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La historia de Sally, la gata sirena que fue adoptada aun con parálisis

Hay muchas razones que hacen a la adopción una muy buena alternativa. Ya sea planeado o no, abrirle tus puertas a un animalito para darle una mejor vida puede cambiarte el panorama, y aquí tenemos un gran ejemplo de ello. Este humano de gran corazón, adoptó a una gatita a pesar de lo difícil que parecía la situación, y nos contó su historia para inspirar a otros. 🥰

Sally es una gata que vive con paraplejia desde los 3 meses. Fue encontrada por su dueño, Janez Jeretič, hace aproximadamente 10 años y desde entonces ha estado bajo su cuidado.
Como obra maestra del destino, mientras Janez caminaba por una plaza, vio a la gatita a lo lejos y pensó que estaba muerta hasta que notó que movía sus patitas delanteras, “Corrí a verla y me miró con sus ojos enormes e intentó maullar, como pidiendo ayuda” menciona él. Enseguida la llevó al veterinario y tras varios exámenes le dijeron que probablemente nunca volvería a caminar.

Tener una mascota con enfermedades o problemas físicos puede ser un gran reto, pero eso no fue impedimento para Janez, “vi que tenía tanta energía y ganas de vivir que para mí dormirla nunca fue una opción”, por lo que decidió adoptarla y así inició su historia juntos.

Desde entonces, Janez ha cuidado a Sally con amor y dedicación, a pesar de las dificultades que se presentan al tener una mascota con discapacidad. Él debe hacer muchas cosas para cuidarla, incluyendo llevarla a hacer sus necesidades y asegurarse de que esté segura.

La dificultad para atender a una mascota en estas condiciones depende mucho de su condición. En el caso de Sally, lo más difícil para su cuidador suele ser encontrar quién pueda cuidarla cuando él necesita viajar por trabajo o vacaciones, ya que para Sally ir al baño no es una tarea que pueda realizar por sí sola y necesita de alguien que sepa ayudarla.

De hecho, en sus videos podemos encontrar una explicación y paso a paso sobre una forma en la que se puede asistir a un gato con parálisis para que pueda hacer del baño sin problemas.

Por otro lado, en el perfil de Sally podemos ver cómo luce distintos disfraces de vez en cuando, pero su atuendo estrella, que da nombre a su cuenta, es su cola de sirena. Se podría pensar que esto es solo porque la gatita se ve muy tierna, pero en realidad hay otra razón más importante detrás.

Debido a su condición, Sally sufre de hipotermia, ya que le cuesta regular su temperatura, y de ahí nació la idea de abrigarla con algo acogedor. Janez nos cuenta qué lo llevo a esta solución: “Pensé en una sirena porque es algo inusual, como lo son los animalitos con discapacidades, pero también es algo que la gente considera lindo y mágico, y así mismo es como quería que vieran a Sally, como la veo yo. Es mi forma de intentar cambiar el estigma que existe sobre la discapacidad”.

Sally es “hija” única, ya que por su situación es común que sea muy agresiva con otros gatitos, pues se siente vulnerable y busca asustarlos para que se mantengan lejos, pero con los humanos es extremadamente cariñosa. Su dueño nos comparte que siempre quiere que la acaricien, que la suban a la cama o al sillón para acurrucarse y que ama los premios y golosinas. “Acurrucarse conmigo para ver una película es su actividad favorita”, asegura su dueño.

La historia de esta gatita no solo se queda en redes sociales, puesto que Mae Dominguez, una artista chileno-americana, conmovida con la vida de este bello ser peludito, creó un cuento ficticio en el que el principal objetivo es inspirar a niños y padres a través de coloridas ilustraciones sobre animalitos con situaciones parecidas a las de Sally.

A pesar de sus limitaciones, Sally sigue siendo feliz gracias al cuidado amoroso de su dueño. Su historia es un recordatorio de que todas las mascotas merecen amor y cuidado, independientemente de sus capacidades. Y con esto en mente queremos dejarte las palabras de Janez: “Quisiera hacer un llamado a las personas a que se atrevan a adoptar a mascotas con discapacidades o que sean viejitas. Los animales de raza, los que se venden y los ‘normales’ casi siempre van a encontrar hogar, pero existen muchos que por ser mayores o tener alguna condición probablemente nunca encuentren hogar y terminen en la calle, finalizando su vida sin haber conocido nunca el amor de una familia”.

Bonus: Algunas historias de adopciones no planeadas

  • Un día salí a caminar con mi perrita chihuahua, y un cachorro mestizo se nos unió y empezó a caminar como si estuviera con nosotros. Tenía muchas garrapatas y estaba desnutrido. Empezó a llover mucho y regresé a casa, porque mi esposo y yo teníamos un acuerdo de no más mascotas, pero al contarle sobre ese perro me pidió que volviera por él. Resultó ser una hermosa perra mestiza que nos eligió a nosotros un mes de julio hace 6 años. Amamos a nuestra Lana. © Raquel Valencia / Facebook
  • Un día empecé a escuchar una especie de lloriqueo, y como vivo arriba de una pizzería, pensé que eran niños jugando. Luego de un par de horas, lo volví a escuchar y me asomé al balcón con mi esposo, quien me señaló una pequeña bolita de pelines en la calle. Parecía que quería llamarme, porque cada vez que me metía de nuevo, comenzaba a chillar. Bajé a ver. Era una gatita tan pequeña que cabía en mi mano. La llevé al médico y nos dijo que tenía estrabismo y algo de ceguera. Desde ese día, ella y yo tenemos una conexión especial: ronronea cada vez que me ve y me da “besitos” cuando estoy triste.
  • Hace casi dos años, mi hija y yo encontramos una gata blanca cerca de la casa. Era la gata más hermosa, con la cola más esponjosa que haya visto. Mi hija enseguida se la quiso llevar, pero le dije que no porque teníamos ya siete perros y un gato. Meses después volvimos a encontrar a la misma gata, ya muy descuidada, sucia y muy flaca. La esterilizamos, la medicamos y ahora es una hermosa gata que me sigue a todos lados. © Alison Mendoza / Facebook
  • Un día salí a caminar con mi perrita chihuahua, y un cachorro mestizo se nos unió y empezó a caminar como si estuviera con nosotros. Tenía muchas garrapatas y estaba desnutrido. Empezó a llover mucho y regresé a casa, porque mi esposo y yo teníamos un acuerdo de no más mascotas, pero al contarle sobre ese perro me pidió que volviera por él. Resultó ser una hermosa perra mestiza que nos eligió a nosotros un mes de julio hace 6 años. Amamos a nuestra Lana. © Raquel Valencia / Facebook
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