Estilo

Los cuerpos cambian con el tiempo. Si bien, a veces pasar por ese proceso puede ser difícil en la medida en la que hay que acostumbrarse, actuar, e incluso vestir de acuerdo a nuestra nueva forma, es una oportunidad para redescubrir nuestro estilo personal. Finalmente la ropa se trata, en gran parte, de exaltar nuestras partes favoritas y disfrutar nuestra apariencia.

La hermosura, desde el principio de los tiempos, suele ser una característica muy valorada y perseguida. Si bien, hoy puede ser relativamente sencillo tener cirugías cosméticas y comprar productos que nos ayuden a alcanzar los estándares estéticos, hace unos cuantos siglos no era tan fácil ni tan sofisticado lograrlo. Los recursos, la tecnología y los conocimientos eran limitados, y la gente hacía lo que podía con lo que tenía para sacar el mayor provecho posible a su imagen.

Los automóviles, trenes y aviones comenzaron a fabricarse hace mucho tiempo, pasando por extensos cambios para llegar a la versión que conocemos en la actualidad. De la misma manera, muchos de los objetos que nos rodean y que podemos comprar fácilmente, como nuestra ropa, pudieron haber sido antes un símbolo de estatus o indumentaria para el trabajo. Algo un poco distinto a lo que acostumbramos hoy.

A muchos nos gusta sentirnos únicos y originales de vez en cuando por nuestra forma de vestir. A pesar de que a veces eso signifique ignorar una que otra costumbre de la moda para lograr el look deseado. Al final del día, nuestra propia aprobación es la que realmente importa al momento de considerar el atuendo que vamos a portar.

Actualmente, no es poco común que cada vez más mujeres opten por un par de leggings como parte de sus atuendos diarios. Son cómodos, prácticos y, aceptémoslo, nos dan una ayudita para vernos regias. Eso sí, existen ciertos secretitos que hacen que esta elección sea un acierto y no se convierta en un completo desastre.

El mundo cambia rápidamente y las modas también. En ocasiones, surgen tendencias maravillosas a las que no podemos resistirnos y cambiamos de accesorios o guardarropa para estar al corriente, pero a la vuelta de unos meses, se vuelven piezas anticuadas. Sin embargo, tener una apariencia estilizada no es solo cuestión de estar actualizados con lo que se usa en las pasarelas, sino de darle a las prendas un toque especial.

Es verdad que hay probabilidad de que en algún momento de nuestra vida alguien utilice el mismo atuendo que nosotros. Aunque el hecho de que esto ocurra puede llegar a ser un momento difícil, no tiene por qué serlo, ya que cada quien tiene el poder de portar sus ropas con la gracia que desee. Inclusive, durante una situación así podríamos llegar a pensar que a la otra persona se le ve mejor el outfit, cuando lo más probable es que ambas estén pensando lo mismo.

Cuando se trata de makeovers, quizás lo primero que te venga a la mente sea el cabello o guardarropa. Sin embargo, para alcanzar grandes cambios, a veces pequeñas modificaciones son las que más cuentan. A las cejas se les conoce como el marco del rostro, y además, son un elemento importante para las expresiones faciales, por lo que, en buena medida, la menor alteración puede volverse grande en conjunto con el resto de los rasgos.

Las marcas de lujo son, generalmente, inalcanzables para la mayoría del público. Gracias a tiendas más baratas, la gente puede acceder a modelos parecidos por un precio mucho menor. Esto incluso alcanza a las celebridades, quienes a veces optan por prendas de etiquetas más democráticas y las lucen en eventos y alfombras rojas.

Quizás te haya pasado en alguna ocasión que después de hacerte un gran peinado y ponerte un buen conjunto, al salir de casa te das cuenta de que algo no está bien. Ya sea el cinturón desgastado, o la camiseta llena de pelo de animal, hay ocasiones en que los más pequeños errores saltan más a la vista que los aciertos. Después de todo, lucir bien no se reduce a qué usemos, sino a cómo lo hacemos.

