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Enseñaron a loros domesticados a videollamarse entre sí y a las aves les encantó

Investigadores han informado en un estudio que algunos loros domesticados aprendieron a iniciar videoconferencias, y experimentaron una variedad de experiencias. ¿Habías imaginado que pudieran hacer tal cosa? ¡Hay todo un video donde podrás verlo con tus propios ojos! 👇🏻🦜

Cuando los humanos se sienten solos, pueden llamar o hacer videollamadas con amigos y familiares que viven lejos. Pero, los científicos se preguntaron, ¿qué pasa con los loros domésticos que son mascotas? Una nueva investigación sugiere que estas criaturas parlantes también podrían beneficiarse de conectarse virtualmente con sus pares.

“Durante las llamadas, ella cobraba vida”, dijo un dueño sobre su pájaro, según un comunicado de la Universidad Northeastern.

La idea para este estudio no fue aleatoria: en estado salvaje, los loros tienden a vivir en grandes bandadas. Pero cuando se mantienen en cautiverio, como mascotas en hogares de personas, estas aves sociales a menudo están solas. Sintiéndose aburridas y aisladas, pueden desarrollar problemas psicológicos e incluso recurrir a tendencias autolesivas como arrancarse las plumas.

Los investigadores se dieron cuenta de que los loros solitarios no son felices, por lo que buscaron una manera para que algunos de los aproximadamente 20 millones de pájaros mascotas que viven en Estados Unidos pudieran conectarse entre sí. Para ello, reclutaron voluntarios de “Parrot Kindergarten”, un programa de entrenamiento en línea para propietarios de loros y sus queridas mascotas.

Durante las primeras dos semanas del estudio, los dueños enseñaron a sus pájaros a tocar una campana, luego a tocar la imagen de otro loro doméstico en la pantalla de una tablet para iniciar una videollamada. En esta fase inicial, las aves participantes realizaron 212 llamadas de video mientras sus dueños supervisaban cuidadosamente su comportamiento. Los dueños terminaron las llamadas tan pronto como las aves dejaron de prestar atención a la pantalla y limitaron su duración a cinco minutos. Aunque 18 loros comenzaron el experimento, tres abandonaron.

Una vez que las aves aprendieron cómo iniciar interacciones de video, se pudo iniciar la segunda fase del experimento. En este período de “llamadas abiertas”, las 15 aves participantes podían hacer llamadas libremente; también pudieron elegir a qué ave llamar. Durante los siguientes dos meses, las aves hicieron 147 llamadas de video intencionales a otras aves. Sus dueños tomaron notas detalladas sobre las llamadas y grabaron más de 1000 horas de metraje de video que los investigadores analizaron.

Para empezar, encontraron que los loros aprovecharon la oportunidad de llamarse entre sí, y generalmente se mantuvieron en la llamada durante el tiempo máximo permitido durante el experimento. También parecían entender que otra ave viva estaba al otro lado de la pantalla, no un ave grabada, según dicen los investigadores. Algunos de los loros aprendieron nuevas habilidades de sus compañeros virtuales, como volar, buscar comida y cómo hacer nuevos sonidos.

Durante el estudio, los investigadores observaron una amplia gama de comportamientos en las aves, como cantar, jugar, colgarse boca abajo o mostrar sus juguetes. Según la coautora del estudio, Ilyena Hirskyj-Douglas, investigadora en interacción animal-computadora en la Universidad de Glasgow, “algunas aves cantaban, otras jugaban y se colgaban boca abajo, y otras querían mostrar a otra ave sus juguetes”, informó. Incluso dos guacamayos mayores y débiles se hicieron muy cercanos y se llamaban mutuamente “¡Hola! ¡Ven aquí! ¡Hola!”, desde sus respectivas pantallas.

Los pájaros formaron fuertes amistades, que los investigadores midieron por la frecuencia con la que elegían llamar al mismo individuo. Los que iniciaron el mayor número de llamadas también recibieron la mayoría, lo que sugiere una “dinámica recíproca similar a la socialización humana”, según la declaración.

El experimento también acercó a los loros y los humanos, en ambos lados de la pantalla. Incluso se informó que algunas aves se habían desarrollado apego hacia los cuidadores humanos de sus amigos virtuales.

La videoconferencia no puede reemplazar las interacciones sociales que ocurren en estado salvaje, pero puede ser una opción viable para mejorar la vida de los loros que ya están en cautiverio, señalan los investigadores. Además, puede ser beneficioso para las aves que no pueden interactuar en persona. Los loros mascota son muy susceptibles a una enfermedad mortal llamada ganglioneuritis aviaria, lo que hace peligroso que los dueños humanos planifiquen citas de juego en persona para sus loros.

En cuanto a otros dueños de loros, los investigadores advierten que puede no ser prudente comenzar de repente a lanzar chats de FaceTime o Zoom en nombre de sus mascotas. El estudio involucró a adiestradores de loros experimentados que tenían tiempo y energía para vigilar el comportamiento de sus aves; ante cualquier indicio de miedo, agresión, desinterés o incomodidad, terminaron las llamadas. Como señalan los autores del estudio en el comunicado, “las interacciones no mediadas podrían llevar al miedo, incluso a la violencia y daños a la propiedad”.

Un grupo de investigadores ha encontrado que los loros mascotas pueden beneficiarse de interactuar virtualmente con otros loros. Los loros son animales sociales que pueden sufrir de aburrimiento y aislamiento cuando se mantienen en cautiverio como mascotas. Para abordar esta cuestión, los investigadores reclutaron voluntarios de un programa de entrenamiento en línea para propietarios de loros y sus mascotas llamado “Parrot Kindergarten”.

Durante la fase inicial del experimento, los dueños enseñaron a sus loros a iniciar videollamadas y se les limitó a una duración máxima de cinco minutos. Durante la segunda fase, los loros pudieron hacer llamadas libremente y elegir con quién hablar. Los investigadores encontraron que los loros interactuaban de manera individual y desarrollaban amistades estrechas, lo que se medía por la frecuencia con la que los loros elegían llamar a los mismos individuos. Los loros también aprendieron nuevas habilidades de sus amigos virtuales, incluyendo cómo volar, buscar comida y hacer nuevos sonidos.

Sin embargo, los investigadores advierten que no es recomendable para todos los propietarios de loros hacer videollamadas no supervisadas con otros loros, ya que puede llevar a una experiencia negativa si no se maneja adecuadamente. En conclusión, aunque la interacción virtual no puede reemplazar la interacción social en la naturaleza, puede mejorar la calidad de vida de los loros en cautiverio y puede ser beneficiosa para aquellos que no pueden interactuar en persona debido a enfermedades mortales.

Si eres el humano favorito (¡y responsable!) de un animal, seguro quieres lo mejor para tu mascota. ¿Estás seguro de que le estás dando la mejor vida? Hay actos inocentes que podrían ser perjudiciales para tu amigo, ¡no te pierdas esta información!

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