19 Valientes que decidieron no desperdiciar su vida en un trabajo que no les gustaba
Desafortunadamente, muchas personas no se están dedicando a aquello que les gusta hacer. Por lo tanto, es genial ver cuando alguien se atreve a dejar un trabajo que detesta para hacer lo que realmente disfruta. Antiguos vendedores y oficinistas se convierten en joyeros o fotógrafos, comienzan a pintar o a tallar juegos de ajedrez en madera, y son un ejemplo de que se puede.
1. “Hace 7 meses, renuncié a mi trabajo en un supermercado y me convertí en joyero. Sentí que tenía talento y que no debía quedarme allí. Este es mi trabajo más difícil”
2. “Vendí mis pertenencias, renuncié a mi trabajo y me mudé a Tailandia. Fue la mejor decisión de mi vida. Así es como se ve mi patio trasero ahora”
3. “Hace 3 meses dejé mi trabajo y comencé a dedicarme al arte. Este juego de ajedrez, que tallé a mano, me llevó unas 150 horas”
4. De maestra a estilista
- Había una época en la que trabajaba en un kínder. Los padres, cuando iban a recoger a sus hijos, siempre se sorprendían por los diversos peinados que les había hecho. Seis meses después renuncié y me fui de viaje. Ahora en mi ciudad soy una estilista famosa, hago peinados de boda y de noche, el día para atenderse conmigo se programa con 2 o 3 meses de anticipación. Quiero agradecerles enormemente a mis pequeños modelos, sin los cuales todo esto probablemente no habría sucedido.
5. “Me tomó un año ahorrar dinero y decidir dejar mi trabajo. Ahora soy artista y todo va mejorando gradualmente”
6. “Pasé 4 años desarrollando este juego de mesa. No fue fácil renunciar a un salario estable, pero me di cuenta: es ahora o nunca, y simplemente lo hice”
7. “Tengo casi 40 años, era desarrollador front end. El trabajo era bueno, pero en algún momento me di cuenta de que me deprimía. Hace 4 años decidí irme y dedicarme a la fotografía”
8. Nunca es tarde para aprender cosas nuevas
- Después de trabajar toda mi vida en una fábrica donde solo cosía bolsos económicos, renuncié y fui a estudiar a la universidad. Si yo pude, tú también puedes. © slowjunk111 / Reddit
9. “Dejé mi trabajo hace un año y comencé a restaurar motocicletas. Se ha convertido en una verdadera pasión para mí”
10. “Decidí dejar mi trabajo, viajar por el mundo y tomar fotografías. Esta es mi 101.a foto favorita”
11. Cambiar de profesión da miedo, pero es tremendamente interesante
- El mes que viene cumpliré 30 años. Casi toda mi vida he trabajado en el campo de la administración y la jurisprudencia, pero siempre he querido probarme en la cocina. Todos trataban de disuadirme, yo obedecía y tenía miedo. Y luego descubrí que todas mis mañanas comenzaban con maldiciones y partes del cuerpo que se sacudían nerviosamente. Mañana es mi último día laboral. Inesperadamente, mi currículum (estoy buscando una vacante de chef) resultó ser muy popular, a pesar de la falta de experiencia laboral. Estoy apostando por establecimientos pequeños en los que estén dispuestos a contratarme de inmediato. Desde la infancia, soñaba con usar el gorro de un agente de la ley, pero no funcionó. Y eso me derribó mucho en su momento. ¿Gorro de chef? ¿Por qué no?
12. “Dejé mi trabajo en una gran empresa y vendí mi startup. Y ahora estoy comenzando una recaudación de fondos para el lanzamiento de mi primer juego de mesa”
13. “El rostro de mi esposa literalmente brilla de felicidad. Decidió dejar su trabajo para dedicarse por completo a su propio negocio: la fabricación de jabón”
14. Un día, una decisión
- Parecía un día cualquiera, pero esta mañana de repente decidí que era hora de cambiar algo. Dejé mi trabajo, vendí mi departamento de un ambiente a una agencia inmobiliaria por un precio ridículo, compré chancletas nuevas, una maleta y un billete a Tailandia. Ahora estoy sentado, esperando para abordar el vuelo. Detrás de mí tengo un trabajo prestigioso y estabilidad; por delante, vacío e incertidumbre, pero por primera vez en mis 26 años, estoy realmente feliz.
15. “Después de dejar mi trabajo, comencé a tener tiempo para encontrar diferentes flores. Esto, por ejemplo, es un superbloom”
Superbloom es una ocurrencia rara de floración abundante de flores silvestres.
16. “Renuncié a mi trabajo para hacer reseñas de automóviles. Estoy por subir a mi canal mi video n.º 25”
17. Una vuelta al mundo en lugar de la oficina
- Dejé mi prestigioso trabajo, vendí todos mis objetos de valor y comencé un viaje alrededor del mundo. Después de dos meses de viaje, llevo recorridos 8 países de África. Hace seis meses, me habría reído si alguien me hubiera dicho que estaría escribiendo esta publicación desde Mozambique. ¡Los sueños se hacen realidad! Todo lo que se necesita es decidirse a dar el paso hacia ellos. No tener miedo, no entrar en pánico, seguir la voz del corazón. Y me parece que he encontrado a mi amor.
18. No hay mal que por bien no venga
- Por alguna razón, no le caí bien a mi nuevo jefe y en mi departamento yo era la única mujer. Una vez, al final de la jornada laboral, él me ordenó que me quedara para terminar un proyecto. Le objeté que ya eran las 19:30 y que sería mejor que lo concluyera desde casa. Más aun teniendo a mi hija pequeña esperándome. Además, era viernes, y tenía todo el fin de semana para hacerlo. Quiero aclarar que este proyecto no era urgente. En fin, en contra de su orden, me fui a casa. Enseguida me empezaron a tratar mal en la oficina, y yo simplemente renuncié para adentrarme en lo desconocido. Ahora tengo un maravilloso nuevo empleo. La moraleja de esta historia es la siguiente: no hay mal que por bien no venga. © Priyanka Shrivastava / Quora
19. Encontrar el trabajo de tus sueños
- Me contrataron como agente de ventas para nombrarme más tarde directora si trabajaba bien. Publicábamos un periódico. Trabajé sin parar: conseguí que unos socios sin escrúpulos finalmente nos pagaran 1000 euros de una deuda, y también aumenté las ventas en un 20 %. Esperaba el ascenso prometido. Y de repente, mi supervisora me dijo: “Los jefes decidieron cerrar la oficina en tu distrito, pero no te preocupes, porque luché por ti. Te quedarás como agente de ventas, pero tendrás que trabajar desde casa”. Me imaginé que a mi hogar vendrían camiones y en mi habitación se guardarían montones de periódicos para su venta y devolución. ¡Ni modo! Mi supervisora tardó mucho en comprender por qué renuncié aquel mismo día. De las ventas pasé a dedicarme al periodismo, y no lo lamento en absoluto.
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