Aeromoza confiesa todos los secretos que encierra trabajar en un avión
Claudia siempre soñó con ser maestra, pero un día decidió cambiar su rumbo y convertirse en azafata. A pesar de no tener mucho dinero, decidió tomar un tren hacia la capital y asistir a una entrevista para el puesto. Para su sorpresa, pasó el examen médico y comenzó a estudiar el mismo día. Aunque cambiar drásticamente el curso de nuestra vida puede ser aterrador, Claudia nos demuestra que a veces tomar riesgos puede valer la pena, incluso a los 21 años. A través de su blog, comparte con entusiasmo detalles sobre su trabajo como auxiliar de vuelo y nos brinda la oportunidad de descubrir los secretos de su emocionante profesión.
Dejaron de percibir la profesión de azafata como un ocupación temporal. Cada vez con menos frecuencia la gente pregunta: “¿Cuándo encontrarás un trabajo normal?”
Un auxiliar de vuelo es una persona responsable de la seguridad de los pasajeros. En caso de ser necesario, te salvará la vida, no solo te servirá té o café. Además, la profesión requiere estabilidad mental. Imagínate: trabajar en un espacio cerrado entre una gran multitud. Al mismo tiempo, tienes que ser responsable de la seguridad y el servicio. Asimismo, vale la pena añadir las situaciones de estrés, los vuelos nocturnos, el cambio drástico de clima, husos horarios y los cientos de preguntas de los pasajeros.
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La cualidad principal para este trabajo es la flexibilidad. Sí, incluso si no dominas el inglés perfectamente.
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Debes poseer la capacidad de ser multitareas para realizar varias cosas al mismo tiempo.
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Está bien sonreír. No importa qué pase en tu vida personal, el trabajo no es el lugar para mostrarlo.
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Tienes que cuidar tu salud. Los cambios drásticos de presión y los vuelos constantes pueden afectarla.
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Un auxiliar de vuelo tiene que ser sociable y capaz de encontrar la forma de comunicarse con cualquier pasajero. Y, además de eso, ser capaz de trabajar con personas nuevas, porque para todos los vuelos siempre se forma una nueva tripulación.
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Lo más importante es dormir suficiente. Incluso cuando vuelas a otro país, pasear por lugares históricos no es tan importante como dormir.
Si quieres descubrir recomendaciones para tu próximo vuelo, no te pierdas estos artículos (uno y dos).
Trucos para los pasajeros en el aeropuerto
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Al reservar asientos para 2 personas, elige uno cerca de la ventanilla o del pasillo: nadie quiere sentarse en medio, así que podrás tener toda la fila a tu disposición.
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Si viajas en clase económica, fórmate para documentar tu maleta en los mostradores más cercanos de la clase ejecutiva. Normalmente nadie se forma allí y, a veces, comienzan a atender a los pasajeros de clase económica que están cerca.
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Por lo general, la banda transportadora a la izquierda para la inspección del equipaje está menos cargada, porque todos los diestros colocan instintivamente sus maletas a la derecha.
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Si debes subirte a un autobús para abordar, no corras para tomar un asiento. De lo contrario, pasarás otros 20 minutos sentado y finalmente tendrás o mucho frío, o mucho calor.
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Si quieres ahorrar dinero y envolver tu maleta con film plástico, hazlo en el aeropuerto, porque el servicio de seguridad puede revisarla y no le importará todo tu esfuerzo.
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Recuerda que, a veces, las maletas se pierden. Por eso tienes que guardar los artículos esenciales en tu equipaje de mano.
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Toma una foto de tu maleta con el teléfono. Si de repente se pierde, tendrás una imagen para identificarla.
¿Conoces la historia de la chica que se negó a cambiar de asiento en el avión y ahora muere de remordimiento? Puedes hacer clic aquí para conocerla.
Cómo ve el vuelo un jefe de auxiliares de vuelo
Me despierto aproximadamente a las 4 de la mañana para volar a las 8. Cuando todos llegan, hago una reunión informativa, respondo las dudas de la tripulación sobre el viaje y también les hago unas preguntas. Después de eso, todos nos dirigimos al avión con anticipación. De acuerdo con las reglas, debemos estar allí una hora antes del vuelo, pero me gusta llegar antes. En cuanto a mí, es mucho mejor estar sentada tomando una taza de té mientras espero a los pasajeros que andar corriendo por todo el avión con tacones y en pánico, tratando de no arruinar algo.
