Fotos

La creatividad funciona de una forma enigmática. Llega cuando estamos en estado de aburrimiento, lo cual la estimula, en ocasiones, para crear cosas increíbles. En otras, nos inspira a idear cosas un tanto extrañas, las cuales luego nos hacen decir: “¿Y esto para qué o qué?”. Dejar que la mente divague es importante, aunque no siempre dé buenos resultados.

En algún momento de nuestras vidas, hemos experimentado un pésimo servicio, y esto nos pone en una encrucijada: o lo tomamos a la ligera y nos reímos, o nos exasperamos y dejamos que los pelos se nos pongan de punta. Lo mismo sucede cuando compramos un producto cuya publicidad nos lo pintó de otra manera, y en lugar de obtener una bebida fría, nos sirven hielo con bebida, o el repartidor nos entrega una pizza casi licuada.

A veces, mirar fotos familiares antiguas puede traerte algo más que recuerdos cálidos y una sensación de nostalgia. Un hombre de Canadá y una mujer de Florida se conocieron cuando eran adultos en el trabajo y luego se enamoraron. Pero cuando miraron fotos de la infancia el uno del otro, de repente descubrieron que aparecían en el fondo de las imágenes del otro en un parque de diversiones muchos años antes de conocerse.

Llegar al asiento del avión y descubrir que el descansabrazos parece estar hecho para muñecas o ver que alguien corta un pastel de manera inequitativa pueden hacer que un perfeccionista ponga los ojos en blanco y quiera arreglarlo todo en ese preciso instante. Ellos tienen una mirada tan avispada que son capaces de detectar y querer enmendar los errores que encuentran en cosas o situaciones de su vida diaria. Y vaya que estos abundan por doquier.

Las mascotas son esos compañeros inseparables que se ganaron un enorme espacio en nuestros corazones. Las queremos con sus virtudes y defectos, y también con sus peculiaridades. Sus conductas suelen ser divertidas o sorprendentes. Y sus travesuras serán siempre perdonadas (aunque nos cueste), incluso aunque decidan meterse con el maquillaje o destrozar la decoración de la casa.

Son incontables las veces en que nos dejamos llevar por una buena publicidad. Nuestros ojos se iluminan y nuestro cerebro se emociona por tener en nuestras manos semejante producto tan asombroso. Sin embargo, tener las expectativas tan altas puede llevar a sufrir grandes decepciones. Afortunadamente, no siempre es así, y hay quienes corren con la buena suerte de que la entrega cumpla sus deseos y hasta los supere. Qué buena sensación es esa, ¿cierto?

Los inspectores estructurales se encargan de revisar el estado actual de las construcciones y de proponer soluciones en caso de encontrar defectos. Sí, ese es su trabajo, pero hay veces en que ni ellos pueden creer lo que ven: paredes a punto de derrumbarse y que son sostenidas con tablas o cimientos que parecen mantenerse unidos por puro milagro. Los ingenieros de una conocida firma de Los Ángeles compartieron hallazgos como estos en internet.

Cuando se presentan situaciones o requerimientos excepcionales, hay seres humanos que se empeñan en dar todo de sí mismos para estar a la altura de las circunstancias. Así, el empeño, la imaginación y el trabajo se conjugan para conseguir cosas útiles, aunque bastante inesperadas.

Darse los gustos a la hora de comprar es mucho más fácil desde que existe internet. También se abre un abanico de posibilidades para obtener cosas que tal vez no son necesarias o que son extrañas, y por eso nos gustan. Estas compras sin duda no son ordinarias. ¿Conoces a mucha gente que tenga cunas para sus perros, cucharas de Star Wars o una lavadora roja?

Dice el refrán: “En la vida a veces se gana, a veces se pierde”. Sin embargo, suele ocurrir que el hecho de ganar o perder depende de cómo miramos lo que nos rodea. Hay instantes que nos pueden llenar de alegría, ternura o asombro. Para algunos, por ejemplo, encontrarse con una celebridad en el momento menos pensado es tan satisfactorio como ganarse la lotería; para otros, poder abrazar a su mascota luego de que estuviera varios días perdida y lejos de casa los transforma en las personas más afortunadas del mundo.

