Historias

Convertirse en tío/tía es algo mágico e importante. Sin embargo, cuando no tienes experiencia alguna con niños, se vuelve un gran reto. Más cuando tus hermanos esperan que te vuelvas un mentor para sus hijos (¿qué se supone que debemos enseñarles?). El sentimiento de tener sobrinos es inexplicable y hay muchas cosas que se experimentan en el camino.

Qué fácil sería la vida si pudiéramos elegir con quién vivimos dentro e incluso fuera de la casa. Es cierto que escogemos a nuestros roomies, a nuestra pareja, y formamos familias, pero raramente podemos elegir a nuestros vecinos. Así, aunque no vivamos dentro de las mismas cuatro paredes, tenemos que lidiar con sus hábitos de vida, que en ocasiones nos hacen querer echarles en cara todas las creativas formas en las que nos fastidian.

Para la mayoría de los niños su manera de pensar y ver el mundo es la “correcta”, no importa cuántas veces les expliquemos las cosas. A partir de esto suelen ocurrir momentos muy graciosos, que ponen en evidencia que el universo de los pequeños es divertido, aunque caótico.

La etapa de la infancia es de vital importancia en el desarrollo de la personalidad. Es nuestra fase de esponja absorbente, de creatividad y experimentación; por eso las aspiraciones fantásticas, como ser superhéroes, estrellas de rock, dinosaurios y muchas cosas más son respuestas comunes entre los pequeñines. Sin embargo, existen niños que, en particular, se tomaban su libertad de expresión muy en serio, comportándose de formas, tal vez, poco comunes.

Ayer mismo les enseñábamos a nuestros padres a enviar emoticonos en el Messenger, pero hoy las mamás y los papás lo hacen mejor que nosotros. Y pueden incluso competir con sus hijos en el carácter sarcástico de sus mensajes, y a veces sorprenderlos con respuestas muy inesperadas.

Vivir con niños podría describirse perfectamente con la palabra “impredecible”. En un momento nuestros pequeños pueden estar en el medio de una travesura y al siguiente llegar a momentos de reflexión profunda, por supuesto, llenos de esa inocencia típica de la infancia.

Los hijos pueden ser la alegría de cualquier casa. Y también el caos. No importa el lugar o las circunstancias, las bendiciones a veces no se dan cuenta y hacen el mundo arder con sus pensamientos. En ocasiones, lo hacen delante de sus padres. Otras, ante público en general que se encuentra en la escuela, en un restaurante o en la calle.

Tomar la decisión de tener un hijo es un gran paso en la vida de muchas personas. A veces, puede que esto resulte más difícil de lo pensado, y es por eso que las familias que desean ampliarse toman la decisión de adoptar un niño. Si bien puede haber toneladas de amor y ganas de por medio, la adaptación del nuevo integrante en ocasiones resulta instantánea, y en otras, necesita de mucha dedicación y trabajo.

Como vemos en muchas películas, el poder del amor puede con todo: incluso a lograr que animales con malas experiencias dejen atrás sus pesadillas con tal de recibir el toque cariñoso que tanto necesitan a veces. La adopción requiere inversión de tiempo y energías, es un proceso lento, pero vale tanto la pena que las personas comparten sus testimonios con orgullo.

Ser padre o madre puede ser una de las cosas más gratificantes de la vida, pero, de vez en cuando, se necesitan unas vacaciones de este importante papel por las “sutiles” hazañas de los pequeños. Enseñarles a comportarse es una tarea difícil, y a veces puede jugar en contra a los padres (aunque siempre sacándoles una sonrisa).

Compartir la vida con un hermano implica tener que vivir todo tipo de momentos; desde los agarrones por las greñas porque ambos queremos el mismo juguete, hasta la complicidad al momento de hacer alguna travesura. Y es que la hermandad es una bendición, pero cuando eres hijo único y llegan a quitarte tu trono, las cosas no pintan tan bien, al menos no al inicio. La verdad es que una buena relación entre hermanos toma tiempo y, normalmente, se va dando poco a poco, a punta de pequeños momentos significativos.

Quizás ya conocen el dicho que se les dice a las familias cuando tienen mellizos: “Duplica el problema, duplica la diversión”. No solo eso, sino que también se multiplica el amor y la felicidad, como también la atención que requieren y el tiempo que demandan. Dar la bienvenida a dos bebés al mundo a la par puede ser un desafío para toda pareja y, las estrellas de Hollywood, no son la excepción. No solo deben cuidar a sus niños sino que, además, deben regresar a sus compromisos laborales y posar frente a las cámaras sin respiro.

Cuando caminamos por las calles, no resulta extraño toparse con animalitos callejeros; algunos dicen “aww” y siguen caminando, otros miran lastimosamente por no poder darle refugio, pero ¿qué pasa si pasamos a la acción? Con la adición de mascotas a nuestras familias no solo adquirimos un perro o un gato, sino un amigo incondicional para caminar, para leer o simplemente ser felices con la vida en compañía.

Familia son las personas que te traen a la vida, pero también quienes te acogen cuando el mundo te da la espalda ¡por eso las historias de adopción resultan tan conmovedoras! Todos merecen un lugar para llamar hogar; y aunque a veces el proceso de adaptación es complejo y toma tiempo, la recompensa que trae el entender que estas criaturitas te ven como alguien digno de confianza no tiene precio.

Los niños tienen una gran capacidad para expresar sus pensamientos sin pelos en la lengua. Esto puede ser gracioso en ocasiones, pero en otras, no tanto. Cuando sus ocurrencias llegan a un nivel máximo, los papás, abuelitos o hermanos mayores no saben si quedarse o salir corriendo a buscar un boleto de camión para tomar unas largas vacaciones.

Probablemente, un gran número de nosotros tenemos alguna historia para contar, que se haya situado en nuestro lugar de trabajo. Quizá hablar con personas un poco extrañas o lidiar con alguien fastidioso durante la jornada laboral. Sin embargo, hay sucesos que superan a los demás con su nivel de intriga y con el impacto que llegan a causar en la vida de uno.

Saber que alguien te espera al llegar a casa aumenta motivos para correr por las calles, en especial si se trata de tu mejor amigo de cuatro patas (con plumas o púas) cuyo cariño te costó ganarte. La lealtad de las mascotas es de por vida, y es por eso que algunos humanos han puesto sus energías en adorar esos animales rescatados con los que se cruzaron cierto día.

Habitamos en un mundo que se ha vuelto un poco distante gracias a la cantidad de tecnología que nos arropa. Pero eso no ha evitado que muchas personas conserven la calidez humana y ayuden a otros sin ningún interés adicional que el de hacer un acto generoso.

En el trabajo todo es risas y diversión hasta que llega ese compañero pesadito, a quien le gusta jugar malas bromas o tomar sin permiso de tu comida (¡no, mis papitas a la francesa, no!). Y no queda más que ser amable, respirar y contar hasta cinco, como nos han dicho en clase de yoga, pero a veces ni esto ayuda para lidiar con él.

Los cosméticos pueden hacer lo que las usuarias deseen, pero a veces su objetivo se ve entorpecido por las miradas y opiniones de otros. Cuando una chica usa sombras y labiales, hay quienes la elogian. Pero cuando esta decide no llevar ni una gota de maquillaje, entonces las preguntas comienzan: “¿Estás enferma?”, “¿Te sientes bien? Luces triste”.