18 Objetos a los que les sacaron todo el jugo posible
La transformación que el tiempo causa en los objetos es innegable. No hay pertenencia que pueda escaparse de la influencia de los años o el uso constante y aquí podrás ver varios objetos que están a años luz de considerarse nuevos.
1. “El piso se ha desgastado donde la gente se queda parada en mi tienda local”
2. “Vivimos junto al océano: aquí está la comparación entre el picaporte exterior de la puerta y el interior”
3. “El apoyo constante del brazo del conductor ha desgastado la parte superior de la guantera central”
La obsolescencia programada es una consecuencia directa de la sociedad de consumo. Los fabricantes utilizan diversas estrategias para reducir la vida útil de los productos, como impresoras que dejan de funcionar después de un número determinado de impresiones, lavadoras que fallan después de 2.500 lavados y baterías de móviles diseñadas para durar menos de dos años. Incluso los televisores tienen una duración limitada de 20.000 horas. Como resultado, los bienes que compramos hoy en día no duran tanto como solían hacerlo en el pasado. En todo el mundo, estas prácticas han sido criticadas por muchos años. En la actualidad, es difícil encontrar productos que no estén diseñados para fallar, desde los automóviles hasta las medias.
4. “Un llavero de Lego nuevo y uno usado”
5. “La marca en el suelo de mi escuela secundaria donde los chicos apoyan el pie para girar y subir las escaleras”
6. Una manita de gato y podría quedar como nuevo
La obsolescencia percibida es cuando un producto aún funciona bien, pero se considera obsoleto debido a que ya no es la versión más actual. Este proceso fue creado por la industria automotriz y se sigue utilizando hoy en día.
En la actualidad, la obsolescencia perceptiva o psicológica es evidente en la industria de la moda, que trabaja con colecciones y hace que la ropa parezca obsoleta debido a que tiene varias temporadas. A pesar de estar en perfectas condiciones, se considera anticuada.
La obsolescencia tecnológica ocurre cuando un producto sigue funcionando adecuadamente, pero es sustituido por otro modelo con tecnología más avanzada que lo hace más eficiente, convirtiendo al modelo anterior en obsoleto. Esta forma de obsolescencia es vista en el mercado como una consecuencia natural del progreso tecnológico.
Sin embargo, algunas veces se combinan estrategias de obsolescencia tecnológica y perceptiva para vender productos con la imagen de tecnología de punta, aunque en realidad exista poca diferencia entre los modelos antiguos y los nuevos.
7. “Esta cuchara a la que ya se le desvanece el color”
8. “Este escalón”
9. “Esta etiqueta de Coca-Cola se puso amarilla con el paso del tiempo bajo el sol”
La duración de ciertos objetos del hogar varía dependiendo de su uso y cuidado. Las almohadas, por ejemplo, suelen durar de 2 a 3 años, pero el relleno es propenso a la acumulación de ácaros y puede causar dolores de cuello. Las pantuflas tienen una vida corta de solo 6 meses y son propensas a la acumulación de hongos, a pesar de lavarlas con frecuencia. Las esponjas de baño deben ser cambiadas cada 2 semanas para evitar la propagación de bacterias, mientras que las toallas pueden durar de 1 a 3 años. Los cepillos de dientes deben ser cambiados cada 3 meses para mantener una buena higiene bucal. El agua oxigenada tiene una duración de 2 meses una vez abierta, mientras que los perfumes y colonias tienen una vida útil de 2 a 3 años. Los biberones de látex deben ser cambiados cada 2 a 5 semanas debido a la acumulación de microbios.
10. “El tiempo es cruel”
11. Muchas horas de juego con un peluche de gato
- En 1995, mi tía abuela me regaló un gato de peluche. Era mi favorito y dormía con el todas las noches durante mi infancia. Cuando ella falleció, descubrimos que había comprado un gato idéntico y lo mantuvo en perfectas condiciones durante dos décadas. Los años de amor sin duda dejaron su huella. © Connguy / Reddit
12. “Una pantalla de TV CRT que ha reproducido mucho PacMan”
Las sillas para bebés suelen durar de 6 a 10 años, pero pierden sus propiedades y forma con el tiempo. Los sujetadores tienen una duración de 1 a 2 años y deben ser cambiados cuando pierden la elasticidad o forma. Las deportivas tienen una vida útil de 1 año después de haber recorrido 400-500 kilómetros, ya que pierden sus propiedades de amortiguación. Las especias duran de 1 a 3 años, pero las molidas pierden su sabor y aroma después de 6 meses. La harina se conserva de 6 a 12 meses, dependiendo del tipo. Los extintores suelen durar 15 años, pero deben ser revisados si presentan daños visibles. Las bases múltiples tienen una duración de 1 a 2 años, dependiendo de su capacidad para aguantar la tensión. Los productos de limpieza desinfectantes deben ser cambiados cada 3 meses, mientras que los insecticidas tienen una duración de 2 años.
13. “Un prendedor de Rickinillo que tengo desde hace dos años y medio frente a uno nuevo”
14. “Estos círculos perfectos hechos por los pasos de los peluqueros en esta barbería son una locura”
15. “La diferencia de desgaste del calzado entre mi pie normal y mi pie protésico después de un año”
En la vida cotidiana, existen diversas formas de percibir la obsolescencia programada, más allá de los momentos en que los dispositivos dejan de funcionar. Algunos ejemplos incluyen cuando un teléfono celular no permite cambiar la batería debido a que la pieza no se desprende, cuando el costo de reparar una pieza del equipo es similar al precio de adquirir un equipo nuevo, cuando un equipo falla después de actualizar el sistema o cuando un producto parece obsoleto muy rápidamente.
Gran parte del sistema de obsolescencia programada depende de nuestros hábitos de consumo. Podemos optar por ser más conscientes y reducir el consumo. Para algunos, elegir marcas que trabajan en contra de la obsolescencia programada es una opción. Incluso al comprar productos sin importar su marca o nuestra posición social, debemos reflexionar sobre la verdadera necesidad de nuestra compra. Esta actitud consciente nos ayuda a evitar compras impulsivas y a superar los obstáculos del marketing. Además, no solo protegemos el medio ambiente, sino también nuestros bolsillos.