Sin duda, una de las mejores fórmulas matemáticas que alguien puede llegar a aplicar en la vida es la suma entre el talento y el esfuerzo (este último multiplicado por miles), incluso si es nuestra primera vez probando, haciendo o creando cosas nuevas. Uno nunca sabe qué pueda derivar del intento, pero es posible que sea algo más que satisfactorio. Y aún mejor, si lo elevamos a la potencia de la práctica, el resultado puede ser solo uno: lo increíble.

Dejar crecer el cabello puede ser todo un reto. Se necesitan varios productos para el cuidado y no caer en la tentación de visitar al estilista más cercano para quitar un poco de peso a la cabeza. Hay dificultades y se requieren meses, a veces años, para lograr el resultado deseado. Y si alguna vez has intentado seguir los pasos de Rapunzel, definitivamente admirarás a los protagonistas de este artículo.

No sabemos cómo hacían en el pasado, pero hoy todo puede buscarse en internet, y en escasos segundos habrá una respuesta. Aunque a veces no es tan simple como creemos, ya que hay cosas que no son fáciles de identificar. Por eso, estos usuarios se ayudaron para encontrar respuestas sobre pequeños tesoros (o no) que cayeron en sus manos.

Hay días en los que levantarnos de la cama cuesta más que otros y, luego de mucha negociación, finalmente lo logramos. Normalmente, el trabajo se dificulta más en este tipo de momentos y tenemos que estar más atentos de lo usual para evitar cometer errores. La verdad es que muchas personas pasan por esta situación. Pero no todos son tan cuidadosos, por lo que, quizás sin notarlo, desempeñan sus tareas de forma tan descuidada que el resultado termina por dar un ataque de risa (aunque seguramente sus jefes no piensan lo mismo).

Camino al trabajo, a la casa o simplemente andando en la calle es posible encontrar a animalitos que están de visita o se desviaron un poco de la ruta hacia su hogar. Un búho en el autobús o un perrito despachando en una gasolinera son solo algunos ejemplos de que a donde volteemos, ya sea en el campo o en la ciudad, siempre habrá un cachito de naturaleza listo para decirnos “¡hola!”.

La magia del paso del tiempo queda evidenciada en las fotografías que tenemos desde pequeños. Pero la creatividad aparece cuando algunas personas deciden recrear esas imágenes ya de adultas. Por ejemplo, imitar una foto con un disfraz de marinero de los 2 años no es una tarea sencilla a los 39. Tampoco sentarse en una sillita de bebé para auto cuando pasaron 25 años... pero es posible. La atención al detalle es la clave para lograr un resultado impactante y divertido a la vez.

Las mascotas se han convertido en parte esencial de muchas familias, y algunas de ellas llegaron a sus hogares siendo apenas bebés, listas para recibir y dar mucho amor desde el primer día. Poder ver crecer a nuestros mejores amigos de cuatro patas es una de las experiencias más bonitas que podemos vivir, así que es totalmente comprensible que los persigamos con la cámara para inmortalizar sus mejores momentos de cachorros, antes de que el tiempo haga lo suyo. ¡Cuántos recuerdos bonitos podemos ver en retrospectiva después!

Cuando las personas se sienten en una disyuntiva entre el bien o el mal, podríamos imaginarlas con dos personitas ubicadas en sus hombros que les dicen qué hacer o qué no hacer. Pero ¿qué pasaría si esa voz en vez de hablar maullara? Los usuarios de la red fotografiaron a sus amados gatitos, que decidieron colocarse en sus hombros, ya sea para hacerles compañía o simplemente para compartir la vista desde este mirador.

Como seres humanos, nos impresionamos un poco cuando vemos a otros con rasgos distintos de los “comunes”, pues estamos acostumbrados a los estereotipos del “deber ser”. Sin embargo, la naturaleza tiene sus días creativos y a veces decide enviarnos a personas diferentes, con rasgos únicos que las distinguen de todas las demás. De vez en cuando, es interesarte mirar un poco más allá y darnos cuenta de que hay quienes vinieron al mundo a presumir sus facciones más especiales.

Las fotos antiguas guardan cierta magia que prevalece y se hace más fuerte con el paso del tiempo. Los retratos de nuestros abuelos, padres y hasta de nosotros mismos de pequeños nos hacen transportarnos a otra época, recordar lindos momentos y también imaginarnos otros de los cuales no fuimos partícipes.