15 Papás cuyas habilidades de crianza son del nivel de Mary Poppins
Se dice que los niños son una bendición divina, sin embargo, criarlos no es tarea sencilla. Los padres tienen la responsabilidad de educarlos desde el momento en que nacen. Aunque algunos logran hacerlo con éxito, otros no tanto, ya que cometer errores es inevitable en esta misión. En la recopilación del día de hoy, compartimos historias de éxito en la complicada labor de criar hijos. ¡Échales ojo!
- Le dije a mi hija que las orejas se ponen rojas si una persona miente. Ahora se tapa los oídos cuando dice mentiras. Ella ya tiene 7 años y este truco todavía funciona. © Eissbein / Reddit
- Cuando éramos niños, estábamos obsesionados con una caricatura de dinosaurios. Ellos comían enormes hojas. Y mi mamá nos permitía sacar las hojas de la ensalada y esparcirlas por la sala para que pudiéramos gatear y comerlas como los personajes de esta caricatura. © MelRebels / Twitter
- Le explicamos a nuestro hijo que los adultos no siempre tienen la razón. Hoy compró un té frío con una promoción de 0,7 USD. Al salir, vio el recibo y resultó que le habían vendido el té sin descuento. Regresó y pidió un reembolso. La cajera se negó diciendo que él ya había destapado la botella y tomado de ella mientras estaba en la calle. Entonces mi hijo le respondió: “La botella está cerrada, mírela atentamente”. La cajera canceló la compra y le devolvió el dinero. Esta es una pequeña victoria para un niño. Y para mí fue un acontecimiento fantástico.
- Por la mañana es muy difícil despertar rápido a mi hija sin que se ponga a llorar. Encontré la solución por casualidad. Estaba muy cansado y, para no quedarme dormido, puse la alarma en mi teléfono. Me quedé muy sorprendido al final. Por la mañana sonó la alarma, mi hija corrió hacia él y me lo trajo. Ahora todas las mañanas finjo estar dormido y mi hija corre a despertarme. Le digo que casi me había quedado dormido y la felicito por haberme despertado. ¡Deseo que todos los hijos sean así de obedientes!
- Trabajo como niñera. Mi pupila estaba berrinchuda y se negaba rotundamente a comer otra cosa que no fuera yogur. Su papá le había dejado una empanada de carne para cenar, pero tampoco la quiso. Quería yogur y nada más. Como resultado, saqué el relleno de la empanada, lo revolví con requesón en grano y le dije: “Ándale, cómetelo, esto es yogur de carne”. Se lo comió. © valuemeal2 / Twitter
- Controlo el tiempo de uso del teléfono de mis dos hijas. Todas las aplicaciones funcionan 2 horas al día, después de las 10 de la noche todo se apaga con la ayuda del “control parental” y después solo pueden realizar llamadas y usar WhatsApp. Mis hijas están molestas y muy indignadas: “¡Papá, esto no es justo! ¡A veces también estás con tu teléfono y nadie te lo restringe! ¡Y luego también usas la computadora!”. Me reí y les pregunté: “¿Quieren que todo sea justo y tengan todo como su papá?”. Las niñas me respondieron unánimemente: “¡Sí!”. Les dije: “Está bien”, y les quité los teléfonos. “Se los devolveré cuando tengan 20 años. Porque solo a esa edad tuve mi primer teléfono móvil”.
- A menudo mi esposa, mi hija de 4 años y yo nos vamos de vacaciones. A una niña con mucha energía le resulta difícil estar sentada en un solo lugar durante 3-4 horas. A mitad del vuelo, cuando se aburre de las caricaturas y de los dibujos para colorear, me golpeo la frente con la palma de la mano y recuerdo que se nos olvidó crear una postal para el capitán del avión y su amigable tripulación. A mi hija le encanta esta idea y comenzamos a dibujar una postal para el capitán. Se me ocurre otra idea razonable: la postal debe hacerse de manera extremadamente cuidadosa y tiene que ser muy bonita. Mi hija tardó en hacerla exactamente 1 hora y 10 minutos. Cuando aterrizamos, mi hija y yo se la regalamos felizmente al asistente de vuelo o a los pilotos si se encuentran parados cerca de la salida del avión. Un capitán incluso permitió que mi hija entrara en la cabina del piloto y se sentara en su lugar.
- Iba en el autobús, una niña de unos cinco años estaba gritando: “¡Quiero un Pegaso!”, y su madre simplemente le dijo: “Ahora te tomaré fotos llorando y las subiré a Internet”. ¡Qué métodos tan severos de crianza!
- Si los niños me piden un juguete que no puedo comprar, simplemente les digo: “Agrega esto a tu lista de deseos”. Es muy cómodo, porque siempre sé qué regalarles en sus fiestas. Y no hacen berrinches en la tienda, porque yo no se los rechazo. © Sarita_Maria / Reddit
- Para llevar a los niños a casa después de un paseo, en lugar de “nos vamos pronto” o “5 minutos más y nos vamos”, comencé a decirles: “Está bien, 7 brincos más y nos vamos”. A veces el número es más alto, pero no menos de cinco para que los niños no pidan “una vez más”. © sardineclub / Reddit
- De vez en cuando mi hijo me molestaba metiéndose hojas sucias en la boca. Por eso le ofrecí “hojas especiales para comer”. Ahora se come con tanto gusto un plato de ensalada a la hora de la cena. Tiene 4 años. © adremily / Twitter
- Para dormir a tu hijo, finge que estás durmiendo. No jueguen con el teléfono ni le leas libros, dado que seguirá tu ejemplo. Así que muestra que tienes sueño, cierra los ojos, no hables y se quedará dormido. © _LiterallyAnybody_ / Reddit
- Convencí a mis hijos de que las coles de Bruselas eran huevos de dinosaurio. Ahora están encantados de comerlas. © ellesanto / Twitter
- En mi infancia odiaba hacer limpieza con todo mi corazón. Pero mi madre encontró una solución: arrojaba todas mis cosas en mi cama y cuando yo quería acostarme, me veía obligada a poner todo en su lugar. No tiraba mis cosas al suelo, porque mi perro rompería todo lo que encontrara allí. Funcionó en el 100 % de los casos.
- Cuando trabajaba como comerciante en la sección de juguetes de un supermercado, una mamá compartió conmigo este método. En primer lugar, ella y su hija iban a la sección de peluches, donde su hija elegía lo que más le gustaba. Antes de pagar, regresaban a esta sección y ponían el peluche en su lugar (sin berrinches, porque ya había jugado lo suficiente). Con ese truco, la niña se mantenía ocupada y no hacía berrinches mientras su mamá estaba viendo los productos.
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