Prisionero que murió por unos minutos alega que ya cumplió su cadena perpetua y causa polémica
¡Ah, pero qué conveniente! Este hombre sí que sabe usar las mañas para salirse con la suya, ¿cierto? Muchos dirían que estar a las puertas de la muerte le habría hecho reflexionar un poco, pero no. Al recuperarse del mal rato, su primer pensamiento ha sido cómo usar eso a su favor para librarse de su condena. ¡Bandido hasta en el más allá!
Un recluso de Iowa, en Estados Unidos, fue sentenciado a cadena perpetua por un caso de homicidio, pero ha presentado una argumentación ante el tribunal de apelaciones de dicho estado. El convicto solicitó ser liberado después de haber experimentado una enfermedad grave y un episodio de “muerte temporal” en el hospital, donde, a pesar de haber sido reanimado en cinco ocasiones, finalmente logró sobrevivir.
De acuerdo con la solicitud presentada por Benjamin Schreiber, el preso condenado a cadena perpetua, afirma que su sentencia de por vida ha sido cumplida. Sin embargo, esta afirmación no ha logrado convencer al tribunal de distrito, que rechazó su petición, ni al tribunal de apelaciones, que esta semana ha confirmado la decisión del tribunal anterior y ha desestimado el caso al considerar que esta reclamación carece de fundamento.
Schreiber, un individuo de 66 años, ha estado cumpliendo una condena de cadena perpetua por un asesinato en primer grado desde 1997. En el año 2015, experimentó una serie de convulsiones debido al desarrollo de cálculos renales que le ocasionaron una intoxicación séptica. Como resultado, fue trasladado al hospital, donde perdió el conocimiento y fue reanimado, a pesar de que el propio recluso había expresado en su petición que eso no era lo que deseaba, según consta en el documento presentado por Schreiber.
Debido a esta situación y al proceder de los médicos, Schreiber argumentó que fue revivido en contra de su voluntad y, como resultado, sostuvo que su “sentencia había llegado a su fin”. Sin embargo, el fallo emitido en aquel momento por la jueza Amanda Potterfield del tribunal de apelaciones afirmó que “no encontramos su argumento persuasivo”.
Sin titubear ni un segundo, la encargada de llevar a término el caso del hombre sentenció: “Schreiber todavía está vivo, en cuyo caso debe permanecer en prisión, o en realidad está muerto, en cuyo caso esta apelación es discutible”. Al tomar en cuenta que el pulso del condenado seguía latente, quedó muy claro que, mientras siga vivo, seguirá cumpliendo la cadena perpetua que, desde un principio, se le impuso.
Definitivamente, hay personas que parecen disfrutar hacerle honor al dicho “árbol que nace torcido, jamás su rama endereza”; pero el hombre de esta historia no es el único, porque de descarados está lleno el mundo.