Personas

A veces suceden cosas que hacen que debamos frenarnos, observar y pensar. No estamos hablando de estudios ni de cultura, sino de esos instantes en los cuales tuvimos que parar para decir: “¿Esto que estoy viendo es real?”. Por suerte, algunos usuarios fueron rápidos y fotografiaron esos momentos para la posteridad. ¿Quién se encuentra con un actor de Hollywood dos veces, con tres años de diferencia, y el actor tiene la MISMA camiseta puesta?

En esta época, muchas personas optan por utilizar Photoshop o cualquier otro editor para hacerles algunos retoques a sus fotografías. No importa si son fotógrafos profesionales o no, ya que los programas de edición cada vez se han hecho más accesibles para cualquier usuario. El problema se presenta cuando esos retoques rayan en la exageración.

Somos millones de personas en el mundo. Y aunque siempre nos dicen que somos “únicos e irrepetibles”, podemos decir que eso es un poquito falso. La probabilidad de encontrar a alguien que se parezca mucho a nosotros es real, tanto que un estudio lo confirmó. ¡Ahora nos comemos las uñas por encontrar a esa persona que luce exactamente como nosotros!

Un parque infantil es un sitio donde sucede de todo. Los niños juegan, los adultos se relajan y ocurren situaciones que tal vez no podrían darse en otros lugares. Desde niñas corriendo con toallas femeninas por todos lados hasta padres haciendo el ridículo o actitudes de los pequeños que destacan su inmensa creatividad.

Imagina que, en un día cualquiera, al destino se le ocurre mover unas cuantas piezas, hace las jugadas necesarias y entonces... ¡Listo! Te da la satisfacción de encontrarte frente a frente con una estrella de cine, un cantante famoso o una celebridad de cualquier medio, en contextos y espacios jamás esperados. Pues hay personas, con la suerte de su lado, a quienes sí les ocurren estas cosas.

Si alguna vez te has preguntado cómo es estar detrás del mostrador de una de las cafeterías más famosas del mundo, llegaste al lugar adecuado. Trabajadores de Starbucks abrieron el carrete de su celular y decidieron publicar algunas de las situaciones que viven a diario, desde disfrazarse para Halloween hasta atender a peludos fans de la crema batida.

Dicen que la vida es demasiado corta para usar un cabello aburrido. Y los protagonistas de este artículo no tuvieron miedo de cambiar las cosas experimentando con sus mechones. Ya fuera haciendo crecer esas trenzas, cortándolas o condimentándolas con un poco de color, estos nuevos peinados definitivamente transformaron a estas personas en las versiones mejoradas de ellas mismas.

Visitar la casa de los abuelos es como ir a un museo antiguo sobre decoración o moda clásica. Por eso, cuando heredamos alguno de sus objetos, ya sea un reloj de bolsillo, una licuadora o un anillo, sentimos que ganamos la lotería. Ninguna de estas reliquias pierde su relevancia, todo lo contrario: adquiere un encanto adicional, además, continúa cumpliendo sus funciones.

Todos hemos guardado algún secreto, sea grande o pequeño. Generalmente los tratamos de ocultar con la ayuda de mentiras, pero recordar cada detalle que decimos es muy difícil. Es por esto que cuando éramos pequeños, los adultos nos advertían que la verdad siempre sale a la luz tarde o temprano, y que los enigmas que conservamos podrían traer graves consecuencias, como la disolución de un matrimonio, por ejemplo.

La creatividad funciona de una forma enigmática. Llega cuando estamos en estado de aburrimiento, lo cual la estimula, en ocasiones, para crear cosas increíbles. En otras, nos inspira a idear cosas un tanto extrañas, las cuales luego nos hacen decir: “¿Y esto para qué o qué?”. Dejar que la mente divague es importante, aunque no siempre dé buenos resultados.