A continuación, comienza una verdadera “carrera matutina” para el auxiliar de vuelo principal, porque vienen todos los servicios al avión: de limpieza, técnicos, ingenieros, entre otros. En este momento, todos necesitan algo del jefe de los auxiliares de vuelo. “¿Quién es el responsable?”, “¡Revisa la limpieza!”, “Firma aquí”, “Marca la cabina para comprobar la conexión”. Aquí no hay opciones: debes hacer todo lo posible para poder eliminar las fallas en caso de que las encuentren. Después de un tiempo, el comandante da permiso para abordar y llamas a tus colegas por el altavoz: “¡Vamos a la cabina!”. Las chicas se ponen gorras y esperan en la entrada. Y yo escucho los pasos de los primeros pasajeros en la escalera.
Cada azafata tiene pasajeros a quienes ve con más frecuencia que a sus mismos colegas
Sucede que te encuentras con pasajeros a bordo, y entre ellos lo ves a él. Han volado juntos más de una o dos veces. Tienen bromas en común, ya sabes qué tipo de café le gusta, y le preguntas si ha logrado entregar a tiempo su proyecto, con el que voló la vez pasada. ¡Me encantan estos vuelos! Y los pasajeros saben que recibirán un excelente servicio.
O hay situaciones aún más “divertidas”. Uno de los viajeros frecuentes era un hombre de mediana edad que intentó en vano llamar mi atención y obtener mi número de teléfono. Y yo, con mucha seguridad de que ese sería nuestro último encuentro, le dije que le daría mi número si volvíamos a encontrarnos a bordo. Después de un par de días, se subió al avión. Estaba tan sorprendida como él, porque él estaba con su esposa e hijos. Después de esta historia, ya no volvió a hablarme.
A veces hay alguna persona con la que toca compartir el viaje que pensamos “¿qué hice yo para merecer esto?”. Haciendo clic aquí o aquí puedes conocer las anécdotas de personas que probablemente hubiesen preferido perder el viaje, que hacerlo así.
Cómo ahorrar en los boletos
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Aviasales y Skyscanner son las páginas web principales donde puedes comparar el costo de los boletos de diferentes aerolíneas. Pero la mayoría de las personas no aprovechan al máximo todas las opciones de la página: revisa los precios en ambos sitios web, porque a veces hay una pequeña diferencia. La búsqueda avanzada es la función más genial. De esta manera puedes ver todos los boletos de una ciudad determinada y elegir a dónde viajar. En lugar de poner un sitio en específico, indica el país o marca la casilla “agregar aeropuertos cercanos”. Por ende, te mostrará las variantes más baratas.
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Elige fechas flexibles. Checa todas las opciones de vuelo para los próximos días (3+ días). Busca buenas fechas a través del calendario de precios bajos.
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Vigila las reducciones de precios. Cambian constantemente. Y no cada mes, sino cada hora.
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Lo más barato es comprar los boletos un año antes del viaje planificado; de 2-3 meses antes (especialmente para aerolíneas de bajo costo), y unos días antes (para vuelos chárter y de grandes aerolíneas durante la temporada baja).
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Compra un tour a bajo precio por los boletos. Un paquete turístico completo es a veces más barato que los boletos de avión. El vuelo es directo, y el traslado con alojamiento pueden servirte como un bono.
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Busca en tu navegador en modo “incógnito”. De esta forma, el sistema pensará que tú eres un nuevo visitante de su página y querrá venderte un boleto más barato para atraerte a su sitio.
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Acumula millas. Todo lo que necesitas es obtener una tarjeta para hacerlo y después gastarlas en boletos o productos durante el vuelo.
Peculiaridades de la vida de una aeromoza
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No tienes idea de qué día de la semana es. Y el viernes no te parece tan mágico.
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En lugar de atender el teléfono con un “Hola”, dices tu nombre.
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Al llenar cualquier documento, seguramente agregarás tu número. Y nadie entenderá esto.
