12 Viajes en taxi que merecen su propio especial de comedia
En un taxi, se pueden vivir dramas y momentos divertidos. Los pasajeros y conductores tienen la suerte de llevarse a casa anécdotas de todo tipo. Esta vez, algunos quisieron compartir sus historias chuscas de viajes que merecen un especial de comedia. 🤣
- A mí un taxista me llevó a mi casa y, sospechosamente, no me quiso cobrar. Pensé: “Este algo trama”. Luego, dejé de verlo por un momento. En cuanto me metí al cuarto, él ya estaba acostado en mi cama. Qué susto me pegó. Fue ahí donde recordé que ese taxista era mi marido. © Mayra Hernandez / Facebook
- Cuando mi bebé de 6 meses estaba enferma, tuve que ir al banco a cobrar un cheque y llevarla al pediatra. El taxista fue extremadamente atento y me ayudó a bajar del auto, llevando mi pañalera. Le pagué y me apresuré a la cita. Sin embargo, cuando llegué al consultorio del pediatra, me di cuenta de que no tenía dinero para pagar. Me sentí desesperada, pensando que el “amable” taxista me había robado. Salí llorando a la calle y, para mi sorpresa, encontré al taxista esperándome. Había dejado un paquete con dinero y un pañal de tela de mi hija. Estaba tan angustiado como yo, ya que también tenía que llevar a sus hijos enfermos al médico. Le pedí disculpas, le di una propina extra por su acto de bondad. © Graciela Barron Medina / Facebook
- Tengo una divertida historia con un taxista. Solía pedir taxis sin darme cuenta de que siempre era él quien venía por mí. Un día me di cuenta y me puse nerviosa, así que decidí hacerle la pregunta: “¿Eres casado?”. Para mi sorpresa, respondió: “No”. Desde entonces, llevamos 4 años juntos y con servicio de taxi gratis. © Maria Hernandez / Facebook
- Olvidé unos zapatos (que solo me había puesto una vez) y resulta que el taxista los llevaba consigo en su taxi. Por casualidad, necesité un servicio de taxi y el señor me reconoció. Me dijo que probara los zapatos y yo me quedé sorprendida, preguntándome qué estaba pasando. Luego me explicó que había olvidado mis zapatos. Jejeje, fue una situación divertida. © Lizzi Liz Gonzalez Advincula / Facebook
- Cuando solía recoger a mi hija del preescolar, pasábamos junto al sitio de taxis y siempre había alguien que lanzaba piropos y ofrecía “taxi gratis”. Esto sucedió en varias ocasiones hasta que finalmente identifiqué al responsable. Un día decidí aprovechar la oferta y le dije a mi hija: “Vamos a subirnos a un taxi”. Nos subimos, le di la dirección y el conductor fue muy amable y conversador durante el trayecto (yo mantuve una expresión seria). Al llegar a casa, el taxista me dijo: “¿No me ha pagado?”. Sin perder la seriedad, le respondí: “Usted ofreció taxi gratis, ¿no lo recuerda?”. Acto seguido, entramos a casa y a partir de ese momento, nunca volví a escuchar a nadie ofrecer un taxi gratis. © Rosa Hernandez / Facebook
- Cuando tenía unos 14 años, le pedí a un taxista que me llevara a casa y solo tenía 4 pesos para pagarle. Aceptó sin decir nada durante todo el trayecto, simplemente me dejó en mi destino, me pidió los 4 pesos y se fue. Fue gracioso y un poco incómodo, pero le agradezco al taxista porque era de noche y no había más autobuses disponibles. 🤡🤷♀️🥲 © Rommy Aguilera / Facebook
- Siendo nueva en la ciudad, en mi primer día de trabajo tuve que salir a la 1 de la madrugada y buscar la parada del transporte público. En ese momento, un taxista se detuvo y me preguntó qué hacía allí a esa hora y en esa zona. Me ofreció llevarme a casa, mostrándome su carnet. Aunque tenía dudas, decidí subirme y durante todo el recorrido me trató como a su hija, entre riñas y consejos. Al llegar a casa, le pedí que me dejara en la esquina, pero él insistió y no se movió hasta verme entrar por la puerta. No importa dónde se encuentre ahora, quiero agradecerle enormemente al señor taxista. © Lissa Fuentes / Facebook
- El taxista me preguntó: “¿Dónde la dejo, señora?”. Le respondí: “Donde pueda parar”. Y me dejó en medio de la vía. © Ines Sanchez / Facebook
- Mis hijas y yo tomamos un taxi y compramos un pollo rostizado que estaba muy caliente. Lo puse en la parte de atrás mientras nos bajábamos, pero el taxista no dijo nada y simplemente nos deseó un buen día. De manera muy descarada, se quedó con nuestro almuerzo. Fue una mala experiencia con el taxista, ¡se quedó con nuestra comida! © Maria Isabel Espinoza Real / Facebook
- Una vez hice que un taxista siguiera a otro taxi. Estaba con algunos amigos y el taxi al que teníamos que seguir iba a la casa de mi amigo. Le dijimos al taxista que siguiera al taxi equivocado y cuando llegamos, no sabíamos dónde estábamos. Llamé a mi amigo y le pedí su dirección, se la dijimos a nuestro conductor y nos llevó allí... en 20 segundos. Seguimos al taxi equivocado, pero tuvimos la suerte de que nos dejara a una cuadra del lugar al que teníamos que ir. © matiti20 / Facebook
- Lo mejor es cuando estás sentado en la parte trasera, con todas las ventanas cerradas, y te preguntas por qué escuchas ruido como si la ventana estuviera abierta. Luego miras hacia abajo y ¡hay un agujero en el suelo entre tus pies! ¡Puedes ver la carretera! © ***st1cK1 / Reddit
- Una vez fui a una entrevista y le dije la dirección al conductor. Me preguntó por un señor (que se suponía que sería mi jefe), si todavía trabajaba allí. Dije que sí. Me advirtió que tuviera cuidado con él y luego me dejó junto al edificio de la oficina. Me preguntaba todo el tiempo si realmente sabía de lo que estaba hablando. Finalmente, conseguí el trabajo y, por supuesto, el conductor tenía razón. Terminé renunciando un mes después. © Kousawara2 / Reddit
Como pudimos ver, los viajes en taxi no transcurren sin incidentes. Aquí reunimos más momentos en los que tanto el taxista como el pasajero experimentaron sucesos inolvidables.
Imagen de portada Mayra Hernandez / Facebook
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