A lo largo de la historia, se han asociado estereotipos negativos a las suegras. Sin embargo, muchos de ellos no coinciden con las grandes acciones que estas mujeres realizan, como dar un buen consejo o hacer un regalo con sus propias manos. Nueras que llevan una buena relación con sus suegras quisieron mostrarle al mundo lo increíbles que son en la vida real.

En algún momento de nuestras vidas, hemos experimentado un pésimo servicio, y esto nos pone en una encrucijada: o lo tomamos a la ligera y nos reímos, o nos exasperamos y dejamos que los pelos se nos pongan de punta. Lo mismo sucede cuando compramos un producto cuya publicidad nos lo pintó de otra manera, y en lugar de obtener una bebida fría, nos sirven hielo con bebida, o el repartidor nos entrega una pizza casi licuada.

A veces, mirar fotos familiares antiguas puede traerte algo más que recuerdos cálidos y una sensación de nostalgia. Un hombre de Canadá y una mujer de Florida se conocieron cuando eran adultos en el trabajo y luego se enamoraron. Pero cuando miraron fotos de la infancia el uno del otro, de repente descubrieron que aparecían en el fondo de las imágenes del otro en un parque de diversiones muchos años antes de conocerse.

Cuando éramos más jóvenes, no podíamos entender por qué la gente optaba por las cirugías plásticas. Pero a medida que envejecemos, comprendemos que a veces, cuando no estamos contentos con los pequeños detalles, podemos cambiarlos. Tanto si nuestra nariz nos incomoda como si queremos levantar algunas zonas caídas de la cara, una cosa es segura: ¡tú te haces a ti mismo!

Querer es el primer paso para conseguir algo, pero no siempre es suficiente. En ocasiones, faltan clases o práctica, por ejemplo, para hacer un pastel o un muñeco tejido. Cuando intentamos crear una obra maestra sin ninguna experiencia, la suerte nos puede sonreír, pero también puede solo reírse de nosotros. Es un riesgo que solo algunos se animan a correr.

En Twitter podemos encontrar a usuarios que tienen un gran talento para contar historias en 280 caracteres. Pero no solo eso, sino que son capaces de transmitir todo tipo de emociones: miedo, sorpresa, alegría y tristeza. Esta vez seleccionamos algunas de las más conmovedoras y, al menos para nosotros, fueron difíciles de leer sin un pañuelo en la mano.

Llegar al asiento del avión y descubrir que el descansabrazos parece estar hecho para muñecas o ver que alguien corta un pastel de manera inequitativa pueden hacer que un perfeccionista ponga los ojos en blanco y quiera arreglarlo todo en ese preciso instante. Ellos tienen una mirada tan avispada que son capaces de detectar y querer enmendar los errores que encuentran en cosas o situaciones de su vida diaria. Y vaya que estos abundan por doquier.

Desde pequeñas, muchas soñamos con vivir una historia de amor de cuento de hadas. En nuestra adultez, las comedias románticas se encargan de continuar el trabajo y de generarnos expectativas de situaciones que, probablemente, jamás nos sucederán. La verdad es que hay personas que sí llegan a vivir ese tipo de momentos “ideales” o detectan de primera mano escenas de filmes que no están bien, y se dan cuenta de que muy lejos de ser románticas y encantadoras, realmente son aterradoras y bastante perturbadoras.

Son incontables las veces en que nos dejamos llevar por una buena publicidad. Nuestros ojos se iluminan y nuestro cerebro se emociona por tener en nuestras manos semejante producto tan asombroso. Sin embargo, tener las expectativas tan altas puede llevar a sufrir grandes decepciones. Afortunadamente, no siempre es así, y hay quienes corren con la buena suerte de que la entrega cumpla sus deseos y hasta los supere. Qué buena sensación es esa, ¿cierto?

Hay frases que nos marcan de por vida. Tal vez las leímos en algún libro o las escuchamos en una canción. Hay otras que perduran en nuestra memoria, pero no puntualmente por ser brillantes, sino por todo lo contrario. ¿Alguna vez dijiste una burrada? Probablemente, pero estas personas se llevan algunos de los mejores premios.