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Tienes maletas de todos los tamaños para tus viajes de negocios. Y ya se te olvidó dónde las compraste: simplemente las tienes acomodadas en un lugar.
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En tu teléfono tienes 4 587 327 alarmas para cualquier hora del día.
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Tienes una cartera llena de monedas, pero no puedes dejar propina en una cafetería, porque al final de todo, es dinero de diferentes países.
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Cuando viajas como pasajero, al pasar por la cabina, cierras involuntariamente los estantes. La gente a tu alrededor se queda mirándote con rareza, y solo los auxiliares de vuelo pueden reconocerte.
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Cuando los invitados salen de tu casa, les dices a todos: “Adiós. Hasta luego”.
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El 100 por ciento de los mensajes de tu compañía de celular te dan la bienvenida por la llegada a un nuevo país.
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Cuando te llama un controlador aéreo, entras en pánico y empiezas a pensar que confundiste el día de tu vuelo.
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A menudo te encuentras en shock sobre qué y cómo ponerte la ropa en la vida cotidiana, porque en el trabajo todo el guardarropa ya está preparado para ti.
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La vida privada no se trata de romance y flores. Además de volar, todo el tiempo duermes y planchas tus camisas.
En realidad, tenemos mucho más tiempo libre que una persona promedio. Trabajamos 80 horas al mes, cuando alguien pasa el doble en una oficina. Pero lamentablemente eso no significa que puedas gestionar el resto del tiempo como quieras. Después de un vuelo nocturno, el día ya no está completo. Puede pasar que un chico te haya invitado a un evento con 3 días de anticipación, y un día antes descubras que tienes un vuelo. Y esto ocurre con mucha frecuencia.
Pero si hay confianza, entonces no importa: viajes de negocios, estar ausente en casa varias noches seguidas. Es posible construir una relación feliz incluso teniendo este empleo. Aquí trabajan muchas parejas con hijos y tienen una vida familiar feliz. Por supuesto, puede ser difícil de planificar, pero pueden conversarlo y vivir felices juntos.
Cómo tener una relación si eres una aeromoza
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Para empezar, todas las citas románticas serán solo cuando el horario le permita un día libre a la azafata. Y si lleva mucho tiempo volando, no será un día libre, sino uno para dormir.
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¿Le regalaste flores a una azafata? Tal vez se vaya a un viaje de negocios y regrese cuando estas estén marchitándose. Las flores en maceta tampoco son una buena opción: recuerda que a veces ella no está en casa.
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No sirve para nada planificar una cita romántica: ella toma conocimiento de cuándo trabajará con un máximo de dos o tres días de antelación.
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Lo más probable es que celebren sus aniversarios, San Valentín y otras fechas importantes a través de Skype.
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Puede llegar a casa como una oficinista habitual a las 6 de la tarde, o quizá a las 4 de la madrugada. Puede que no llegue en absoluto. Pero ella no te molestará con mensajes, porque no tendrá conexión en el trabajo.
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El círculo social de su lado constará de auxiliares de vuelo y parcialmente de pilotos. Al mismo tiempo, también querrá comunicarse con personas no relacionadas con la aviación y hablar de cualquier otra cosa que no sea el trabajo.
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Si ella realmente quiere su profesión, solo el embarazo podrá “bajarla a la tierra”.
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Bueno, y el bono más agradable: si de repente decides casarte con una azafata, ella te proporcionará grandes descuentos para boletos de avión. Lo principal es casarte solo por amor y no por descuentos para disfrutarlos juntos después.
Clase ejecutiva tentadora
Los pasajeros a menudo intentan engañar al sistema y pasar a la clase ejecutiva durante el viaje. Pero el buen ojo del auxiliar de vuelo lo ve todo. Está prohibido subir de clase cuando se está a bordo: solo puede hacerse en el mostrador. Sin embargo, de todos modos, la gente intenta hacerlo. A veces compran 3 boletos para la clase ejecutiva y un cuarto para la clase económica, y después te dicen que un niño no puede estar solo entre las personas y te piden dejarlo en la clase ejecutiva.
Te presento algunas frases astutas de los pasajeros:
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“¿No quiere hacerlo por escatimar?”.