Puede ser fácil creer que las celebridades tienen la vida resuelta, al menos tratándose de sus elecciones de vestuario. Si bien, la mayoría de los artistas reconocidos tienen a una persona que los auxilie para vestirse en grandes eventos, muchas veces ni siquiera eso es garantía de que se presenten a la gala y luzcan espectaculares. Afortunadamente, se puede aprender de los errores y un color o talle diferente ayudan con un look que, en el buen sentido, deja de qué hablar durante años.

Cuando se acercan las vacaciones, preparamos todo: el hotel en el que nos hospedaremos, el bloqueador y, por supuesto, el traje de baño. Podría parecer que podemos usar cualquier diseño que tengamos guardado en el clóset, pero hay ciertos detallitos para tener en cuenta y lucir regia frente al sol, la arena y el mar sin caer en errores que nos hagan perder el estilo.

Las modelos de alta costura son las primeras en lucir atuendos que podrían clasificarse como un arte y, en pocas palabras, son deslumbrantes. Es por esto que no resulta extraño que las celebridades se enamoren de ciertas vestimentas y decidan utilizarlas en algún evento para acaparar las miradas de todos.

Jugar con nuestro aspecto puede ser muy divertido. Desde el atuendo y el maquillaje, hasta modificaciones más duraderas como teñir el cabello. Puede ser asombroso cambiar rasgos de nuestra apariencia, sin embargo, hay elecciones mejores que otras, y el cabello, por enmarcar el rostro, puede jugar un papel muy importante al acentuar nuestras mejores facciones o sacar a relucir aquellas que no nos favorecen tanto.

Los años pasan, las personas crecen, y las modas van y vienen. Hemos visto volver a los vestidos Pinup, las bandanas y los teléfonos “con tapita”. Sin embargo, hay otras tendencias que, simplemente, preferiríamos que se queden donde están. Y sí... muchas de ellas son de los coloridos años 2000.

El sueño de muchas personas es ir, aunque sea solo una vez, a alguna alfombra roja. Para unos, esto es algo que sucede a menudo en su vida. Cantantes, actores y famosos en general están acostumbrados a tales eventos y cuando llega el momento de decidir qué ponerse, buscan renovarse en originalidad, glamour y mucho, pero mucho estilo.

Posiblemente a ti también te haya pasado que deseas intensamente cambiar tu apariencia y te entusiasma tanto el proyecto que sientes que no puedes esperar a hacer una cita en el salón. O también puede ser que tengas en mente un look ambicioso, que de alguna forma u otra, te hayas convencido de que sí puedes lograr satisfactoriamente, aunque no hayas pasado por la escuela de belleza. Sea cual sea el caso, hay personas que se encuentran en esas circunstancias, y ningún deseo de éxito ni grado de valentía es suficiente para lucir despampanantes.

Es usual que, cuando aparecen las primeras canas en nuestra cabeza, nos preocupemos, ya que son un indicio del paso del tiempo. En otros casos, representan una falta de melanina, el pigmento que le da color al cabello. Pero los pelos grises pueden significar muchas cosas más: sabiduría, experiencia y hasta en algunas culturas, el reflejo de la luz de la luna.

Puede ser muy emocionante jugar con nuestro aspecto, y una de las maneras más fáciles de lograrlo es usando maquillaje. Con él es posible lograr looks con los que cambiemos nuestra imagen por completo, también podemos resaltar nuestras facciones favoritas. Después de todo, quizá, lo más importante no sean los sofisticados cosméticos, o la gran técnica, sino el ánimo de experimentar y conocerse a una misma.

Posiblemente, si veías series juveniles en tu adolescencia, te dejabas envolver por las interesantes tramas de tus programas favoritos. Aunque también, más que solo la intriga de los episodios, con frecuencia los protagonistas portaban atuendos y accesorios sumamente particulares, que eran reconocibles incluso para quienes no vieran las telenovelas. ¡Quién diría que el estilo de los personajes sería tan especial, que los llevaríamos en la mente hasta la fecha!