Madre enfurece cuando su hijo vuelve de la escuela sin comer por una polémica decisión de la maestra
Cuando tenemos hijos, siempre intentamos darles absolutamente todo lo mejor que esté a nuestro alcance. Esta madre vivió una situación compleja, en la cual se encontró con que su hijo no había comido lo que ella le envió al colegio por una decisión de la maestra, despertando su indignación absoluta.
Ashley Griffiths, una mujer de Queensland, Australia, generó polémica en las redes tras compartir la situación que le tocó vivir con una maestra de su hijo. “Ayer, envié a mi hijo a la escuela con un pequeño trozo de pastel envuelto individualmente”, explicó la señora Griffiths. “Regresó sin comer, lo cual es muy sorprendente porque está pasando por un estirón de crecimiento y se está comiendo todo en este momento”.
Cuando le preguntó a su hijo por qué no comió el refrigerio, su respuesta la dejó sorprendida. La maestra de su hijo se negó a abrir el trozo de pastel “porque no es saludable”. “No recuerdo haberte preguntado”, se rió.
La madre dijo que la lonchera de su hijo estaba “muy equilibrada” con lácteos, frutas, sándwiches y embutidos fríos, “mucha variedad, mucha selección, porque eso es lo que creemos en esta casa”. “Es nuestro trabajo como adultos proporcionar suficiente comida y variedad para que se satisfagan las necesidades nutricionales de nuestro hijo y permitirle escuchar su cuerpo y tomar decisiones en consecuencia”, dijo.
“Eso significa que puede tener cosas dulces a veces. Sé que algunas personas las llaman ’golosinas’ o ’alimentos ocasionales’ o como sea. Nosotros simplemente lo llamamos comida en esta casa. No le asignamos un valor moral a la comida”, continuó. La madre dijo que se sintió “molesta” por las acciones de la maestra, y agregó que tomó una decisión “basada en su propia tontería de cultura dietética” y “avergonzó a (su hijo) frente a sus amigos”.
“Según mi criterio, si mi hijo ha comido su jamón, su queso, su yogur, su fruta y su sándwich, puede comerse el maldito pastel si tiene hambre. Puede comerse el maldito pastel porque no está ahí como adorno. Yo tomé la decisión de ponerlo ahí para él”, dijo.
La señora Griffiths preguntó a sus seguidores si creían que debería presentar una queja formal ante la escuela. Muchos padres comentaron que esto sucede en muchos establecimientos educativos y que los maestros no deberían interferir en la decisión de los padres sobre cómo alimentar a sus hijos. ¿De qué lado estás?