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“¡De todos modos, aquí está libre!”.
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“¡No estoy pidiendo que me den la comida, solo quiero sentarme!”.
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“Mi vecino estornuda y ronca”.
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“Mis piernas no caben”.
Y otra multitud de pretextos de “por qué no pueden seguir en la clase económica”. Cuando no les sale nada, comienzan a ofrecer dinero de forma directa. Todo para poder acomodarse en un asiento y tomar una foto o para pasar el vuelo en clase ejecutiva.
Puede que a la azafata no le permitan abordar un vuelo
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Llegas al trabajo olvidando un documento; según tu opinión, un papel pequeño y completamente innecesario. ¿Te dejarán subir al avión sin él? ¡Por supuesto que no!
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Otra situación: durante una reunión informativa te hacen preguntas sobre los procedimientos de rescate. Te cuesta trabajo responder a la primera, también a la segunda y, en general, no puedes decir las reglas del uso del equipo de rescate. Un empleado así puede literalmente matar a los pasajeros, por eso tampoco tendrá permiso para subir al vuelo.
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Has decidido hacer uso de tu imaginación. La idea de hacerte una manicura de color amarillo brillante te pareció interesante. Además de esto, ponerte 5 anillos de oro y pantimedias de rejilla. Nadie entrará en detalles y discutirá contigo. Pero ten la amabilidad de no presentarte así a bordo. Otras azafatas te reemplazarán con gusto.
Cómo “engañé” a un pasajero por 280 euros
En aquel entonces, llevaba un mes trabajando. Entré a la clase ejecutiva para ofrecer los productos. En los asientos estaban sentados una mujer y su esposo. Ella hizo un pedido y yo fui por él. Regresé y ella se había ido. Pero no pasó nada, porque al lado estaba el hombre con el que viajaba: “Son 280 euros”. Me dio 300 sin preguntar nada. Le di la bolsa con los productos y comencé a buscar el cambio. De repente, la mujer regresó, nos miró con perplejidad y preguntó: “¿Por qué está pagando este hombre?”. Yo: “¿No viajan juntos?”. Ella: “No conozco a este sujeto”.
En esta pausa, todo mi mundo se puso patas arriba. “Está bien, entonces son 280 euros para pagar”, le dije a la mujer mientras le quitaba los cosméticos a su “marido”. Por supuesto, le devolví el dinero al hombre. Pero esta situación graciosa todavía me sorprende. El sujeto pagó obedientemente y tomó la bolsa de cosméticos sin siquiera mirar lo que había adentro. A continuación, me la devolvió y continuó viendo su película, sin sorprenderse de nada.
Cómo se llevan a cabo los viajes de negocios
Cada momento es único: ya sea Nueva York o Riga, un día o una semana. Es una increíble oportunidad ver el mundo entero con tus propios ojos. Pero ahora me doy cuenta de que, si me siento mal, entonces, a pesar de mis ganas de pasear, no lo haré y me quedaré tranquilamente en la habitación. Pero durante el primer año de trabajo quería verlo todo. Si no había dormido durante dos días, no me importaba e iba a caminar 20 kilómetros.
Te presento las respuestas a las preguntas más frecuentes sobre los viajes de negocios:
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La empresa paga el alojamiento y la comida.
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Nos quedamos en hoteles completamente diferentes, desde los que quieres irte cuanto antes hasta aquellos de los que no quieres salir debido al bufé y a las condiciones perfectas.
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Más a menudo dormimos o salimos a dar un paseo, todo depende de cada uno. Pero nosotros tenemos que pagar todos los recorridos y entretenimientos adicionales. Al principio, quería probar absolutamente todo, por eso podía gastar en el viaje más de lo que ganaba.
Gracias a mi trabajo he visitado muchos lugares y he podido admirar paisajes espectaculares, especialmente en invierno, y ver ese interminable hielo turquesa. Si no trabajara como aeromoza, nunca habría visitado algunos sitios que se encuentran en el fin del mundo. Y si hay oportunidad de volar a la playa en un vuelo internacional, aunque sea por un día, voy con alegría. Nunca me canso de ver Moscú nublado o a España soleada, porque absolutamente todo lo ves con admiración.