Historias

Por naturaleza, los gatos tienen un instinto nato para cazar animales rastreros, por lo que juegan un papel muy importante a la hora de mantener alejados a plagas y roedores. Gracias a esta habilidad, un pequeño felino fue “contratado” en una oficina en Estados Unidos. Sus empleadores desconocían que se convertiría en una sensación en las redes sociales. Pero ¿cómo logró fama de la noche a la mañana?

Los seres humanos pueden ser muy amables, pero también un dolor de muelas. Sobre todo, cuando creen que los favores que les hacen otros, conocidos o desconocidos, son una obligación. Entonces, ni un “gracias” dan y se vuelven de lo más impertinentes exigiendo ayuda. La insolencia.

Viajar en transporte privado puede resultar cómodo, una forma tranquila de evitar el traslado en el público y probablemente llegar más rápido a nuestro destino. Pero no todos los días son iguales y a veces pueden ocurrir las situaciones más disparatadas.

Cada cabeza es un mundo, y prueba de ello es la manera en la que hacemos uso del espacio en el que vivimos. Hay quienes esconden sus pertenencias más valiosas, ostentan particulares colecciones o diseñan su propiedad de las maneras más extrañas. Lo que podría parecer poco práctico, excéntrico o molesto, sin embargo, puede también prestarse para las mejores historias.

Probablemente, los adultos no sean capaces de igualar la imaginación de los niños. Esas ganas que tienen de saber y de crear cosas nuevas los termina transportando a un mundo que solo ellos conocen. Pero, al igual que nosotros, también tienen sus días no tan bonitos y esa misma imaginación los hace encontrar las razones más inusuales para indignarse.

Los exámenes pueden ser el cuento de terror de cualquier alumno, aplicado o un poco distraído. Sin embargo, hay veces en los que estos corren con mucha suerte a la hora de realizarlos. Y es que sus profesores los sorprenden con una prueba un poco diferente, convirtiéndose en una historia graciosa, digna de contarse en el futuro.

En ocasiones, los niños hacen cosas que no van de acuerdo con su edad. Por ejemplo: hay pequeños que están llenos de sabiduría y con humor e ironía nos explican el mundo. Los adultos que conviven con ellos se sorprenden, porque las respuestas de estos chiquitos ponen en jaque su modo de pensar.

Para algunas personas, su suegra es algo así como una segunda madre. Los cuidados y atenciones que tienen estas mujeres hacia sus nuevos integrantes las hacen únicas. Sin embargo, hay quienes no corren con la misma suerte, y esto se vuelve evidente a la hora de intercambiar regalos.

Es normal convivir con animales en nuestra vida cotidiana. Sin embargo, a veces podemos asombrarnos al toparnos con especies no tan comunes en sitios inesperados. Afortunadamente, a alguien se le prendió el foco e inventó la cámara, y ahora nosotros podemos retratar eventos como estos.

Si nos pusiéramos a pensar en la cantidad de veces en las que hemos tratado de ocultar la verdad, incluso para alguien más, para gustarle a alguien, para salirnos con la nuestra, por miedo al qué dirán o cualquier otro motivo, tal vez la lista sería larga. Lo cierto es que los secretos, muchas veces más tarde que temprano, siempre se encuentran con su verdad.

El transporte público es algo con lo que muchas personas deben lidiar día tras día. En ocasiones el viaje puede pasar desapercibido, pero otras veces podemos toparnos con alguien que pareciera haber tomado la decisión de hacerse inolvidable y no de la mejor manera.

Generalmente, las personas de mayor edad suelen ser los valientes de la casa, pero de vez en cuando los niños cuentan historias que podrían erizar la piel de cualquiera. Ya sea por intuición o imaginación, lo cierto es que no estaría de más dejar la luz de la casa encendida al leerlas.

Los niños son creativos y, muchas veces, no temen decir lo que piensan. En ocasiones, hasta nos pueden deslumbrar con sus ocurrencias y respuestas. Ellos tienen su propia forma de ver el mundo y con solo expresar lo que tienen en mente, pueden hacer memorable cualquier día o momento.

Probablemente, varios tuvimos ese momento en el que dijimos: “¡Cómo me libré de eso!”. Una de esas situaciones frustrantes que dejamos en el pasado puede ser el haber convivido con jefes, compañeros de trabajo o clientes que nos hicieron la vida imposible, que podrían lograr que cualquiera desee tomar sus cosas, salir corriendo y nunca mirar atrás.

Cuando se intenta hacer un trato entre un cliente y alguien que ofrece sus servicios o productos a través de internet, por lo general se hace entre dos desconocidos que jamás, o pocas en veces en la vida, han cruzado palabras. Y lo divertido (y a la vez molesto) de este tipo de conversaciones, que surgen espontáneamente, es que casi nunca sabes con qué podrían sorprenderte.

En la actualidad tenemos mucha información a la mano, y es que a través de la web podemos encontrar la solución a muchas de nuestras interrogantes. No siempre sucede así, hay experiencias que carecen de cualquier explicación lógica y quienes las han vivido, no entienden el porqué.

Los niños siempre tienen algo que decir, sea algo tierno, gracioso o completamente tétrico. Cuando vives con estos pimpollos, generalmente disfrutas sus historias algo delirantes, pero también puede suceder que cuenten cosas que te dejan atónito. Como para dormir con la luz prendida toda la noche.

La llegada de un bebé puede ser una gran sorpresa. La emoción que pueden sentir los integrantes de la familia o conocidos de los futuros papás, en ocasiones, se pasa de la raya y los hace cometer los más extraños comportamientos, como obsequiar extravagantes o innecesarios objetos.

Conseguir un nuevo empleo puede ser una maraña de retos y nervios, especialmente para los primerizos. En esta búsqueda nos topamos con un gran reto: la entrevista. Esta experiencia puede ser gratificante y fluir como el agua, pero en otras ocasiones resulta ser toda una aventura, pero de película de terror.

Las ofensas de la infancia se recuerdan de por vida, porque pegan directo en el corazón. Es difícil olvidar unas palabras pronunciadas sin cuidado, los castigos y las burlas de otros niños y de los adultos. Por lo tanto, es mejor no guardar estos recuerdos dentro, sino contárselos a un amigo o compartirlos en Internet. Los protagonistas de la selección de hoy utilizaron el segundo método.