10 Objetos de nuestra casa que no hemos limpiado de la mejor forma
Sin duda, hay que limpiar para vivir y no vivir para limpiar. Pero, aunque tratemos de mantener nuestro entorno en perfectas condiciones, existen algunos rincones y objetos que no siempre tenemos en cuenta a la hora de hacer el aseo, los cuales hay que incluir ocasionalmente en nuestras rutinas de limpieza para evitar que la acumulación de bacterias repercuta en nuestra salud.
1. Las asas de las tapas para ollas
Cuando se trata de limpiar la cocina, a menudo se descuida una parte esencial de muchos utensilios: las tapas de las ollas y sartenes. A simple vista, parecen objetos simples que se pueden limpiar de la misma manera que cualquier otro objeto de la cocina. Sin embargo, las tapas suelen tener asas con pequeños surcos y grietas que son difíciles de alcanzar y que pueden acumular residuos y bacterias peligrosas para la salud.
Para asegurarnos de que estas tapas estén limpias y seguras para su uso, es importante realizar una limpieza profunda de vez en cuando. Una forma eficaz de hacerlo es desenroscando las asas de las tapas y sumergiéndolas en una solución de agua tibia y vinagre. Esta mezcla natural y efectiva eliminará cualquier bacteria que pueda haberse acumulado en los pequeños surcos y garantizará que las asas de las tapas estén completamente limpias y libres de gérmenes.
2. Las bolsas reutilizables
Las bolsas reutilizables son una opción ecológica y práctica para hacer nuestras compras. Sin embargo, a menudo olvidamos lavarlas y esto puede ser perjudicial para nuestra salud, según un estudio. Al usar estas bolsas para transportar nuestros alimentos, algunos residuos quedan atrapados en su interior y las bacterias se reproducen rápidamente, contaminando todo lo que pongamos dentro.
Para mantener nuestras bolsas reutilizables en óptimas condiciones, es importante tener en cuenta algunos consejos útiles. En primer lugar, es recomendable utilizar una bolsa para una sola tarea y lavarla regularmente con agua y jabón o detergente. También puedes introducirlas en la lavadora dentro de una bolsa protectora o simplemente frotarlas con tus manos bajo el chorro del agua. Además, es fundamental sacudir cualquier resto de alimentos que pueda haber quedado en su interior y usar bolsas desechables para transportar carne cruda.
Siguiendo estos simples pasos, podrás mantener tus bolsas reutilizables limpias y seguras para su uso en tus próximas compras. Además, estarás contribuyendo a la protección del medio ambiente y la salud de todos.
3. Los coladores
Hay muchos utensilios en la cocina que, aunque los lavamos regularmente, pueden necesitar un cuidado especial debido a su diseño. Un ejemplo de ello son los utensilios que tienen pequeños orificios que pueden acumular residuos y bacterias peligrosas para nuestra salud.
Para limpiar estos utensilios de manera efectiva, la mejor opción es sumergirlos en un recipiente con agua limpia y detergente durante unos 15 minutos. Esto ayudará a que los residuos se aflojen y sean más fáciles de eliminar. Después, puedes enjuagarlos debajo del grifo abierto y frotarlos con un cepillo de cerdas para asegurarte de que queden completamente limpios. Si no tienes un cepillo de cerdas a mano, un viejo cepillo de dientes previamente esterilizado también puede ser una excelente opción.
Es importante recordar que estos utensilios con orificios deben ser limpiados de manera regular para evitar la acumulación de bacterias y residuos.
4. La parte superior de la alacena y el refrigerador
A menudo, nos enfocamos en mantener la cocina impecable, sin embargo, puede que descuidemos ciertas áreas que parecen menos obvias, como el exterior del refrigerador y la alacena. Esto puede ser un grave problema, ya que la suciedad y las bacterias que se acumulan en estas zonas pueden caer directamente sobre los alimentos que almacenamos en estos muebles.
Para evitar este tipo de problemas, es importante dedicar un tiempo regularmente para limpiar estas áreas. Puedes comenzar pasando un paño húmedo con un poco de agua y limpiador o desengrasante sobre la superficie de estos muebles. Ten en cuenta que las partículas de grasa y suciedad suelen adherirse a estas zonas, por lo que es fundamental utilizar productos adecuados para eliminarlas.
Además de la limpieza superficial, también es recomendable revisar el interior de la alacena y del refrigerador cada cierto tiempo para desechar alimentos que ya no sirven y limpiar las superficies interiores con agua y jabón o limpiador desinfectante. Recuerda que mantener una cocina limpia es fundamental para garantizar la seguridad y salud de tu hogar. Con estos sencillos pasos, podrás mantener estas zonas limpias y seguras para ti y tu familia.
