elogiar una parte crucial del trabajo si corresponde y, en última instancia, ofrecer ayuda. La amabilidad y la capacidad de respuesta son una oportunidad para demostrar elegantemente el profesionalismo.
4. Adherirse al principio de reconocimiento
Desde pequeños, nuestros padres nos han enseñado lo importante que es siempre dar las gracias. En el trabajo, se aplican las mismas reglas, solo que aquí, con este simple gesto, es aún más obvio que no es solo cortesía, sino también una fuerza poderosa que mejora las relaciones, la productividad y genera confianza.
Desde este punto de vista, sería útil adoptar el principio de reconocimiento. Todos se benefician si funciona en todos los niveles: del jefe al equipo, desde el equipo a los jefes y, por supuesto, dentro del equipo, ya que esto crea un ambiente favorable y levanta el ánimo. Por lo tanto, no se debe guardar el “gracias” por grandes victorias o ayuda. Hay que agradecer a los colegas incluso por las pequeñas cosas del trabajo triviales, y rápidamente ganarás simpatía.
5. Mantener la distancia, incluso de forma remota
El ritmo de la vida moderna está aumentando y nos impacientamos cada vez más con la anticipación de las respuestas a los mensajes y correos electrónicos. Además, nos sentimos obligados a reaccionar casi instantáneamente, mientras confundimos la actividad simple con la productividad real. Como resultado, esta tendencia conlleva a desventajas en el trabajo: ansiedad, deterioro de la concentración y la productividad, así como las decisiones apresuradas.
Al dejar de esperar una respuesta rápida y el hábito de reaccionar rápidamente, te estarás haciendo un gran favor a ti mismo y a quienes te rodean. Ya que no molestarás a tus colegas con preguntas sobre si recibieron el correo, y tú mismo también dejarás de salir corriendo inútilmente enviando una respuesta inmediata, mientras que puedas concentrarte en tareas más importantes.
6. No considerar la sala de descanso como un espacio personal
A pesar de que la sala de descanso está destinada a tener un ámbito relajado y distraído, vale la pena tener en cuenta que este es un espacio compartido, lo que significa que se deben seguir algunas reglas de la convivencia. Por ejemplo, no se debe ocupar una habitación completamente para las necesidades de uno y hablar en voz alta por teléfono.
Y más aún, es mejor dedicar este tiempo para establecer conexiones y fortalecer las relaciones con los colegas, ya que hablar sobre los pasatiempos fuera del trabajo se considera de buenos modales y parte de la etiqueta empresarial. Al mismo tiempo, no hay que olvidarse del nivel de ruido, ya que alguien en la habitación puede necesitar silencio para relajarse.
7. Utilizar el correo electrónico con precaución
Si encabezas un grupo de personas en el que solo unos pocos empleados rompen sistemáticamente algunas reglas, por ejemplo, llegan tarde en la mañana, es mejor discutir el tema individualmente con cada uno de ellos, en lugar de crear un correo grupal para todo el equipo con expresiones confusas.
El punto es que un breve recordatorio de las reglas enviadas a todo el grupo socava significativamente la moral de quienes las siguen de manera constante. Se sienten reprendidos inmerecidamente junto con aquellos que realmente tienen la culpa. Esto puede generar resentimiento en algunos, pánico en otros, y ninguno de estos escenarios contribuye a crear un clima propicio para el trabajo.
8. Advertir antes de llamar fuera del horario laboral
Las llamadas telefónicas a veces son inconvenientes, incluso cuando se trata de amigos y familiares. Por lo tanto, es fácil de suponer que las llamadas de trabajo pueden provocar una reacción negativa, especialmente durante las horas no laborales. Para no avergonzar a los colegas y provocar su enojo, se deben cumplir un par de reglas simples.
Primero, vale la pena evaluar objetivamente si el problema es tan importante como para que se resuelva de inmediato, o si bien puede esperar hasta un mejor momento. En segundo lugar, si es posible pasar la llamada para después, es mejor hacer un gesto simple y cortés enviando un mensaje de texto advirtiendo de la llamada y ofreciendo una disculpa. Esto reducirá el grado de molestia y le mostrará a la persona que te preocupas por sus sentimientos.
9. Respetar las reglas empresariales más que las sociales
En la etiqueta social, se acostumbra a prestar atención al género y la edad. En consecuencia, el hombre muestra signos de atención a la mujer y el más joven muestra el respeto por sus mayores. Mucha gente habitualmente aplica las mismas reglas de juego al ámbito profesional y, al mismo tiempo, pocas personas saben que, de hecho, existen diferencias fundamentales en la comunicación empresarial.
Por ejemplo, la etiqueta empresarial es neutra en cuanto al género. Por lo tanto, la puerta no la abre necesariamente el hombre, sino que también la puede sostener la mujer si ella se acercó primero. Además, hay un criterio de estatus: un jefe y un empleado, y es el segundo quien debe mostrar respeto por el jefe y permitirle ingresar primero, si surge tal situación.
¿Qué otras reglas agregarías a la lista? ¿Cuáles crees que son los factores más importantes para escalar profesionalmente?