5. El trapeador
A menudo descuidamos la limpieza del trapeador, lo cual es un grave error. Aunque lo sumergimos constantemente en agua, este utensilio se convierte en un caldo de cultivo para las bacterias debido a la humedad. Además, al no darle el cuidado adecuado, podemos esparcir estas bacterias por toda la casa.
La clave para mantener el trapeador en óptimas condiciones es lavarlo con agua limpia y jabón después de cada uso y asegurarse de que esté completamente seco antes de guardarlo. También podemos agregar un poco de cloro o detergente para una limpieza más profunda. Con estos sencillos pasos, el trapeador se convierte en un gran aliado en la limpieza del hogar, sin olores desagradables o aspecto poco atractivo.
6. La batidora de inmersión
El espacio que se encuentra detrás de las cuchillas de una batidora de inmersión puede convertirse en un lugar propicio para el alojamiento de restos de alimentos y la proliferación de bacterias, lo que puede ser preocupante para nuestra salud. Por eso, es importante prestar atención a la limpieza de este instrumento de cocina.
Una manera efectiva de limpiarlo es sumergir las cuchillas en una taza con agua tibia y jabón o detergente para lavar los platos. Luego, encender la batidora y dejarla funcionar por unos segundos, para que las cuchillas se limpien completamente. Este proceso puede ser repetido varias veces, si se considera necesario. De esta manera, se asegura que la batidora quede libre de restos de alimentos y bacterias. Es recomendable secarla con un paño seco después de la limpieza. De esta manera, se garantiza que se mantenga en óptimas condiciones y que su uso no represente un riesgo para la salud.
7. La escoba
A veces, lo que solemos pasar por alto al momento de realizar la limpieza es el cuidado y la higiene de los utensilios que utilizamos para tal fin, como las escobas. A lo largo del tiempo, las cerdas de las escobas pueden acumular una gran cantidad de residuos poco deseables, como cabellos, polvo y basura, lo cual puede llegar a ser poco higiénico.
Para mantener tus escobas en óptimas condiciones, es importante retirar la suciedad que se adhiere a sus cerdas de manera regular. Una forma sencilla de hacerlo es envolviendo tu mano con una bolsa de plástico desechable y retirando con ella la suciedad que sobresale. Además, cada cierto tiempo es recomendable sumergir repetidamente el cepillo en agua tibia con jabón, enjuagar y dejar secar al aire libre. De esta manera, podrás asegurarte de que tus escobas estén siempre limpias y libres de residuos poco higiénicos.
8. El bote de basura
El bote de la basura, sin lugar a dudas, es uno de los elementos más propensos a la proliferación de gérmenes y microorganismos. Independientemente de la naturaleza de los residuos que se depositen en su interior, este contenedor representa un potencial foco infeccioso, especialmente en espacios como el baño y la cocina. No obstante, simplemente cambiar la bolsa no es suficiente para mantenerlo limpio y sanitizado.
La mejor forma de higienizar este objeto es mediante el uso de agua, jabón y algún tipo de producto desinfectante de nuestra elección, de manera que no solo logremos erradicar el mal olor, sino también los microorganismos y las enfermedades que puedan albergarse en su interior. Es importante destacar que, una vez finalizada la tarea, debemos lavar nuestras manos adecuadamente para evitar la propagación de bacterias.
9. La esponja para lavar los platos
Aunque parezca extraño, las esponjas que utilizamos para limpiar y fregar en la cocina suelen ser una de las principales fuentes de bacterias en el hogar. Debido a su constante contacto con alimentos y agua, pueden convertirse en un peligroso caldo de cultivo para microorganismos dañinos para la salud.
Por esta razón, es importante no solo reemplazarlas con regularidad, sino también lavarlas con jabón o algún producto desinfectante justo después de usarlas. De esta manera, evitaremos que dejen más suciedad de la que eliminan cuando lavamos la vajilla.
10. Los pomos de las puertas
Es importante tener en cuenta que los pomos de nuestras puertas y armarios están en contacto constante con nuestras manos, y, por lo tanto, suelen estar expuestos a la suciedad y los gérmenes. Por ello, es necesario limpiarlos de manera regular para mantener un ambiente más higiénico en nuestro hogar.
Es recomendable no utilizar productos limpiadores demasiado fuertes para no dañar el material del que están hechos los pomos, y limitarnos a limpiar la superficie externa con un paño ligeramente humedecido con un líquido de limpieza adecuado al material. De esta manera, podremos eliminar la suciedad y los gérmenes acumulados en la superficie, y evitar la propagación de enfermedades en nuestro hogar.